La estela del franquismo sigue presente en Andújar 50 años después de la muerte del dictador
El municipio jiennense, bastión del Frente Sur en la Guerra Civil, aún mantiene en sus calles más de 400 hitos de exaltación de la dictadura
“¿Para qué celebrar los 50 años de la muerte de Franco, cuando en Andújar sigue viva aún su estela en calles, colegios, iglesias o en el Santuario de la Virgen de la Cabeza?” El historiador Santiago de Córdoba, hijo de represaliados del franquismo, no puede ocultar su frustración por el caso omiso que las administraciones públicas han hecho a sus continuas reivindicaciones para que desaparezcan los símbolos y emblemas que exaltan el alzamiento militar y el régimen dictatorial que siguen presentes en las vías públicas de este municipio jiennese, que en la Guerra Civil jugó un importante papel como frontera del Frente Sur controlado por el bando republicano.
En el verano de 2015 Santiago de Córdoba presentó en los registros del Ayuntamiento de Andújar (entonces gobernado por el PSOE), la Subdelegación de Gobierno, la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía y el Obispado de Jaén el expediente catálogo titulado Historia y Memoria de Andújar (1936-1977). Elementos materiales y sociales de la dictadura de Franco, donde se documentaban los 567 elementos que incumplían la Ley de Memoria Histórica de 2007. Una década después, el historiador andaluz ha actualizado este inventario y asegura que apenas se han eliminado un centenar de esos símbolos, algo que ha trasladado a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, sin obtener aún respuesta.
Todavía son visibles en Andújar y en sus antiguos poblados de colonización numerosas calles y avenidas con nombres de sublevados y autoridades del régimen franquista; dos colegios públicos con nombres de golpistas representativos de la dictadura, capitán Cortés y José Ruiz de Gordoa; inmuebles rotulados con placas de cerámica adornadas con la simbología de varios gremios del sindicato vertical CNS; placas metálicas del Instituto Nacional de Vivienda en las que están grabadas el yugo y las flechas de Falange; e innumerables fachadas, cruces de los caídos y otros elementos exaltando la Guerra Civil.
“Lo que tienen que hacer el Gobierno y el resto de las instituciones públicas y privadas es cumplir la Ley de la Memoria Democrática de 2022 y retirar todos esos símbolos públicos que exaltan el alzamiento militar o el régimen dictatorial y que son un evidente menosprecio y humillación de las víctimas o de sus familiares”, asegura De Córdoba, cuyo padre y un tío fueron represaliados por el franquismo al igual que otro tío suyo, que fue enterrado en una fosa común de un cementerio de Lleida y más tarde trasladado, sin autorización de sus abuelos, hasta el Valle de los Caídos hasta que el año pasado logró la autorización oficial para su exhumación.
Un buen número de incumplimientos se deben a los honores y distinciones concedidas a sublevados y autoridades del régimen franquista. Así por ejemplo, Franco fue nombrado en 1952 alcalde honorario de Andújar, donde recibió la Medalla de Oro de la ciudad en 1960; Gonzalo Queipo de Llano, que fue nombrado Hijo Adoptivo y Medalla de Oro de Andújar al finalizar la Guerra Civil, en 1939; o el también militar golpista Camilo Alonso Vega, famoso por la cruel represión que ejerció en la posguerra, que recibió las más altas condecoraciones de la localidad iliturgitana en 1961. Estas tres distinciones se anularon en 2018, pero aún siguen pendientes otras como a Jaime de Foxá y Torroba, conde de Rocamartí en 1965, el mismo año en el que se concedió a la Guardia Civil la Medalla de Oro de la ciudad “por su heroica gesta durante el asedio al santuario”.
La cripta y el museo del santuario de la Virgen de la Cabeza es el lugar de exaltación al franquismo con mayor simbolismo, donde se homenajea a los que combatieron contra las tropas republicanas entre septiembre de 1936 y mayo de 1937, en uno de los episodios más cruentos de la Guerra Civil española. Entre los restos de cinco militares sediciosos que permanecen inhumados en esa cripta están los del capitán Santiago Cortés, que dirigió a las tropas de la Guardia Civil amotinadas en el santuario y que en 1939 fue nombrado Hijo Inolvidable de Andújar. El también historiador de la Universidad de Jaén (UJA) Miguel Ángel Chamocho, desmonta la heroicidad de tal episodio: “Los republicanos y los sublevados no eran “ni héroes ni villanos, ni santos mártires ni diablos rojos, ni buenos ni malos, ni gesta heroica ni barbarie. Cada uno defendió lo que creía, o en lo que le tocó creer”.
Se da la circunstancia de que el santuario de Andújar está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde el año 2013, contando con la máxima protección patrimonial en Andalucía. Pero ese lugar, enclavado en uno de los principales lugares de peregrinación mariana (miles de personas se dan cita cada año en abril en la considerada como la romería más antigua de España), se ha mantenido hasta ahora inmune a todas las leyes de memoria histórica. “La devoción romera que hay en Andújar y el temor de los grupos políticos a perder votos es lo que justifica la inacción de los grupos en este tema”, asegura Santiago de Córdoba.
Lucha quijotesca
El Ayuntamiento de Andújar, ahora gobernado por el PP y en el anterior mandato por el PSOE, en respuesta ofrecida en 2021 a un requerimiento del Defensor del Pueblo Andaluz, hablaba de la eliminación, total o parcial, de algunos de los hitos franquistas existentes en el municipio y minimizaba los incumplimientos de la Ley de Memoria Democrática.
Sin embargo, también está pendiente de cumplir el acuerdo del Parlamento de Andalucía que aprobó el pasado verano una iniciativa pidiendo la retirada de toda la simbología franquista del santuario y de su entorno. “Resulta embarazoso que tengamos que traer una propuesta para que se cumpla la Ley de Memoria Democrática, pero el PP, a pesar de no haber votado en contra de dicha norma en el Parlamento andaluz en 2017, parece que arrastra algo los pies a la hora de tener que ejecutarla y hacerla cumplir en toda la comunidad”, indicó la parlamentaria Esperanza Gómez, del grupo Por Andalucía, que ha pedido también, sin éxito, la exhumación de los restos del capitán Cortés de la cripta del santuario.
La Proposición del Parlamento Andaluz se aprobó con el voto en contra de Vox que, en boca del diputado por Jaén, Benito Morillo, tildó de “revanchista” la Proposición y añadió que “su único objetivo es reavivar odios y rencores”.
Santiago de Córdoba asegura que la suya es una lucha “quijotesca”. No solo las instituciones públicas están incumpliendo la Ley de Memoria Democrática. Tampoco prosperó su demanda interpuesta ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Jaén en 2016 al no reconocerle legitimidad para ejercer la acción popular en esta materia. Según la sentencia de julio de 2017, sí que podrían hacerlo los concejales del Ayuntamiento de Andújar y también la Asociación de Memoria Histórica, pero hasta ahora ninguno de ellos ha querido dar ese paso. “Siento vergüenza ajena de esta izquierda roja o progresista que en Jaén, Sevilla y Madrid son ‘salvapatrias’ y en Andújar, cobardes”, zanja el historiador iliturgitano, que llegó a ser en la década de los años noventa concejal socialista del Ayuntamiento de Andújar, además de investigador del movimiento obrero, el sindicalismo y el socialismo español.
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