El Gobierno choca con el PP sobre el plan de universidades: “No va de públicas o privadas, sino de buenas o malas”
Feijóo ataca a Sánchez por sus críticas a algunas entidades privadas: “Hay bastantes más chiringuitos en el Gobierno”, Génova sostiene que el Ejecutivo busca “enfrentar” nuevamente a dos bandos y Ayuso las tilda de persecución “ideológica”
Los campus universitarios se han convertido en el último gran frente de la batalla política e ideológica que mantienen Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El PP ha salido en tromba contra la ofensiva del Gobierno mediante el endurecimiento de los requisitos para las universidades privadas para mejorar su calidad que el presidente anunció este lunes y se ha aprobado este martes en el Consejo de Ministros. El líder de la oposición ha hecho tándem con Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de Madrid, la comunidad con mayor presencia de centros privados de España y la que más infrafinancia a la pública, que ha llegado a acusar a Sánchez de “sectario”. “Esto no va de universidades públicas contra universidades privadas. De hecho, en este país hay magníficas universidades públicas y magníficas universidades privadas”, ha contratacado La Moncloa a través de Pilar Alegría.
La portavoz del Ejecutivo, que además es ministra de Educación, ha acusado a Feijóo y Ayuso de orquestar una nueva confrontación con el Ejecutivo que parte de una premisa falsa: el rechazo del Gobierno de coalición progresista a las universidades privadas. “Es mentira”, ha sentenciado la ministra, que ha instado a la presidenta madrileña a incrementar el presupuesto de las universidades públicas. Madrid, que cuenta con 13 universidades privadas, es la comunidad que menos dinero invierte por alumno en sus seis universidades públicas (un 21% menos que la media) de España, pese a su enorme renta per cápita regional (36,5% más). Con esta premisa, Alegría ha diferenciado las universidades privadas con años de experiencia de aquellas “que lo único que tienen de universidad es el nombre y que suelen ser fondos de inversión”. “Lo único que buscan es generar negocio. Tienen un número muy escaso de estudiantes, prácticamente no ofertan un número claro de grados universitarios ni de másteres. En definitiva, es sencillamente un negocio para expender títulos”, ha apostillado.

El PP ha optado por ignorar los nuevos criterios de apertura de los centros privados que impulsa el Gobierno, como que los campus lleguen a los 4.500 alumnos en sus primeros cinco años de andadura, y que sus promotores cuenten con experiencia en la gestión universitaria. Feijóo considera que se trata de un ataque generalizado de Sánchez contra las universidades privadas, algo que niegan tajantemente en La Moncloa. Desde 1988 no se abre una universidad pública en España y se han inaugurado 26 privadas. “Hay bastantes más chiringuitos en el Gobierno de Sánchez que en el ámbito de la educación superior”, ha afirmado Feijóo a su llegada a un desayuno organizado por La Razón en Madrid después de que Sánchez se refiriese el lunes como “chiringuitos” a determinadas “academias” que no pueden ser consideradas universidades y que expenden títulos auspiciados por gobiernos autonómicos que habrían optado por “ahogar” a las públicas. Génova sostiene que lo que busca La Moncloa con este movimiento es “enfrentar” nuevamente a dos bandos: los alumnos de la pública y de la privada para polarizar el debate político, según varias fuentes de la dirección popular.
“Solo puedo mostrar respeto porque en el ranking de universidades, en las primeras hay privadas”, ha afirmado Feijóo. “Es verdad que no conozco en profundidad las privadas como Sánchez porque yo estudié una pública. Quizás lo dice porque en alguna universidad con la que tuvo contacto puede entender que no tenía la calidad universitaria suficiente. Pero eso es un problema de Sánchez, no mío”, ha ironizado aludiendo a la formación del presidente, que se licenció en una universidad privada y se doctoró en otra. El portavoz del PP, Borja Sémper, había exigido ya este lunes a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, que rectificase sus declaraciones del fin de semana —que acusó a los alumnos de las universidades privadas de “comprarse el título”—, y pidiese “perdón a las familias que hacen un esfuerzo enorme por la universidad privada”. “Que nadie intente llevarnos a esa confrontación de universidades públicas contra universidades privadas, porque entonces estarán sencillamente mintiendo y engañando”, ha discrepado Alegría.
Previamente, Ayuso se ha sumado a la estrategia de Feijóo tachando los planes del Gobierno como un “ataque ideológico” con el objetivo “de llevarlo todo al guerracivilismo para que España se parta en dos de forma permanente”. En esa línea, Díaz Ayuso ha defendido la colaboración público-privada como la fórmula que ha permitido a la Comunidad de Madrid levantar 12 hospitales, ha dicho durante el V Foro Wake up Spain, organizado por Invertia y El Español. Atacan a las privadas “porque quieren que nada mejore y que nada vuele libremente”, ha añadido. “La universidad privada no resta alumnos a la pública porque a la universidad pública se accede libremente por una nota de corte”. Según la presidenta de la Comunidad de Madrid, en la universidad pública hay 205.000 alumnos y en la privada 103.000 “que son jóvenes que luego tendrán arraigo en la ciudad donde pasaron los mejores años de su vida”.
“Es sectario y es no estar en el mundo, atacar a las universidades privadas. Muchas veces los alumnos no son familias ricas y es un suicidio atacarlas”, ha insistido la baronesa del PP. “Somos el país de las clases medias y ese es nuestro mejor tesoro”.
Dimisión de Montero
Feijóo ha pedido además la dimisión de Montero por otras declaraciones de este sábado, las referentes a la sentencia de Dani Alves, que le declara no culpable. “Todo parece indicar que es una instrucción de Sánchez para deslegitimar la independencia judicial”, ha dicho Feijóo. El jefe de la oposición ha exigido la dimisión de la número dos del Gobierno y, en caso contrario, que sea el presidente quien la cese. Feijóo ha deslizado que si Sánchez no destituye a la vicepresidenta segunda es porque sus declaraciones forman parte de una “estrategia” y “hoja de ruta” del Gobierno para “deslegitimar” el poder judicial porque el jefe del Ejecutivo está “ahogado” en causas de corrupción, en alusión velada a la imputación de su esposa, su hermano, del exministro José Luis Ábalos y del fiscal general del Estado.
En esa “hoja de ruta”, el presidente querría “deslegitimar a los jueces” anticipándose a eventuales futuras sentencias en su contra, sostienen los populares. “Fíjense en Francia. Por temas similares o menores de algunas actitudes o conductas que afectan a la propia presidencia del Gobierno es inhabilitada la candidata a la presidencia de la República Francesa. Dejemos que los jueces actúen, hay posibilidad de apelar y recursos. Esta es la grandeza del Estado de derecho”, ha afirmado Feijóo.
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