Torra pide que toda Cataluña pase esta semana a la fase 3

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha reclamado este domingo a Pedro Sánchez en la Conferencia de Presidentes que toda Cataluña pase esta semana ya Fase 3. Con esa medida, Barcelona y su área metropolitana y Lleida, todavía en fase 2, avanzarían unos días en la desescalada. El Procicat (Protección Civil de Cataluña) aprobará este lunes la propuesta que deberá ser validada ahora por el Ministerio de Sanidad. La alcaldesa Ada Colau ya defendió hace días que Barcelona está preparada para cambiar de fase.

En la conferencia de presidentes, la última que se celebra al estar previsto que el día 21 decaiga el Estado de Alarma, Torra reiteró que la recentralización durante la pandemia ha sido un fracaso. “Se ha ido tarde y mal. Los ciudadanos tienen derecho a conocer todos los datos y se necesita mejorar la gestión de las residencias”, afirmó. Precisamente la Generalitat ha recibido muchas críticas por la gestión que ha hecho de los datos de la pandemia así como de la atención en las residencias de mayores, que son de su ámbito competencial. Torra insistió en que Cataluña necesita 5.000 millones de euros extra para paliar la “infrafinanciación” del sistema sanitario que reclama el sector -en este punto la coincidencia con Esquerra es total- y otros 15.000 para mitigar el déficit de financiación. Los 5.000 millones que reclama Torra también han provocado polémica los últimos días porque no coinciden con el sobrecoste que la pandemia ha tenido para el sistema público de salud de Cataluña según los datos de la propia Generalitat.

El Departamento de Salud de la Generalitat descartó el viernes proponer que las regiones sanitarias de Barcelona y Lleida pasaran hoy lunes ya a la fase tres. Sí lo harán las regiones de Girona y la Catalunya Central, que se sumarán así a las de Tarragona, Ebre y Alt Pirineu. Salud alegó entonces que necesitaba unos días más para ver cómo evoluciona la pandemia en la zona metropolitana y aseguró que si era la esperada propondrían cambiar de fase antes del fin de semana del 20 y 21 de junio. Entonces, los ciudadanos se podrán mover entre todas las regiones en fase 3. Colau esgrimió que, con los indicadores en la mano, Barcelona está ya preparada y pidió no aguardar al lunes 22, a las puertas de la verbena de Sant Joan, para cambiar de fase, “porque se acumularía la movilidad”. Ahora la Generalitat quiere acelerar las cosas en la línea de lo que ha solicitado Colau así como destacados sectores económicos.

Por otro lado, pese a que Barcelona se encuentra todavía en fase 2, las imágenes del pasado sábado con las playas saturadas alarmaron al propio Torra y al Departamento de Interior. Ayer, Protección Civil volvió a alertar que la aglomeración de bañistas puede dar lugar a nuevos brotes de coronavirus.

La Guardia Urbana de Barcelona impidió en la tarde del sábado el acceso a las playas de Nova Icària, Bogatell, Llevant y Mar Bella al haber alcanzado la máxima ocupación permitida, que es del 80 % del aforo, la requerida para mantener la distancia de seguridad ante la COVID-19.

Inma Solé, subdirectora de Protección Civil, aseguró ayer en TV3 que en su departamento están “preocupados” por las imágenes que reflejan que “no se respetan las medidas de seguridad”. Solé pidió “ser respetuosos” con la distancia entre personas, el uso de mascarillas y las medidas de higiene recomendadas y argumentó que, en la situación actual, “se ha de ser muy cuidadoso”.

El Ayuntamiento de Barcelona advirtió ayer que si no se respetan las distancias se plantean denunciar a las personas que no respeten las nuevas medidas con multas de “entre 100 y 200 euros”. En declaraciones a Rac-1, el concejal de Emergencia Climática del Ayuntamiento de Barcelona, Eloi Badia, dejó claro que el Ayuntamiento apuesta por la “corresponsabilidad” de la ciudadanía. Badia alertó que el Consistorio, mediante la Guardia Urbana, “siempre esta a tiempo” de sancionar si hay actitudes como las de “no mantener las distancias”, dijo. El concejal de Emergencia Climática comparó estas multas con las que imponían los agentes por no respetar las franjas horarias.