Jordi Sànchez acusa al departamento de Justicia (ERC) de no dejarle trabajar en La Crida

La negativa de la junta de tratamiento de la prisión de Lledoners para que Jordi Sànchez trabaje en La Crida per la República —el partido que él mismo preside— enfrentó al exlíder de la ANC y al departamento de Justicia, capitaneado por la republicana Ester Capella. Inicialmente Justicia informó de que el permiso, en virtud del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, había sido concedido pero a Sánchez se le informó otra cosa. En una nota, Sànchez denunció una “mala praxis que solo intereses espurios pueden explicar”.

El departamento pidió ayer disculpas por el “error de comunicación” y lamentó en un comunicado cualquier prejuicio que haya podido causar. La respuesta de Justicia llegaba después de una dura nota de Sánchez en el que acusa al departamento de violar sus derechos. El jueves pasado, Justicia informó de que el permiso había sido concedido, pero la junta —compuesta por expertos y en la que no participa el departamento— no había aceptado la petición.

Sànchez, que es el presidente de La Crida, había solicitado hacer voluntariado allí 12 horas al día. En la resolución, que se le notificó el viernes “se acordaba no tramitar la solicitud de oferta laboral y dar trámite a la posibilidad de 3 horas diarias 3 días a la semana”, lamentó el condenado en el juicio al procés.

La Crida también emitió un comunicado en el que secunda las críticas de su presidente al departamento de Justicia y la decisión de la junta. “La naturaleza sociopolítica de La Crida no puede ser la causa de la negativa(...) ni tampoco lo puede ser la defensa de la independencia que da personalidad a la entidad. Si fueran estas las motivaciones, se estaría imponiendo una condena complementaria”, defienden.