La reconexión de Valencia con los municipios del sur arranca a medio gas por el temor a la dana

La estación de Joaquín Sorolla, donde normalmente llegan y salen trenes de larga distancia, se ha convertido desde este miércoles en una estación improvisada para una veintena de autobuses que temporalmente conectarán la capital de provincia con municipios incomunicados por la dana. El Ministerio de Movilidad y Transporte ha comunicado que se han vuelto a habilitar los tramos Gandía-Silla y el Moixent-Carcaixent de las líneas C1 y C2, respectivamente. El recorrido pendiente entre Silla y Carcaixent con Valencia lo complementarán 112 autobuses gratuitos que llegan hasta Joaquín Sorolla. Estos tienen una frecuencia de 10 minutos en los días laborables, según la información del ministerio.

Hasta mediodía, este sistema temporal de autobuses ha recibido escasos pasajeros. La mayoría de autocares partían casi vacíos. Una trabajadora del lugar explicaba que el área metropolitana se mantiene con cautela ante las alertas dispuestas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Según la funcionaría, la suspensión de clases a nivel escolar y universitario ha provocado que muchas personas puedan postergar la movilidad.

A la estación llegaba Marga Pérez, quien subía con prisa en el autobús con rumbo a Silla. Pérez, quien reside en Cullera y se moviliza diariamente a Valencia por trabajo, lamenta la falta de información del improvisado sistema, que ha empezado a funcionar este miércoles desde las 5.30 de la mañana. “Ayer no teníamos ni idea de dónde salían, a qué hora salían y cuál iba a ser la frecuencia de los autobuses”, lamenta. Relata que durante todos estos días ha tenido que moverse en taxi, pero que a largo plazo era insostenible económicamente. Otras pasajeras, como Karen Rodríguez, corrían de un lado a otro en la estación buscando el punto exacto de partida de los autobuses hacia Carcaixent. “Una amiga me ha compartido por redes que han abierto este sistema temporal y he venido corriendo”, afirma Rodríguez, quien aclara que su destino final es Xàtiva. “No hay coches en BlaBlaCar, la aplicación de auto compartido, para llegar hasta allá”, resume Rodríguez, quien normalmente tarda una hora para llegar hasta este municipio. Hoy puede demorarse más de dos horas en llegar a la localidad, según sus cálculos.

La línea C2 según el ministerio, ha vuelto a funcionar con un 20% del servicio. En el caso de la C1, el tramo que conecta Gandía con Silla y viceversa, está operativa con una frecuencia de 30 minutos los días laborables y del 60 en el fin de semana. El titular de la Cartera, Óscar Puente, ha avanzado que el 22 de diciembre, coincidiendo con el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, se han fijado poner las líneas C1 y la C2 en servicio “íntegramente”, sin tener que recurrir al autocar. Por su parte, el servicio de la línea C3 entre Valencia hasta Utiel se realizará en su totalidad por carretera ante el complicado estado de la infraestructura. Los buses hasta esta localidad parten desde Plaza España, en el centro de Valencia. Otras líneas como la C5 y C6 funcionan ya desde hace días hacia el norte de la provincia de Valencia al verse mucho menos afectadas por las inundaciones.

Los conductores de estas rutas explican que pese a puntuales momentos de tráfico para entrar y salir de Valencia, las vías se encuentran despejadas. Así lo resume Tamuri Tarugishvili, quien ha llegado de Lorca junto a tres compañeros conductores para cubrir la ruta entre Benifaió y Almussafes. Su autocar, no obstante, apenas ha salido con media docena de pasajeros cerca del medio día.

Puente ha destacado la gran importancia de restablecer los servicios de Cercanías, ya que permiten la movilidad diaria de 82.000 personas en Valencia. El 52% de este servicio se cubrirá con trenes, mientras que el 48% restante se suplirá mediante un plan alternativo, gratuito para los usuarios, que cuenta con una inversión de 11,3 millones de euros. Este plan incluye los 112 autobuses, 1.022 rutas y ofrecerá un total de 56.000 plazas al día.