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El taxi pierde hasta el 80% de la facturación y los conductores lo califican de “debacle total”

El sector sufre la caída de la actividad en el área metropolitana de Barcelona y reclama mejores medidas económicas

Josep Catà Figuls
Un taxi al final de su carrera en el barrio de Gràcia, durante la pandemia de coronavirus.
Un taxi al final de su carrera en el barrio de Gràcia, durante la pandemia de coronavirus.Carles Ribas (EL PAÍS)

El sector del taxi es uno de los que más está viendo cómo la pandemia del coronavirus golpea a la economía. Los taxistas sufren la crisis por casi todas los ángulos. La caída de la actividad y de la movilidad como consecuencia del confinamiento da de lleno en su negocio; la naturaleza de su actividad impide el teletrabajo; y son en su mayoría autónomos, y por lo tanto el fin de su actividad no se puede compensar con un ERTE. La facturación ha llegado a caer hasta un 80% en los últimos días, según los sindicatos y asociaciones consultados.

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La parada de taxis de la Rambla del Raval de Barcelona, frente al Hotel Barceló, está llena de vehículos con la luz verde. Lo mismo pasa en la parada de la plaza de España, o en la de la plaza de Cataluña, donde se acumulan los taxis. No hay turistas en la capital catalana, una situación inédita para los taxistas, acostumbrados al hormigueo de gente que pide opciones de movilidad en el centro de la ciudad. Tampoco hay casi ciudadanos por las calles, y la necesidad de ir de un sitio a otro ha caído en picado por el confinamiento, los despidos temporales y el teletrabajo. “Nos pasamos horas esperando en la parada, mientras que hace una semana estábamos solo algunos minutos y ya teníamos un nuevo cliente”, explica Fran, uno de los taxistas que espera en el Raval.

La crisis del coronavirus ha impactado de lleno en el sector del taxi, que no hace tanto ya tuvo que soportar la mala noticia de la cancelación del Mobile World Congress. Aquella semana, los taxistas perdieron el 70% de la facturación extra que supone cada mes de febrero la celebración del congreso mundial de móviles, según cálculos de las asociaciones del sector. Pero nadie imaginaba que lo que en aquel momento les pareció una catástrofe para su negocio, continuaría con un parón casi total de su actividad. “Es una debacle total, la demanda ya ha caído más de un 80%, y si sigue así el confinamiento o se hace más estricto, aún caerá más”, explica Luis Berbel, presidente del sindicato de taxistas de Cataluña STAC, que resume en una frase la angustia del sector: “No hay nadie en la calle”.

Berbel considera que era inevitable la caída de la actividad, ya que el Govern pidió confinarse y reducir la movilidad en la ciudad a un tercio de la normal. En el área de Barcelona, el Instituto Metropolitano del Taxi (IMET) estableció una rotación de licencias que pueden circular cada día según su matrícula para reducir el flujo, y recomendó a los conductores seguir medidas de higiene y de seguridad, como no llenar todas las plazas del coche.

Los taxistas esperaban con mucha preocupación las medidas económicas que el Gobierno de Pedro Sánchez anunció el miércoles. “Cae la facturación un 80%, pero todos tenemos gastos fijos que hay que pagar cada mes: entre la cuota de autónomos, la emisora, las letras del coche o de la licencia, que hay quien todavía las está pagando, el mantenimiento y la gasolina, se te van entre 1.500 y 2.500 euros cada mes”, explica. “Y no sabemos cuánto durará”, añade.

Las medidas económicas del Gobierno incluyeron algunas de las reivindicaciones del sector, como la moratoria en el pago de las hipotecas o suavizar el acceso a la prestación extraordinaria en el caso de los autónomos por cese de actividad o una reducción de la facturación de más del 75%. Sin embargo, el portavoz de Elite Taxi, Alberto Álvarez, destaca en un comunicado que “una vez más el autónomo del taxi queda desamparado, ya que no entra en las ayudas sociales que sí recibirán empresas y asalariados”.

El sector pedía aplazar impuestos y más acceso a prestaciones. “Estamos analizando el paquete de medidas del Gobierno, pero nuestra obligación es poner todas las medidas para intentar parar el atropello del sector del taxi”, señala el portavoz de Elite Taxi en el comunicado. “Nosotros pedimos que al menos durante dos meses estemos exentos de pagar la cuota de autónomos y demás impuestos, y poder acogernos a algún subsidio, porque si no, ¿cómo lo hacemos para pagar los gastos?”, añade Berbel.

Despidos temporales en el taxi

En el Área Metropolitana de Barcelona hay más de 10.500 taxis y más de 13.000 conductores. La mayoría son autónomos, pero algo menos de 1.500 taxistas son asalariados, que están siendo afectados por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que plantean las empresas ante la caída de actividad. “A las empresas de flotas no les compensa tener todos los coches en la calle, porque algo de servicio se presta, pero la facturación está cayendo mucho”, explica Miguel Ángel Cazcarra, presidente de la Asociación Catalana de Empresarios del Taxi. Cazcarra admite que algunas empresas tendrán que plantear ERTE, pero coincide en la necesidad de reducir la movilidad: “Hay que quedarse en casa, es un poco patético ver a tanta gente en la calle”.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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