Los conflictos provinciales enturbian el congreso de unidad de Montero en el PSOE andaluz

Desde que es secretaria general de los socialistas andaluces, María Jesús Montero ha dado dos órdenes a la federación más numerosa del PSOE: una ha sido la de adelantar la fecha de celebración de los congresos provinciales para que en la primera semana de abril estén en estado de revista. Todos la han secundado. Y la segunda, expresada como un “deseo”, es que haya una “lista única” a las secretarías provinciales. Por ahora, en eso no se le está haciendo caso: en siete de las ocho provincias hay batallas en marcha incluso algunas traspasan el ámbito de las escaramuzas. “Vamos a ir a la guerra”, dice un dirigente gaditano que pretende desbancar al secretario de Cádiz, Juan Carlos Ruiz-Boix. Estos conflictos provinciales enturbian el próximo congreso de unidad del PSOE andaluz.

Salvo en Sevilla, con un partido liderado por Javier Fernández de los Ríos, en el resto de las provincias hay señales de humo de que algo se está cociendo o quemando. Esa es la foto en este momento, aunque aún queda mucho tiempo para conocer el desenlace final. El mensaje que algunos transmiten en nombre de Montero de que nadie salga hasta después del congreso regional del 22 y 23 de febrero es una quimera porque justamente el plazo de presentación de precandidaturas a las secretarías provinciales está fijado para el 24 y 25 siguientes.

Todos están jugando sus cartas en unas agrupaciones mortecinas, sin poder institucional que sostenga tanta demanda de colocación, y dónde estar en las direcciones provinciales o regional aumenta las posibilidades de sacar billete para ir en las próximas listas electorales. De esta situación, aunque sin tirar cohetes, se salvan las agrupaciones de Sevilla y Jaén porque conservan las presidencias de las diputaciones provinciales.

En Jaén, Cádiz y Córdoba hay previstas dos listas que se dirimirán en primarias una vez que se recojan los avales y en el resto no se descartan. El pasado sábado la portavoz del grupo parlamentario socialista, Ángeles Férriz, anunció su candidatura a la secretaría general del PSOE de Jaén, que, aunque es la cuarta agrupación en número de militantes, resulta clave históricamente en la estructura del PSOE andaluz. Jaén fortalece o debilita a la dirección regional porque sus militantes siempre van a una. Férriz aprovechó la celebración del comité provincial para hacer el anuncio, lo que suscitó una sorpresa total. El secretario general, Paco Reyes, abrió este cónclave asegurando que daba un paso al lado (lleva 14 años en el cargo), aunque lo condicionaba a que hubiera un proyecto unitario. Y cerró el comité no descartando un nuevo mandato. Reyes patrocina la candidatura de Juan Latorre, alcalde de Arjona, localidad jiennense de 5.350 habitantes.

Montero conocía previamente la decisión de su portavoz parlamentaria, pero ni la frenó ni la autorizó. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda quiere a gente dedicada al cien por cien al trabajo en el partido y en el Parlamento porque ella no dispone de tiempo para estar a diario en la sede regional de San Vicente, donde ya ha acudido en varias ocasiones a su despacho sin que hubiera convocatoria oficial.

En Cádiz tampoco habrá candidatura de unidad. A la del secretario general del PSOE gaditano, Juan Carlos Ruiz-Boix, se enfrentará la de Jaime Armario, impulsada por la anterior secretaria general, Irene García. Armario hizo público el pasado martes un comunicado en que anunciaba su candidatura “tras muchos meses de reflexión, propiciada por una escucha activa con militantes y agrupaciones” y ante la necesidad de “renovar su liderazgo provincial para trabajar cada día el territorio, que lo conozca a fondo y que lo haga con una dedicación plena”. Criticaba de esta manera a Ruiz-Boix, que además de alcalde de San Roque es diputado en el Congreso.

En Córdoba también “va a haber una alternativa” impulsada por un grupo de alcaldes a la actual secretaria general, Rafi Crespín. El que fuera líder del partido y presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, aseguró a este periódico: “No estamos de acuerdo con la labor realizada por los resultados obtenidos en las cinco últimas convocatorias electorales. El PSOE no ha ganado ninguna cuando venía de ganar las últimas cinco y por las mismas razones que se ha argumentado con Juan Espadas (perdió cuatro elecciones con él al frente del PSOE andaluz) la actual secretaria no debería seguir”. Ruiz asegura que esta semana se sabrá el nombre del aspirante y que será un alcalde.

En Málaga hay hasta tres posibles aspirantes a liderar el partido. El actual secretario general, Dani Pérez; el secretario provincial de Organización, José Bernal; y el portavoz adjunto de la ejecutiva regional y diputado autonómico, Josele Aguilar. Por ahora ninguno lo ha anunciado públicamente, pero tampoco lo han desmentido.

En Huelva, Granada y Almería están siendo más prudentes y oficialmente se evitan los pronunciamientos explícitos, pero también los movimientos internos dejan rastro, como atestiguan varias fuentes de estas agrupaciones. En la provincia con menos militantes de Andalucía, Huelva, no está clara la continuidad de Maru Limón al frente de la secretaría general, ni ella ha dicho que aspire a otro mandato. Por el contrario, el almeriense Juan Antonio Lorenzo ya ha anunciado su candidatura, pero no se descarta una alternativa. El granadino José Entrena ya anunció su retirada como secretario general y ahora se barajan otras opciones entre las que destaca la del actual delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, aunque no es la única.

Lo único que unen a todos los candidatos anunciados y presuntos es en el apoyo absoluto a María Jesús Montero. Pero este respaldo no es extensible a los que dicen ser emisarios suyos y que piden “paciencia y tranquilidad” hasta celebrado el congreso regional de dentro de 10 días. Nadie les reconoce autoridad alguna a estos portavoces (“la oralidad no funciona en el partido”, afirma un veterano) e incluso hay dirigentes que aseguran que a Montero le “están contando de manera distorsionada” la realidad de cada agrupación provincial socialista.