El alcalde de Sevilla se replantea ahora uno de sus principales proyectos urbanísticos: “Si hay zonas inundables, más vale olvidarse”
“No tiene sentido que pensemos en urbanizar zonas inundables”, ha dicho José Luis Sanz en la SER sobre su plan para construir viviendas y equipamientos de ocio en la Dehesa de Tablada, a la orilla del Guadalquivir
Pocas semanas después de tomar posesión de su cargo como alcalde de Sevilla, el popular José Luis Sanz, ratificaba su intención de avanzar en una de las iniciativas que más sorprendió durante la campaña electoral: urbanizar parte de los terrenos de la dehesa de Tablada, a orillas del Guadalquivir, calificados en el actual Plan General de Ordenación Urbana cono suelo no urbanizable de especial protección. “Quiero que Tablada sea un grandísimo pulmón verde de la ciudad, pero tiene que ser compatible con equipamientos deportivos, culturales y, evidentemente, residencial para Sevilla. La dehesa de Tablada es una zona magnífica para que la ciudad se siga desarrollando y siga creciendo”, dijo en julio de 2023, una afirmación que reiteró el pasado mes de agosto, pese a las advertencias de movimientos ecologistas y ciudadanos que advertían de que sus casi 400 hectáreas eran terreno inundable.
Las desoladoras consecuencias de la dana a su paso por la Comunidad Valenciana, sin embargo, han hecho replantearse al regidor uno de sus proyectos urbanísticos estrella: “Este tipo de catástrofes nos tiene que llevar a repensar muchas cosas y si, evidentemente, hay zonas que son inundables, más vale olvidarse de ellas. No tiene sentido que pensemos en urbanizar zonas inundables, como las que se han inundado en Valencia”, reflexionó Sanz este lunes durante su intervención el programa Hoy por Hoy de Radio Sevilla, en la Cadena Ser.
El anuncio de la reurbanización de Tablada para incorporar viviendas y equipamientos de ocio contó desde el primer momento con la oposición de los vecinos y asociaciones ecologistas, que en 2021 se habían constituido alrededor de la Mesa Ciudadana por Tablada para preservar ese espacio de la especulación y garantizar su condición de terreno no urbanizable. En 2023 ya advirtieron de que urbanizar la dehesa era un despropósito urbanístico y ambiental.
“En este tiempo nosotros siempre hemos insistido en el carácter inundable, la inundabilidad se recoge en los estudios que se realizaron para el PEGOU de 2006, también el que aprobó la Junta de Andalucía en el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (POTAUS) de 2009, que lo calificaba como parque metropolitano y, posteriormente, en el Sistema de Cartografía de Inundaciones del Ministerio de Transición Ecológica”, indica Enrique Hernández, profesor de Geografía de la Universidad de Sevilla y portavoz de la Mesa Ciudadana por Tablada. “No era ninguna sorpresa”, abunda.
TABLADA ES ZONA INUNDABLE 👇(hilo) pic.twitter.com/5eK7Nco4pY
— Mesa Ciudadana por Tablada (@MesaporTablada) March 13, 2024
También el Tribunal Supremo en una sentencia de 2013, ratificó que los terrenos de Tablada debían mantener su calificación de “suelos no urbanizables de especial protección” que le otorgaba el PGOU vigente, en contra de la reclamación de las entidades propietarias de los terrenos que habían presentado un recurso contencioso administrativo contra el Plan por no estar de acuerdo con la catalogación de los terrenos. “Y la decisión no venía avalada por cuestiones ecológicas o medioambientales, el Supremo blindaba el suelo no urbanizable por el argumento de la inundabilidad”, apunta Hernández. En estos meses, el alcalde ha reconocido que la reurbanización de la dehesa de Tablada pasaba por la elaboración de un nuevo PGOU, al entender que la actual planificación urbanística de la capital andaluza está “agotada” y no ha resuelto los problemas de la ciudad.
Las imágenes posbélicas que siguen llegando de algunos municipios de la Comunidad Valenciana con viviendas y urbanizaciones construidas en zonas inundables ha obligado al alcalde a replantearse el proyecto, pero los vecinos no terminan de fiarse. “A nosotros nos parece perfecto que cambie de opinión, pero son declaraciones a vuela pluma”, advierte Hernández. Desde Mesa Ciudadana por Tablada, que engloba a casi 40 asociaciones vecinales y ecologistas, han pedido una reunión con el regidor para que pueda explicarles su cambio de parecer y, a la vez, que los vecinos puedan apoyar para impulsar que se convierta de una vez por todas en un espacio público y una infraestructura verde de la ciudad, tal y como reclamaron en change.org hace justo un año recabando más de 32.000 firmas de apoyo.
367 hectáreas controvertidas
El Ayuntamiento no ha podido confirmar a este diario cómo se va a abordar el replanteamiento del destino de los terrenos de la dehesa de Tablad tras las declaraciones del alcalde de este lunes. Fue en el anterior mandato, con el socialista Antonio Muñoz como alcalde, cuando se impulsó el proyecto de convertir la dehesa un parque periurbano, que fue aprobado en 2015, en un pleno en el que el PP se abstuvo. “Existía unanimidad en que Tablada debía ser el pulmón de Sevilla por eso encargué un informe jurídico para estudiar cómo hacernos con los terrenos”, explica Muñoz, sobre el alto coste y las dudas jurídicas sobre cómo abordar la adquisición. El informe estipulaba que como la Junta había considerado en el POTAUS que la dehesa debía considerar un parque metropolitano, le correspondía a esa administración proceder a la expropiación. “También se decidió crear un consorcio con la Junta y los ayuntamientos vecinos para asumir el mantenimiento del parque”, añade el exalcalde. Se estableció entonces una hoja de ruta que quedó truncada tras las elecciones municipales de 2023 y el cambio de Gobierno municipal
Y es que las 367,4 hectáreas sobre las que se extiende la dehesa de Tablada llevan siendo objeto de controversia desde que el Ministerio de Defensa —que adquirió esos terrenos al Ayuntamiento de Sevilla en los años 40 del siglo pasado para explotar el aeródromo― los sacara a pública subasta en 1997. Entonces las dos cajas sevillanas adquirieron los terrenos por 36 millones de euros –”el consistorio no se movilizó para haber exigido el reintegro de ese suelo a la ciudad”, apunta Hernández-, que volvieron a sacar la venta en 2001 y que adquirió por 82 millones (el doble) de euros un conglomerado de promotoras inmobiliarias bajo el nombre de Tablada Híspalis con la intención de construir viviendas.
En este tiempo se han sucedido los pleitos en los tribunales vinculadas con las expectativas especuladoras de los nuevos titulares que han reclamado al Ministerio de Defensa una indemnización por la compra de los terrenos, alegando daños y perjuicios porque en este tiempo han debido de prescindir de 200 metros reservados como dominio público terrestre, en virtud de otra sentencia judicial. Los tribunales también han tumbado en dos ocasiones los intentos del Ayuntamiento hispalense para expropiar esos terrenos.
La última vez que la dehesa de Tablada se inundó fue en la década de los 50 del siglo XX. Para que la reurbanización que parece que ahora descarta el alcalde, pudiera realizarse tendría que levantarse un dique de unos 3,6 metros de altura, “una barrera visual que destruiría paisajísticamente el cauce del Guadalquivir”, advierten desde la Mesa Ciudadana por Tablada y que, señalan, libraría de inundaciones en Tablada, pero trasladaría los riesgos a otras zonas de Triana, la Cartuja, el Estadio Olímpico o el municipio de Camas. “Es factible convertir Tablada en un corredor verde, en una zona verde pública”, sostiene Hernández. “La opinión pública está a favor, hay fondos europeos, está la ley de restauración de la naturaleza aprobada recientemente por la UE, que impide la pérdida de espacio urbano verde. El consorcio era también una buena idea que ha funcionado a la hora de recuperar otros espacios”, abunda.
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