Salou exige impedir una manifestación independentista por causas de salud pública

Salou quiere prohibir por motivos de salud pública la celebración de una manifestación independentista que se ha convocado en pleno paseo marítimo del municipio, el próximo sábado 22 de agosto. El alcalde, Pere Granados, ha dirigido una carta al consejero de Interior, Miquel Buch, y a la consejera de Salud, Alba Vergés, donde les pide que reconsideren su decisión de autorizar un acto que está promovido por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y que se publicita bajo el lema “Concentración por la República”. 

Granados critica la procedencia de organizar una manifestación “teniendo en cuenta las circunstancias actuales de pandemia y contaminación vírica” y muestra sorpresa por la autorización del Govern, atendiendo a la “preocupación manifiesta” que ha mostrado la Generalitat por contener la transmisión de la covid-19. Además, el alcalde no oculta la incomodidad que produce entre las entidades turísticas empresariales y profesionales de la Costa Daurada la convocatoria en la vía pública de actos de marcada simbología política porque “Salou es un municipio de gran dinamismo turístico, que acoge a visitantes de diversas sensibilidades”.

El verano pasado el Ayuntamiento ya se postuló sobre la conveniencia de prohibir las manifestaciones en las calles más céntricas y turísticas del municipio. Entonces se argumentó que la voluntad de la moción, apoyada por Sumem per Salou —Junts, PSC, PP y Ciudadanos—, era evitar dar “mala imagen” frente a los turistas que visitan Salou durante la campaña veraniega. Antes, en 2018, la Junta de Portavoces municipal había acordado no autorizar ningún acto político o reivindicativo en varios lugares del municipio “con el fin de no herir ni perturbar ninguna sensibilidad política”. Granados lidera una coalición vinculada a la antigua Convergència pero no oculta su distanciamiento con las reivindicaciones nacionalistas.

Esta vez, en la misiva dirigida a los representantes de la Generalitat, el alcalde apela al sentido de la responsabilidad y al deber de hacer cumplir las normas sanitarias “que en estos momentos deben prevalecer por encima de cualquier otro derecho que no sea el de la salud de las personas”. Granados  argumenta que los altos cargos del Govern deberían considerar “con más rigurosidad” y con perspectiva de proteger la salud de las personas la autorización de actos que conllevan aglomeración de gente y un riesgo potencial de contagio. La carta tacha de “acto de irresponsabilidad” convocar una concentración mientras la pandemia sigue descontrolada.

Salou tiene una fuerte dependencia del turismo, suele acumular ocho millones de pernoctaciones al año y los efectos del coronavirus han propiciado un agudo impacto en la economía del municipio. En su exposición de argumentos para que la Generalitat revoque la autorización para la manifestación, Granados también alude a la “crisis profunda” del sector turístico y apunta que sin turismo internacional solo queda “el mercado español y de proximidad”, lo que convierte la  concentración en “una amenaza para la economía de la población”.