Ir al contenido
_
_
_
_

Las 30 muertes de migrantes en el mar en Ceuta superan las cifras de todo 2024

Los buzos de la Guardia Civil sacaron los cuerpos de tres fallecidos este miércoles y el Servicio Marítimo reanimó a un joven en la patrullera

Los buzos del GEAS de la Guardia Civil recuperaban un cadáver en la playa de San Amaro, en la bahía norte de Ceuta, el pasado miércoles.
Juana Viúdez

Cuatro jóvenes que nadan en aguas próximas a Ceuta reciben una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Ceuta con llantos y gritos de nerviosismo. Una voz les pide que estén tranquilos. Mientras el primero sube por la escalerilla, con rostro exhausto, se lleva la mano a la boca y lanza un beso de agradecimiento al agente que le tiende la mano para ayudarle a subir a la embarcación. Ninguno de los jóvenes lleva traje de neopreno que le proteja del frío o ayude a flotar. Van subiendo con la ropa mojada, camiseta y pantalones cortos, como recién salidos de la playa. Uno lleva unas aletas; otro, todavía en el agua, se agarra a un flotador medio desinflado. Un tercero se ha metido unas chanclas por los brazos y las lleva encajadas en los sobacos. Se sigue escuchando el llanto entrecortado del cuarto, el más pequeño, con aspecto de tener 12 o 13 años. La escena, ocurrida una noche de este verano en la ciudad autónoma, muestra la fina línea entre la vida y la muerte de los numerosos migrantes que intentan cruzar a Ceuta a nado desde Marruecos. En lo que va de año, el grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) ha recuperado los cuerpos de 30 personas de las playas de la ciudad o de sus aguas que han muerto intentando llegar a territorio español. La cifra, que se ha incrementado en las últimas semanas, supera con creces a las 21 personas muertas en el mar en todo 2024.

Este miércoles fue un día especialmente trágico en la ciudad autónoma que hace de frontera sur de Europa. Los buzos del GEAS recuperaron tres cuerpos durante el día. Por la noche, el Servicio Marítimo sacó del agua a un nadador que no respiraba y tenía el pulso muy débil. Tuvieron que practicarle la maniobra de Heimlich en la patrullera y una ambulancia del 061 lo llevó al hospital, ya estabilizado. “Le pillaron comprometido. Tuvo mucha suerte de que la embarcación pasara cerca de él porque fue cuestión de minutos”, señalan fuentes de la Guardia Civil.

Agentes de los GEAS de la Guardia Civil rescatan el cadáver de un joven del agua en Ceuta, el pasado miércoles.

“Supera el número de víctimas de violencia de género, que son 27 mujeres asesinadas en lo que va de año. Y se ha normalizado tanto”, se lamenta Rachid Sbihi, secretario provincial de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Ceuta. “Es algo cotidiano, son pobres, son desgraciados, no votan. En las noticias van en el cuarto o quinto puesto. Lo que costaría hacer un minuto de silencio”, añade.

En las últimas semanas, el diario el Faro de Ceuta ha publicado las peticiones de más de 30 familias que no localizan a sus seres queridos después de haber intentado llegar a nado a Ceuta. “Se intenta hacer una cadena que a veces resulta. Las familias nos piden ayuda. Hacemos artículos y, a veces, hay suerte y se puede saber quiénes son. Esto permite que el cuerpo vaya a su país y las familias puedan verlos y velarlos", explican en el diario.

Un allegado de Tawfiq y Mohamed, dos niños de Beni Said, en la provincia marroquí de Tetuán, en el norte de Marruecos, ha acudido a la ciudad autónoma para intentar identificar dos cuerpos que fueron recuperados el viernes 5 de septiembre con horas de diferencia. Las descripciones físicas y de la ropa que llevaban coincidían, pero el juez tenía que pronunciarse el jueves, sobre si la información que le habían entregado era suficiente.

En el cementerio musulmán de Sidi Embarek se ha celebrado este viernes el entierro de un fallecido sin identificar hallado el pasado 21 de agosto. Se cree que es un joven argelino, al que reconoció un amigo que también llegó a la ciudad autónoma a nado. Sus restos, enterrados bajo la lápida 5.200, también tienen todavía que esperar a que terminen los trámites oficiales para ponerle nombre.

El proceso de identificación de los fallecidos es lento. Requiere el cotejo con muestras de ADN de familiares que en la mayoría de las ocasiones no pueden entrar desde Marruecos, de donde proceden la mayoría de los fallecidos, por falta de visado. Los trámites para enviar estas muestras a través de Interpol al país alauí u otros países llevan tiempo. Esa espera, unida a la falta de cámaras de enfriamiento del Instituto de Medicina Legal cuando se dan muchos casos seguidos, hace que sean enterrados sin identificar. “La plantilla está mermada, sobrecargada y saturada en un momento crítico en el que no paran de llegar cuerpos sin vida a nuestras costas como consecuencia de drama migratorio”, denuncia la formación localista Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), que ya en febrero alertó de la falta de cámaras de enfriamiento y congelación y pidió al Ministerio de Sanidad que los facilitara. “Acaban siendo enterrados en la más absoluta soledad, sin posibilidad de ser repatriados, ni de recibir con dignidad el último adiós”, se lamentaban entonces.

Sigue la presión

Ceuta sigue sometida, también en septiembre, a numerosos intentos de nadadores para cruzar desde Marruecos. Todavía no hay cifras oficiales de la primera quincena del mes, pero entre el 1 de enero y el 31 de agosto accedieron 2.014 inmigrantes a la ciudad autónoma por vía terrestre, un 5% más que el año anterior. Las entradas a nado suponen alrededor de un 80% de esa cifra, mientras que el resto accede por el vallado fronterizo. Más de la mitad de estas personas, 1.036, llegaron a la ciudad de forma irregular en julio (474) y agosto (562).

Los agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil trabajan en coordinación con los efectivos marroquíes para, en primer lugar, auxiliar a los nadadores y realizar las labores de control migratorio. “Están hipotecados en la frontera, no pueden hacer otra cosa”, comenta una fuente conocedora de estos dispositivos. Diversas asociaciones profesionales han denunciado este verano que los agentes se sienten “desbordados” y la falta de medios adecuados para hacer estas tareas.

Las personas que saltan desde en Fnideq (antigua Castillejos), la localidad marroquí que limita con el sur de Ceuta, para cruzar a nado superan el centenar las noches con malas condiciones de visibilidad, que suele coincidir con el levante, o en una noche de lluvia, coinciden dos fuentes. Un día “tranquilo” rondan entre 60 ó 70 intentos, estima una de ellas. En el mes de septiembre, se añade, al riesgo de desorientarse y seguir nadando mar adentro, que el agua está más fría y pueden sufrir hipotermias, como ocurrió con algunos de los últimos cuerpos hallados.

La ciudad autónoma, con 83.000 habitantes, sigue haciéndose cargo de cerca de 570 menores migrantes, lo que supone un 2.000% de su capacidad de acogida. El 80% de esos menores están en recursos de emergencia y provisionales. Desde el momento en el que el Gobierno publicó el decreto para la distribución de menores migrantes, que permite a las comunidades que están desbordadas pedir la declaración de contingencia migratoria, la ciudad autónoma solicitó acogerse a esta medida y ya está enviando los expedientes individualizados de los menores a la Delegación del Gobierno para que se resuelva el destino y los tiempos con el Ministerio de Juventud e Infancia. “Es un drama y es doloroso. Los intentos y la gente a nado ocurren todos los días. Y hay preocupación por el colapso del sistema de acogida. No es que haya una situación de excepcionalidad, como en mayo del 2021 o como en agosto del año pasado, pero es un goteo continuo”, relatan fuentes del Gobierno de la ciudad.

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), dependiente del Gobierno, con capacidad para 512 personas, alberga a cerca de un millar de personas, entre los que pueden dormir dentro y los que pernoctan fuera, que tienen acceso a los servicios del centro, como las tres comidas diarias, medidas sanitarias de aseo y ducha, enfermería, ropa y elementos de higiene. La delegada del Gobierno, Cristina Pérez, explicó este miércoles se está “dando celeridad” a los traslados a la península, siguiendo todos los trámites. “Ahora mismo, el único problema es habitacional porque no tenemos recursos dentro del CETI para dar respuesta a esta presión migratoria que estamos viviendo, pero en cualquier caso tratamos de que estén en las condiciones más dignas posibles”, reconoció.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_