Vitoria quiere volar a Nueva York

El aeropuerto de Vitoria, también conocido como aeropuerto de Foronda, quiere convertirse en cabecera de los vuelos transoceánicos desde Euskadi. No es la primera vez que lo intenta y no va a ser una tarea fácil, pero el compromiso está escrito en el programa del nuevo Gobierno vasco PNV-PSE liderado por el lehendakari Imanol Pradales. “Impulsar el aeropuerto de Foronda y sus instalaciones como aeropuerto de referencia de Euskadi para las conexiones transoceánicas y de mercancías”, se lee en la hoja de ruta que se ha marcado el gabinete Pradales para los próximos años.

Los primeros pasos ya se han dado. “Se están teniendo conversaciones con distintas aerolíneas para ver en qué punto podemos estar y nuestro objetivo es conseguirlo”, explica María Nanclares, concejala de Promoción Económica del Ayuntamiento de Vitoria y consejera de VIA, la sociedad encargada de promover la actividad en el aeropuerto en la que están la Cámara de Comercio de Álava, la Diputación alavesa, el Ayuntamiento de Vitoria y el Gobierno vasco. VIA ha encargado la redacción de un plan estratégico para el aeropuerto en el que se estudiará la viabilidad de los vuelos de larga distancia. Si todo va bien, ese plan estratégico podría dar pie a la licitación de un contrato para atraer ese tipo de vuelos a Vitoria. Nanclares, en todo caso, prefiere hablar con cautela: “El plan estratégico es el que marcará si vamos a poder llegar o no a ese objetivo”.

A favor del aeropuerto de Vitoria juega su pista de aterrizaje, una de las más largas de España con tres kilómetros y medio de longitud. “La pista de Foronda es lo suficientemente grande como para meter el avión más grande del mundo cargado hasta arriba de pasajeros, combustible y maletas. Es un aeropuerto seguro, en medio de La Llanada alavesa, con las mejores ayudas a la navegación”, explica el periodista Pedro Gorospe, que lleva volando en Foronda desde 1990 como miembro del Aeroclub Heraclio Alfaro. Las condiciones técnicas de la pista de Foronda siempre se han presentado como las más avanzadas del entorno, pero Vitoria ha demostrado enormes dificultades para atraer vuelos regulares hasta el punto de que, durante los años de la Gran Recesión, Aena llegó a recortar la operatividad del aeropuerto a tan sólo 12 horas al día. En 2013 Foronda tocó fondo con 6.912 pasajeros en todo el año.

Foronda nació en 1980 con la vocación de ser el principal aeropuerto del País Vasco y referente en el norte de España, pero el sueño no duró demasiado. Con la apertura del aeródromo que había impulsado la Diputación foral de Álava, Iberia trasladó a Vitoria buena parte de sus vuelos de Bilbao y el aeropuerto se estrenó con 51 vuelos semanales a ciudades como Madrid, Barcelona, París o Frankfurt. Pero apenas tres años después Iberia empezó a retirar los vuelos y los fue retornando a Bilbao. No eran rentables económicamente, argumentaba Iberia, y de fondo se vivía la que se llamó “la guerra de los aeropuertos”. “Eso fue una batalla más política que otra cosa porque, atendiendo a criterios técnicos, Vitoria era mucho mejor aeropuerto que Bilbao, pero la Cámara de Comercio de Bilbao ejerció mucha presión y el poder económico de Bizkaia sedujo a Iberia”, recuerda Gorospe. La refriega enfrentó a instituciones alavesas y vizcaínas. Pasados 40 años, hay ocasiones en las que todavía parecen quedar en el debate público rescoldos de aquella pugna.

En el caso de los vuelos transoceánicos, Bilbao se ha adelantado a Vitoria. El pasado mes de octubre, la compañía estadounidense United Airlines anunció que volará desde Loiu, aeropuerto de Bilbao, al de Newark en Nueva York tres veces por semana entre junio y septiembre. Era una vieja aspiración en la que Bilbao llevaba años trabajando. Vitoria también había intentado en su día la conexión con Nueva York pero sin éxito. En 2014, VIA, la sociedad promotora del aeropuerto, impulsó dos vuelos chárter entre Vitoria y la Gran Manzana, pero el vuelo que debía llevar turistas de Estados Unidos a Euskadi tuvo que suspenderse porque apenas se habían vendido billetes. En el camino se perdieron 200.000 euros de dinero público.

Las instituciones alavesas no han querido revivir viejas polémicas interterritoriales. El diputado general de Álava, Ramiro González (PNV), ha afirmado que la operación de Bilbao es “puntual” y “con duración determinada” y que no pone en cuestión los planes para Foronda. El máximo mandatario alavés defiende que Foronda es el único aeropuerto del entorno con capacidad de operar vuelos transoceánicos “con los aviones que normalmente se dedican a este tipo de operaciones”. Es decir, aquellos más grandes y que necesitan pistas más largas.

“Lo lógico es que el aeropuerto de Foronda acoja ese tipo de vuelos”. González también ha dejado una reflexión sobre la gestión de los aeropuertos vascos. “En materia de aeropuertos en Euskadi necesitamos una estrategia compartida. ¿Somos un país o somos tres territorios en los que cada uno intenta conseguir lo mejor para él? Si decidimos como país, lo lógico para todos es que los vuelos transoceánicos con vocación de permanencia y de ser estructurales se realicen desde Foronda”. González reclama que Euskadi asuma la competencia de los aeropuertos que ahora gestiona Aena.

Foronda sueña con vuelos transoceánicos pero sus aspiraciones inmediatas son más terrenales. En una reciente entrevista en la Cadena SER, el diputado general alavés lo explicaba así: “Nuestro plan a medio plazo es el recorrido que hizo Santander o Charleroi y Bérgamo, que poco a poco se fueron convirtiendo en los segundos aeropuertos de ciudades muy grandes con muchísimos vuelos en compañías de bajo coste”. Esa ha sido la apuesta de Vitoria de los últimos años que ha lanzado licitaciones públicas para atraer líneas de bajo coste como Ryanair —la única que opera en la actualidad con vuelos regulares en Vitoria— y que le llevó en 2023 a conseguir el mejor dato en pasajeros desde su inauguración, 309.929, una cifra en todo caso muy modesta respecto a los 6,3 millones de pasajeros que sumó Bilbao ese mismo año e incluso por detrás del aeropuerto de Hondarribia, en Gipuzkoa, que acumuló 482.662 usuarios. Vitoria no aparece entre los 30 aeropuertos españoles con más pasajeros pero es el cuarto en tráfico de mercancías, la gran fortaleza del aeródromo vitoriano, por detrás de Madrid, Barcelona y Zaragoza.

En 2024 no se ha alcanzado esa cifra récord de pasajeros, entre otras razones, por los problemas de suministro de aviones que han afectado a Ryanair, pero las instituciones alavesas confían en que 2025 sea un año de recuperación. El objetivo es llegar en los próximos años a los 500.000 viajeros anuales y VIA acaba de licitar un contrato por 6,2 millones de euros dirigido a líneas low-cost para el periodo entre 2025 y 2027 con el que quiere consolidar las conexiones actuales con Milán (Bérgamo), Bruselas (Charleroi), Sevilla, Málaga, Alicante y Palma de Mallorca, además de aspirar a nuevos destinos. Otro de los objetivos de las instituciones locales es diversificar el número de aerolíneas en los próximos años y no apostar todo a la misma carta de Ryanair. Muchos recuerdan todavía la espantada que dio la compañía irlandesa en 2007 cuando anunció por sorpresa su marcha del aeropuerto de Foronda.