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EXTREMA DERECHA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El órdago de Abascal a Feijóo: conmigo o con Sánchez

El líder de Vox llama desde Argentina a la unión de los conservadores mientras amenaza con tumbar los presupuestos de los gobiernos autonómicos del PP

El líder de VOX, Santiago Abascal asiste a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) este miércoles, en Buenos Aires (Argentina).
El líder de VOX, Santiago Abascal asiste a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) este miércoles, en Buenos Aires (Argentina).Juan Ignacio Roncoroni (EFE)
Miguel González

Vox no cederá en el pulso que ha echado al PP para que rompa cualquier acuerdo con el Gobierno. Lo dejó claro este miércoles su secretario general, Ignacio Garriga, y lo pone negro sobre blanco una circular interna de la formación a la que ha tenido acceso EL PAÍS. “El Partido Popular tendrá que rectificar y romper los pactos con el Partido Socialista si quiere seguir negociando con Vox los presupuestos en las regiones en las cuales necesite nuestros votos”, advierte el documento. El texto añade que “la reunión en un despacho del señor [Alberto Núñez] Feijóo con Pedro Sánchez para ver cómo repartir la inseguridad de la inmigración ilegal por toda España es una traición a la gente más humilde”.

Poco importa que no sean Feijóo y Sánchez quienes se reunirán este jueves para discutir cómo resolver la crisis causada por la llegada a Canarias de 41.425 inmigrantes por vía marítima entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de este año, sino el portavoz popular en el Congreso, Miguel Tellado, y el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. Tampoco es cierto, como asegura el documento y repitió Garriga, que Vox fuera “expulsado de los gobiernos” autonómicos de Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón y Extremadura. Fue el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido ultra el que decidió, el pasado 11 de julio, romper los gobiernos de coalición con el PP porque estos aceptaron acoger a 347 menores no acompañados llegados a Canarias cuya distribución había sido previamente acordada.

Vox ya alegó entonces que el problema no estribaba en ese puñado de menores y que les seguirían muchos más si se aceptaba cambiar la ley para que se active el reparto solidario y obligatorio entre comunidades cuando Canarias o Ceuta vean desbordada su capacidad de acogida. Abascal está convencido de que, tarde o temprano, la inmigración acabará por convertirse en uno de los ejes centrales del debate político en España, como ya lo es en muchos países europeos y refleja la encuesta del CIS de septiembre, y no quiere arriar bajo ningún concepto esa bandera. Garriga eligió para realizar su anuncio el barrio barcelonés de El Besòs i el Maresme, donde volvió a vincular inmigración y delincuencia al asegurar que la criminalidad “se ha disparado de manera exponencial” en una zona donde “hay más población extranjera” que en el resto de la ciudad y los vecinos “tienen miedo de ir a comprar el pan”.

Una vez rotos los gobiernos autonómicos —lo que le costó que se dieran de baja varios consejeros y altos cargos que ni siquiera fueron informados previamente de la decisión por la cúpula de su partido—, Vox ya no tiene nada que perder. En Baleares, donde no formaba parte del Ejecutivo pero sí tenía un pacto de gobierno, había condicionado su apoyo a los presupuestos regionales a la eliminación del catalán como lengua vehicular en la escuela. Ahora exige que el PP rechace un reparto de menores del que podría llegar a beneficiarse la propia Baleares, a cuyas costas han llegado más de 5.000 inmigrantes en lo que va de año.

La motivación última del órdago lanzado por Vox al PP no está solo en la inmigración. Mientras Garriga anunciaba la suspensión de las negociaciones, Santiago Abascal asistía en Puerto Madero (Argentina) a la CPAC (Conferencia de Acción Política Conservadora), el foro mundial de la derecha trumpista, donde se ha presentado por vez primera como presidente del partido de los Patriotas por Europa, que agrupa a la francesa Marine Le Pen o al húngaro Viktor Orbán. Tras denunciar la “deriva soviética de estructuras supranacionales” como la ONU, la Unión Europea o la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cargar contra el “socialismo corrupto, traidor y criminal” de Pedro Sánchez, Abascal tendió la mano a aquellos partidos que han estado durante mucho tiempo “asociados a la izquierda o secuestrados por la izquierda”, en alusión a las fuerzas de la derecha democrática; entre las que se incluye el PP.

Puso como modelo a Patricia Bullrich, la candidata conservadora que, tras caer en la primera vuelta de las presidenciales argentinas, pidió el voto para Milei y ha acabado formando parte de su gobierno. Y a la unión del Grupo Popular y las ultraderechas en el Parlamento Europeo para reconocer como presidente de Venezuela al opositor Edmundo González, refugiado en España. En un foro que se abrió con la intervención de Lara Trump, nuera del presidente electo de los Estados Unidos, Abascal llamó a la “imprescindible unión del movimiento conservador” mundial para no desaprovechar la que calificó como “la mejor oportunidad en una generación” para derrotar a “zurdos, rojos, progres o como queremos llamarlos”. “La batalla será larga”, advirtió, “pero la derrota no es una opción”. Y la neutralidad tampoco. Feijóo tiene que elegir si está con Abascal o con Sánchez. La próxima cita mundial de los trumpistas, anunció Soledad Cedro, directora del evento, podría celebrarse en España.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.
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