Los garajes y túneles, la gran incógnita en la búsqueda de más víctimas de la dana
La cifra oficial de muertos se mantiene en 210 en la Comunidad Valenciana. Los efectivos se centran con potentes motobombas en vaciar de agua los aparcamientos
El goteo de víctimas por el paso de la dana en España el pasado 29 de octubre sigue en aumento cinco días después. El número de fallecidos asciende a 214. Casi todas, 210, se han producido en la Comunidad Valenciana; tres, en Castilla-La Mancha y una, en Málaga. En la comunidad castellano-manchega, la cifra de víctimas mortales se ha actualizado tras el hallazgo este domingo del cuerpo sin vida de una de las cinco personas desaparecidas en la localidad albaceteña de Letur. La prioridad ahora es revisar los garajes subterráneos anegados. Y en esa tarea se centran centenares de efectivos desplegados en la zona cero de la dana, en la provincia de Valencia. Con maquinaria pesada, se trabaja sin descanso en desaguar dos grandes aparcamientos en centros comerciales de las localidades de Aldaia y Alfafar en busca de más víctimas. Además, hay garajes en edificios o supermercados en las poblaciones afectadas a los que aún no se ha podido acceder.
Después de cuatro días achicando agua con sus bombas más potentes, la Unidad Militar de Emergencias (UME) ya estaba este domingo en disposición de entrar por la tarde-noche en las dos plantas subterráneas del enorme y destrozado aparcamiento del centro comercial Bonaire, en el municipio de Aldaia (33.300 habitantes). El número total de plazas asciende a 5.700, de las cuales se calcula que unas 2.800 se encuentran en los dos sótanos. La previsión de encontrar numerosos cuerpos y los bulos que han circulado por las redes sociales, que hablaban de decenas o centenares de cadáveres han convertido las labores en este complejo comercial en una de las tendencias mundiales de X.
Por la mañana, un portavoz de la unidad militar desmintió que se hubiera localizado ningún cuerpo, por la sencilla razón de que solo pudieron entrar la noche de sábado en una primera batida con una embarcación, pero la gran cantidad de agua y lodo acumulada impidió ver nada. Por el momento aún hay un metro y medio de agua en el aparcamiento subterráneo y se desconoce cuántos coches y personas pueden encontrarse los equipos, señaló el militar ante numerosos periodistas de medios nacionales e internacionales. En el mismo sentido se ha expresado el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Víctor Ángel Torres, que ha comentado el despliegue de al menos 50 efectivos, cuatro máquinas y un kayak.
Efectivos de la UME, centrados en las labores de rescate, pudieron llevar a cabo un primer acceso a esas instalaciones por la noche, pese a las fuertes lluvias en la zona. Fuentes consultadas explicaron que en ese primer examen constataron la presencia de coches y de posibles víctimas, pero no rescataron ninguna. Las condiciones de visibilidad aconsejaron continuar con las labores de rescate este lunes. Fuentes de la unidad militar señalaban también que es muy posible que en la segunda planta subterránea no se encontrara operativa en el momento de la dana y apuntó que solo se emplea en fechas muy señaladas y concurridas, como las Navidades. De modo que se barajaba la hipótesis de que esa podría no haber ningún coche aparcado, pero no hay ninguna seguridad.
El eco que esta operación ha encontrado en las redes sociales ha atraído a numerosos medios nacionales e internacionales, apostados durante casi todo el día en uno de las tiendas del centro, a bastante distancia de los bocas del aparcamiento donde la actividad era frenética. Este domingo, dos participantes en la protesta contra el Rey y los presidentes Pedro Sánchez y Carlos Mazón han coincidido en poner de ejemplo los muertos “silenciados” de Bonaire como ejemplo de la manipulación por parte de los gobernantes.
El segundo enclave sobre el que están puesto todos los ojos es el aparcamiento de otro centro comercial vecino, el MN4, enclavado en la localidad de Alfafar. Allí cinco camiones bomba y dos trailers trabajaban a destajo en la mañana del domingo para extraer millones de litros de agua de un aparcamiento de dos plantas. y 1.600 plazas. En 48 horas habían conseguido reducir el nivel un metro, explicaba un operario a pie de campo. Por la tarde, pasadas las seis, se habían doblado los medios y trabajaban ya 12 camiones motobomba y personal de refuerzo de Málaga, Fuengirola y Marbella. Un oficial de bomberos temía que la gran cantidad de agua que estaban achicando y las nuevas precipitaciones, colapsaran el alcantarillado y retrasasen los trabajos de extracción.
En Sedaví (10.600 habitantes), llevaban también días achicando agua de un aparcamiento inundado en el centro de la población después de que un aviso les pusiera sobre la pista de que en su interior podrían haber quedado atrapadas en sus coches entre 12 y 15 personas. “Parece que alguien vio entrar gente pero no los vio salir. En este momento no sabemos, es una especulación, un comentario que nos hicieron llegar pero hasta que no lleguemos al fondo, no sabremos con certeza”, ha explicado el oficial del equipo de rescate de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, José María González. Han pasado por el lugar de 50 a 60 efectivos, entre bomberos, militares, guardias civiles y policías, para vaciarlo y verificar si los peores pronósticos se confirman y encuentran a gente atrapada en el interior.
El garaje, situado junto al edificio del Ayuntamiento, tiene dos sótanos y unas 200 plazas. Cuando el martes, 29 de octubre, la avenida de agua empezó a inundar las calles de la localidad, muchos ciudadanos se lanzaron sin pensar a sacar los coches de sus garajes, que se convirtieron en una trampa mortal. El dispositivo de rescate consiguió en la noche del sábado al domingo vaciar el 75% del aparcamiento. “Hemos podido llegar al primer nivel pero seguimos achicando agua para llegar al fondo del garaje. De momento, no hemos encontrado ninguna víctima afortunadamente, sí hay un montón de coches”, añade el bombero. “Esperamos que a lo largo de la mañana podamos acceder hasta el fondo del garaje y verificar si hay gente atrapada”, concluyó. A media tarde, cuando se activó la alerta roja por lluvias, quedó un pequeño retén y una bomba de achique para extraer el lodo que todavía quedaba en el fondo.
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