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“Nadie ha pensado en los niños. Siguen en casa”

Gran parte de los menores de edad encadenarán seis meses sin hacer deporte a causa de la pandemia y el sector limita su oferta a los campus de verano

Instalaciones deportivas en Vilassar de Mar (Barcelona).
Instalaciones deportivas en Vilassar de Mar (Barcelona).Joan Sanchez (EL PAÍS)
Bernat Coll

La gran mayoría de instalaciones deportivas y patios de escuela siguen sin niños. El deporte formativo sigue interrumpido por el estado de alarma y parece condenado a regresar el próximo curso. El Govern presentó el pasado miércoles un protocolo para iniciar la desescalada deportiva semanas después de conocer los planes en sanidad, educación, restauración, hostelería y comercios. Federaciones, clubes y entidades del sector vinculan el regreso de la actividad a la vuelta competitiva el próximo mes de septiembre. Los menores sumarán cerca de seis meses sin actividad física normativa.

“Nadie ha pensado en ellos”, lamenta Jaume Domingo, presidente de la Unió de Consells Esportius de Catalunya. “Sí, ahora pueden hacer cosas, pero los seguimos teniendo en casa”. El organismo ha creado el programa Tornem! A fer esport como alternativa al bloqueo deportivo general. “Los niños están parados desde hace meses. Ahora que pueden ir a la escuela, la actividad física también debería desconfinarse”, añade. El programa pretende incentivar el deporte en familia en distintos espacios, más allá de las instalaciones deportivas tradicionales. “Pretendemos evitar grandes aglomeraciones y repartir a la gente. Queremos realizar deporte en centros educativos, o al aire libre, por ejemplo. Debemos ofrecer una alternativa a las familias más allá de los campus de verano. Nos piden organizar actividades sociales”.

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Las principales actividades deportivas acabaron cuando empezó la pandemia. Se suspendieron las competiciones y la oferta para los menores se reduce actualmente a los campus de verano. “El deporte se ha dejado un poco a parte”, reflexiona Berta, entrenadora de baloncesto de un equipo femenino de 11 y 12 años en el Jac Sants. “Se dio la temporada por acabada cuando cancelaron las ligas. Han pasado por delante cosas consideradas más prioritarias, pero la educación no formal y el deporte tienen unas connotaciones que no ofrece la escuela”.

El calendario ha jugado en contra de la reanudación deportiva. “El problema es que el inicio de la desescalada ha coincidido con el fin de temporada”, explica Víctor Martínez, presidente del CE Europa, uno de los clubes con más tradición formativa de Barcelona. “Los entrenamientos habrían terminado a mediados de junio en condiciones normales. Esta es una actividad que va muy ligada al calendario escolar. Además, la mayoría de instalaciones son municipales, y si están cerradas los equipos no pueden utilizarlas para ofrecer un espacio a los menores. Ha sido imposible abrir”.

Las familias asumen la situación. La comunicación entre los padres y las entidades se ha reducido prácticamente durante la pandemia al pago, o no, de las cuotas. “Los padres estaban más interesados en el tema de las clasificaciones finales que en la reapertura”, añade Martínez. En la Fundació Damm, otro club histórico del fútbol base, las familias tampoco preguntaban si se podría recuperar algún tipo de actividad. “Tenemos a gente de fuera de Barcelona, y las limitaciones de movilidad han reducido la predisposición de los padres”, explica una fuente del club. La Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPAC) observa con prudencia la reactivación deportiva. “Todas aquellas actividades que, desde un punto de vista de salud pública, se puedan asumir para satisfacer las necesidades de los niños y adolescentes, se deben recuperar. Ahora bien, también sabemos que si se debe priorizar lo tenemos que hacer para satisfacer derechos fundamentales, como es el caso de la educación”.

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Campus deportivos

Los campus son la principal oferta lúdico-deportiva de los próximos meses. “Muchos clubes dependemos de ellos para el equilibrio económico. Y más ahora, que venimos de tres meses parados”, admite Martínez. El Europa organiza actividades desde la última semana de junio. “En condiciones normales podemos tener entre 130 y 150 niños por semana”. Para inscribirse en cualquier campus el Govern reclama que los padres presenten una “declaración responsable” conforme los menores reúnen las condiciones sanitarias adecuadas para participar.

Curiosamente los campus se celebrarán en paralelo a las ligas profesionales de fútbol y baloncesto, las únicas que se reanudarán. “Hay una parte económica que ha presionado para que regresaran”, apunta Berta, de 19 años. “Creo que no debería haber vuelto ninguna competición”, añade. Jaume Domingo también ve algunas fisuras en la decisión. “Es algo incoherente que se haya estimulado tanto al deporte profesional, y no al deporte base; pero lo entiendo porque genera mucha economía”, admite. “Los clubes profesionales comen aparte”. Y los niños, en casa.


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Sobre la firma

Bernat Coll
Periodista centrado actualmente en la información sanitaria. Trabaja en la delegación de Catalunya, donde inició su carrera en la sección de Deportes. Colabora en las transmisiones deportivas de Catalunya Ràdio y es profesor del Máster de Periodismo Deportivo de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

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