Un incendio destapa un ‘zoo de anfibios’, algunos protegidos, en el barrio de Gràcia de Barcelona
El dueño, investigado por un delito contra la fauna, alega que es un aficionado
El discreto almacén en unos bajos de la calle de Mateu, en el barcelonés barrio de Gracia, luce la persiana rajada y doblada hacia arriba. El suelo aún se ve ennegrecido, y si se acerca la cara al agujero por el que se puede ver el interior del local, todavía se nota el olor a quemado. Un día antes, la Guardia Urbana y los Bomberos de Barcelona encontraron centenares de terrarios con centenares de anfibios de todo tipo: tritones, ranas, salamandras...
Un pequeño incendio, declarado la madrugada del miércoles y que los Bomberos de Barcelona sofocaron sin problemas, fue el chivato del zoo de anfibios. En el local no hay ningún cartel, ni nada que permita intuir lo que se cría dentro. Lo primero que sospechó la policía local es que se trataba de un almacén clandestino, donde se comerciaba con especies protegidas.
“Soy solo un aficionado”, asegura el propietario del local, que está en el interior hablando por teléfono. Desde la calle, se pueden ver los terrarios, colocados en diversas estanterías. La policía ha hecho un inventario, que no es definitivo, y calcula que hay unos 170 con centenares de anfibios, según una nota de prensa de los Mossos.
Todos son especies autóctonas, aseguran fuentes policiales, pero entre ellas, hallaron algunas especialmente protegidas, como tritones del Montseny o tritones de los Pirineos, que están en peligro de extinción y está prohibido tanto tenerlos como criarlos.
Los Mossos investigan al propietario del almacén por un delito contra la fauna protegida e intentan aclarar el origen y el destino de semejante colección de anfibios. El dueño ha podido acreditar la documentación de algunos de los ejemplares, pero no de todo ellos. “Aún ni siquiera he llamado a un abogado”, afirma el hombre a las puertas del local, que no puede dejar solo. Está esperando que le arreglen la persiana rajada, y que regresen los técnicos para seguir inventariando.
Trabajadores de Medio Ambiente de la Generalitat se llevaron el miércoles algunas de las especies, pero no todas. El dueño resta credibilidad a la afirmación de que son protegidas y no puede tenerlas: “Eso dicen”. En su local tiene todavía un buen número de terrarios y neveras, y espera a poder poner orden tras lo ocurrido.
Parte de las especies protegidas han sido trasladas al centro de recuperación de fauna salvaje Torreferrusa, en Santa Perpetua de Mogoda. Se trata de una entidad especializada en la recuperación de los tritones del Montseny. El año pasado liberaron 136 ejemplares adultos en la montaña, en el marco de un proyecto bautizado como “Life Tritó Montseny”. En él participa también el Zoo de Barcelona. Otra parte de los ejemplares se llevaron a la Fundación CRAM, dedicada a la rehabilitación de animales marinos.
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