Aldama afirma que dio cientos de miles de euros a Ábalos y Koldo García y denuncia otras mordidas a cargos del PSOE
El empresario cuenta en la Audiencia Nacional que Pedro Sánchez pidió conocerlo y que el avión de Delcy Rodríguez no llevaba maletas con oro
El empresario Víctor de Aldama, uno de los supuestos cabecillas de la trama del caso Koldo, ha provocado una auténtica revolución en el sumario. Tras meses de silencio, el expresidente del Zamora CF, que se encuentra en prisión preventiva por su presunta implicación en otra red criminal, solicitó al juez Ismael Moreno declarar ahora voluntariamente y ha desplegado este jueves una batería de acusaciones contra el Gobierno. Aldama ha dicho que entregó 250.000 euros a José Luis Ábalos, exministro de Transportes, y 100.000 euros a su asesor Koldo García por las operaciones de compraventa de mascarillas en lo peor de la pandemia. También ha denunciado que dio efectivo para otros cargos del PSOE, como Santos Cerdán, que lo ha negado. Aldama ha añadido que Pedro Sánchez, presidente del Ejecutivo, pidió conocerlo. Después, al rato de haber concluido, ha pedido su puesta en libertad por haber comenzado a colaborar con la justicia.
Durante su comparecencia de este jueves en la Audiencia Nacional, según varias fuentes presentes en el interrogatorio, Aldama ha expuesto que Ábalos y su colaborador se repartían el dinero que les daba. Siempre según su versión, el empresario entregaba efectivo periódicamente a Koldo García. Y en alguna ocasión presenció cómo el asesor se lo daba a su jefe, algo que hacían para que él pudiera ver que el dinero llegaba al secretario de Organización del PSOE. Según ha calculado más adelante, durante toda su relación, habría entregado otros 400.00 euros al exministro y otros 200.000 euros a García, sin contar otras dádivas (el pago de casas y vehículos, entre otras). El juez Moreno ha enviado una copia de su declaración al Tribunal Supremo.
El expresidente del Zamora ha señalado también al presidente del Gobierno. Ha asegurado que el líder socialista pidió conocerlo para agradecerle en persona unas gestiones que Aldama hizo en México, según detallan varias fuentes presentes en la declaración —que ha comenzado a las 10.00—. El empresario ha manifestado que ese encuentro se produjo en 2019 en La Latina (Madrid), durante un acto del PSOE para presentar a Pepu Hernández como candidato a la Alcaldía de la capital. Aquel momento, según ha aseverado, quedó reflejado en una fotografía que se hicieron ambos en un reservado y que publicó El Mundo hace unas semanas. De hecho, en esa línea, el imputado ha incidido en que le hicieron ir a ese acto porque “el presi quería hablar con él”, ya que él no es militante ni simpatizante del partido. Según sus palabras, el jefe del Ejecutivo le dio las gracias por lo que estaba haciendo y le añadió: “Me tienen informado”.
“Sánchez es quien manda a Koldo al Ministerio de Transportes”, ha remachado el empresario, según estas fuentes. Según la investigación, la trama encabezada por el expresidente del Zamora CF anidó en el Ministerio de Transportes en época de José Luis Ábalos, donde presuntamente se valieron del antiguo secretario de Organización del PSOE y de su asesor, Koldo García, para conseguir adjudicaciones públicas y extender sus tentáculos por otras Administraciones. Aldama ha dicho al juez que Koldo García le comentó que, cuando Sánchez llegó a La Moncloa, él creía que iba a quedarse adscrito a la Presidencia, pero que finalmente le mandó a Transportes.
Aldama ha testificado que Koldo García le pidió dinero para otras personas: 25.000 euros para el jefe de gabinete de la ministra María Jesús Montero, Carlos Moreno; 50.000 euros para Víctor Ángel Torres, actual ministro y expresidente de Canarias; y 15.000 euros para Santos Cerdán, actual secretario de Organización del PSOE. Fuentes jurídicas explican que el empresario ha garantizado que a Cerdán le entregaron un sobre con el dinero en un bar, con Aldama presente, por un tema relacionado con una licitación a una constructora.
La comparecencia de este jueves se produce nueve meses después del estallido del escándalo, cuando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvo a los principales implicados. En ese momento, Aldama optó por callar y, cuando los agentes lo pusieron a disposición del juez, decidió no responder a ninguna pregunta. En esas intensas jornadas, poco había trascendido de la presunta red corrupta a la opinión pública, pero su figura ya emergía como una pieza clave. De hecho, de todos los arrestados, el magistrado Moreno le impuso a él y a Koldo García las medidas cautelares más duras: le retiró el pasaporte, le prohibió salir del país y le obligó a presentarse en el juzgado cada 15 días —aunque lo dejó en libertad—.
A continuación, Aldama optó por guardar silencio durante meses. A diferencia de Koldo García y José Luis Ábalos (encausado este noviembre por el Tribunal Supremo), quienes comenzaron a ofrecer explicaciones en la prensa y en las Cámaras legislativas, el empresario lo evitó de forma tajante. Cuando lo llamaron a la comisión de investigación abierta en el Parlamento balear, el expresidente del Zamora CF repitió en 39 ocasiones la frase “no voy a declarar”.
Sin embargo, todo cambió hace unas semanas. La Guardia Civil volvió a detener a Aldama por su implicación en otra supuesta trama criminal, dedicada al fraude de hidrocarburos. El juez Pedraz, que dirige esas pesquisas, decretó su ingreso en prisión por riesgo de fuga, que confirmó después la Sala de lo Penal al concluir que una parte del dinero supuestamente defraudado (casi 74 millones de euros) “se podría haber transferido a cuentas en el extranjero”. Esa circunstancia hizo saltar por los aires la estrategia del empresario, que ha decidido hablar tras meses de silencio en la causa abierta por el caso Koldo —de momento, sigue sin declarar en la investigación sobre los hidrocarburos—. Y este viernes, apenas unas horas después de concluir su declaración ante el magistrado Ismael Moreno por el caso Koldo, la defensa de Aldama ha reclamado al otro instructor, Santiago Pedraz, que lo deje libre porque ya ha empezado a colaborar con la justicia.
El viaje de Delcy Rodríguez
Durante su declaración de este jueves, Aldama se ha referido al aterrizaje de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, en Barajas en la noche del 19 al 20 de enero de 2020, pese a que tenía prohibida la entrada en la Unión Europea. El empresario ha afirmado ante el juez que el Gobierno sabía de la llegada de la dirigente bolivariana a través del propio Sánchez, Ábalos y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Según ha añadido el imputado, Ábalos era consciente de que Rodríguez no podía acceder a territorio comunitario, pero dijo que no pasaba nada.
Al ahondar en este tema, el expresidente del Zamora ha explicado que el viaje se organizó un mes antes de la llegada de la vicepresidenta y que él se encargó de alquilar la casa donde se iba a alojar. Es más, Aldama ha especificado que había organizada una cena donde iban a verse Rodríguez, el presidente Sánchez y varios ministros: entre ellos, Marlaska, Salvador Illa, María Jesús Montero, Teresa Ribera y Ábalos. Según ha destacado, Koldo García “manejaba” todo eso con los ministros y jefes de gabinete. En su plan de reuniones se preveía igualmente, según sus palabras, un encuentro con la fiscal general del Estado: en aquel momento, María José Segarra ocupaba el cargo en funciones —Dolores Delgado lo asumió en febrero—.
Según varias fuentes jurídicas, Aldama ha apostillado que, pocas horas antes de que llegase la mandataria venezolana, Koldo García le llamó para que telefonease a Delcy Rodríguez y le dijera que no aterrizara, porque iba a ser detenida. Entonces se montó un lío grave que provocó, según su versión, que Sánchez le pidiera a Ábalos que fuese a Barajas para arreglarlo. Según ha dicho, al avión subieron Ábalos y él; y la vicepresidenta les dijo que, si era detenida, iba a haber “problemas”. Sobre este tema, el empresario ha comentado que la expedición bolivariana no llevaba maletas con oro: “El avión se caería por el peso”.
A lo largo de los más de dos horas de interrogatorio, Aldama ha disparado contra muchos ministros. Ha mencionado que se reunió con Nadia Calviño, exvicepresidenta del Ejecutivo y actual presidenta del Banco Europeo de Inversiones, por el rescate de Air Europa. Y que se vio muchas veces con Teresa Ribera, recién nombrada vicepresidenta de la Comisión Europea, para abordar cuestiones sobre la España vaciada: “Ella sabía perfectamente quién era yo”, ha expresado, antes de remachar que Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, acudió a una de esas citas.
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