Sánchez culmina el ‘plan renove’ del PSOE en Madrid y Comunidad Valenciana en su estrategia para ser reelegido en 2027
El presidente confía en recuperar con López y Morant el gen competitivo en dos comunidades clave que en las elecciones generales eligen a una quinta parte de los diputados del Congreso
Madrid, con 37 escaños, y la Comunidad Valenciana, con 33, son la tercera y cuarta comunidad que más diputados reparten en el Congreso. Nada más y nada menos que una quinta parte de los 350 asientos del Parlamento. Andalucía (61) y Cataluña (48) son las únicas autonomías que las superan en representación. Pedro Sánchez sabe que no le vale solo con el tirón de Salvador Illa y al riesgo que supone jugarse casi a una carta que el PSC sea su principal nutriente de votos si aspira a tener opciones de seguir otra legislatura en La Moncloa. Por eso precipitó la celebración del último Congreso Federal del PSOE a finales del año pasado en Sevilla, consciente de la condición estratégica de las autonomías más pobladas y del margen de crecimiento del PSOE tras el descalabro territorial de 2023.
La parada del líder del PSOE este fin de semana en Comunidad Valenciana y Madrid (dos de las 11 comunidades que preside el PP) tienen por ello una dimensión especial. El despliegue de Sánchez, Illa y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que repetirán cartel en los dos congresos, muestra la relevancia que en Ferraz y La Moncloa le otorgan a ambos territorios, que aglutinan a 12,5 millones de habitantes, el 25% de la población de España. La situación de la que parten Diana Morant y Óscar López es dispar. La sensación que recorre al PSPV-PSOE es que la gestión del presidente autonómico, Carlos Mazón, ha hecho de la dana puede propiciar un cambio rápido en la Generalitat tras el golpe emocional que supuso la pérdida de poder institucional en las elecciones de 2023. “El partido está en posición de gobernar, puede haber vuelco en solo una legislatura”, creen en la dirección de la tercera federación con más militantes tras Andalucía y Madrid (el PSC es el partido hermano del PSOE en Cataluña). La misión del ministro de Transición Digital y Función Pública y exjefe de gabinete de Sánchez se antoja mucho más ardua en Madrid, donde el PP gobierna de forma ininterrumpida desde 1995. Y cuya presidenta, Isabel Díaz Ayuso, compite con el teórico líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como referente de la derecha.
El congreso de Valencia no está pensando para reforzar sin más a la ministra de Ciencia, que cumple justo un año de que fuera elegida la candidata de consenso para suceder a Ximo Puig. “Diana está fuerte porque cuenta con el respaldo de Sánchez, como se ha visto en otras federaciones”, resaltan en la cúpula del PSPV, donde abundan quienes piensan que Morant tiene que aprovechar la ocasión para dar un golpe de autoridad. Y la manera de hacerlo sería remozando los liderazgos provinciales. Los primeros movimientos ya se han producido: el alcalde de Riba-roja, Robert Raga, dará el paso según distintas fuentes de la federación y se postulará para liderar el partido en la provincia de Valencia, responsabilidad que ahora desempeña el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, que el año pasado fue nombrado vicesecretario general del PSPV dentro del pacto que coronó a Morant.
La candidatura de Raga se enmarca dentro de la estrategia de los afines a Morant para hacerse con el control de la segunda provincia con más militantes de España. El secretario provincial de Alicante, Alejandro Soler, que también es el presidente de la federación, fue el otro aspirante que el año pasado dio un paso atrás tras la mediación de Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, para no tensar al partido en unas primarias. Soler entró en la actual dirección federal del PSOE y tiene detractores que opinan que no debería acumular tantos cargos orgánicos. “Es la oportunidad de ordenar el partido y demostrar quién manda”, sentencian voces muy bien posicionadas de la federación. El empuje de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, a la que Sánchez incorporó en su ejecutiva en el congreso de Sevilla, es tan indiscutible como el de Morant. Todas las voces consultadas la sitúan dentro de dos años como la candidata al Ayuntamiento de Valencia.
Donde ahora mismo no hay ruido interno es, pese a la fama que lo persigue, en el PSOE madrileño. El apoyo de Sánchez impone y es determinante, como se acaba de demostrar en Aragón, donde Pilar Alegría no ha necesitado ir a primarias para ser la sucesora de Javier Lambán, que el miércoles anunció su renuncia como senador por designación autonómica y su retirada de la vida política institucional. López fue proclamado secretario general sin necesidad de primarias tras la crisis que acabó con la dimisión de Juan Lobato después de que registrara ante notario cómo el pasado 14 de marzo Pilar Sánchez Acera, en ese momento la jefa de gabinete de López en La Moncloa, le facilitó información sobre el fraude de la pareja de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el correo electrónico en el que el abogado de Alberto González Amador había propuesto un acuerdo a la Fiscalía reconociendo delitos fiscales. Una jugada que en el PSOE no se entendió y puso en el disparadero a Sánchez Acera.
Dos meses después, la federación ha dejado atrás el trauma en que se vio inmersa. López ha inaugurado la nueva etapa con un estilo mucho más combativo, yendo al cuerpo a cuerpo con Ayuso, que el de su predecesor. “El ambiente ha mejorado mucho, lo que está haciendo Óscar desde que ha llegado con sus andanadas a Ayuso es muy agradecido por la militancia. Ha levantado el ánimo en el partido”, resume un histórico del socialismo madrileño. “La clave es movilizar a nuestro electorado, despertarles y sacarles de la desafección. Ya ganamos en 2019, pero Ciudadanos prefirió al PP. Tenemos que hacerles creer a los madrileños que es posible gobernar y eso pasa por ejemplo por que capitalicemos las medidas sociales del Gobierno como la revalorización de las pensiones, la subida del salario mínimo o las ayudas al transporte. Tiene que quedar claro que llevan el sello del PSOE”, apostilla un referente del PSM.
El lema escogido para el congreso madrileño, Izquierda Valiente, es la idea que López quiere transmitir para recuperar terreno y arrebatar, para empezar, a Más Madrid el rol de principal partido de la oposición. La abogada laboralista, política y fundadora de la ONG Movimiento por la Paz Paca Sauquillo será nombrada presidenta del PSOE de Madrid, otro guiño clarísimo a la izquierda madrileña. Pero habrá más y de muchísimo calado: Sánchez Acera tendrá “un papel importante” en la ejecutiva de López. La opinión unánime de todos los cuadros consultados es que será la próxima secretaria de Organización de la federación más indómita del PSOE.
La supervivencia política del presidente del Gobierno depende en gran medida del éxito que tenga el rearme en que los socialistas se encuentran inmersos en los territorios. Una renovación de liderazgos ejecutada con pesos pesados del Gobierno, con el relevo de Juan Espadas por la vicepresidenta primera María Jesús Montero como bandera. Sánchez confía en recuperar el gen competitivo en los territorios con un desembarco de ministros en las baronías que contribuya a otra remontada en las próximas elecciones generales. Sánchez insiste en que no tiene ninguna intención de adelantar esos comicios antes de 2027. Así lo ha repetido en las últimas semanas en los congresos autonómicos de Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura y Canarias. Hay dirigentes socialistas que han asistido a esos cónclaves que especulan con que Sánchez pueda decidirse por un superdomingo electoral con legislativas, autonómicas y municipales, pero lo único cierto es que nadie en el PSOE se atreve a descartar cualquier posibilidad con un presidente tan hermético como imprevisible.
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