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Barcelona subirá la tasa turística a partir de 2021

El Ayuntamiento prevé elevarla inicialmente 0,75 euros, que se añadirán a los entre 0,65 y 2,25 euros que ya se pagan

Unos turistas en la plaza de Sant Jaume de Barcelona.
Unos turistas en la plaza de Sant Jaume de Barcelona.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)
Clara Blanchar

El Ayuntamiento de Barcelona quiere tener todos los trámites listos en 2021 para comenzar a cobrar el tramo local añadido a la tasa turística que recauda la Generalitat. Es un recargo que se aprobó hace un año, pero cuyo cobro se pospuso cuando la pandemia del coronavirus frenó en seco el turismo. El concejal de Turismo, Xavier Marcé, aseguró ayer que han dialogado con el sector y que la aplicación será progresiva hasta 2024: el primer año solo se cobrarán 0,75 euros. La patronal de los apartamentos turísticos consideró que el aumento “no es oportuno”.

El anuncio de aumentar la tasa turística en la capital catalana (a través de una ordenanza) llega en medio de una crisis del sector turístico que no tiene precedentes. El Gremio de Hoteles apuntó hace unos días que los establecimientos abiertos en la ciudad no llegan al 30%. El concejal de Turismo rebajó la cifra a entre un 20% y un 25% tras los rebrotes de julio pasado. Sin embargo, Marcé auguró una recuperación que lleva al Consistorio a iniciar ahora los trámites para tener listo el tramo local de la tasa turística en enero.

La aprobación del recargo, que hace un año apoyaron Barcelona en Comú, PSC, ERC y Junts per Catalunya (una amplia mayoría, 33 de 41 concejales), se votará hoy martes en comisión y en el pleno ordinario del próximo día 23.

Marcé apuntó, con todo, que la evolución de la pandemia marcará la aplicación del recargo, “siempre de acuerdo con los agentes implicados”. La idea inicial es comenzar a aplicarlo en enero, pero si el sector no remonta se podría fijar una moratoria hasta julio. En cualquier caso, el Ayuntamiento ha optado por materializar la aplicación del recargo de forma progresiva: entre 2021 y 2024. El primer año se aplicaría 0,75 euros; un euro en 2022 y 2023 y 1,25 en 2024. En total, los cuatro euros autorizados por la Generalitat. Ese recargo se deberá añadir a los entre 0,65 y 2,25 euros que se pagan actualmente.

Marcé calificó la primera subida, en 2021, de “relativamente simbólica” y aseguró que el objetivo de la tasa no es recaudatorio. Persigue, aseguró, impulsar la promoción de la ciudad, la creación de nuevos contenidos y mejorar la calidad del turismo en la ciudad.

El Gremio de Hoteles de Barcelona no respondió a la petición de valoración de la decisión del consistorio sobre la tasa. Los hoteleros remitieron a una rueda de prensa prevista para el próximo miércoles. Quien sí alzó la voz para rechazar un aumento de la tasa con la que está cayendo en el sector fue la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur). La patronal se opuso a la medida y su presidente, Enrique Alcántara, entendió que incrementar la tasa turística a partir de 2021 no llega en buen momento: “No es el momento oportuno”.

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Críticas por el momento

En un comunicado, Apartur lamentó que el consistorio anunciara ayer el inicio del trámite para poner en marcha el recargo local de la tasa turística, como se conoce el Impuesto sobre las Estancias en Establecimientos Turísticos. En 2020 Barcelona ha recibido de la Generalitat entre 16 y 17 millones de la tasa de 2019 (la mitad de lo recaudado).

El presidente alertó de que la medida dificultará aún más la recuperación de las empresas y mantener los 5.000 puestos de trabajo directos que genera el sector, y pidió que se ayude a conservar los empleos en vez de subir el impuesto, que “pone las cosas aún más difíciles”.

Presión para evitar la subasta en el Front Marítim

El futuro de los locales de ocio y restauración del Front Marítim de Barcelona volvieron a ser objeto de polémica ayer en el Ayuntamiento. ERC llevó a la comisión de Urbanismo una proposición que instaba al gobierno a pedir al Gobierno español que frene la subasta para vender 26 locales. Entre ellos figuran tiendas, restaurantes, una gasolinera, un McDonald’s, locales como Pachá, Carpe Diem o Shoko, o más de 500 plazas de aparcamiento. El gobierno votó por separado: PSC en contra y los comunes se abstuvieron y aseguraron que no tienen margen para intervenir.


Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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