El Gobierno evita el choque con el PP pese a su malestar con Feijóo y Mazón
En La Moncloa causan estupor las críticas a la Aemet del líder del PP, porque desde primera hora pasó a alerta roja y fue la Generalitat quien retrasó la alarma
Esta vez la cautela ha sido máxima porque, con más de 150 muertos encima de la mesa, las batallas políticas solo generan una profunda desafección ciudadana. Pedro Sánchez decidió no contestar a los ataques del PP por la gestión de la dana, primero de forma más suave en la noche del miércoles por parte de Carlos Mazón, president de la Generalitat, que trató de responsabilizar al Gobierno de las decisiones tomadas, y después de forma mucho más cruda el jueves por Alberto Núñez Feijóo, que apuntó directamente a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), porque en su opinión no dio la información adecuada. La realidad es que la Aemet dio la alerta roja a las 7.31 de la mañana del martes y la Generalitat no lanzó la alarma a los móviles para que nadie saliera de casa en la ciudad de Valencia hasta las 20.03, más de 12 horas después, cuando ya miles de ciudadanos estaban atrapados en sus coches intentando volver a sus domicilios. El aviso en otras poblaciones mucho más afectadas no se lanzó hasta después de las nueve de la noche. “No nos vamos a mover un milímetro de la lealtad institucional”, sostienen aun así en La Moncloa.
El Gobierno tenía muy fácil la respuesta, pero Sánchez dio una orden muy clara y él mismo cumplió la instrucción de manera estricta en su única intervención pública, sin preguntas, en Valencia: nada de reproches ni de cruce de acusaciones. Sánchez priorizó la imagen de unidad con Mazón, que olvidó las críticas del día anterior y le agradeció al presidente su “cercanía y respuesta tan rápida” y los ministros también evitaron el conflicto y no contestaron al PP. Pero el malestar era muy evidente en el Ejecutivo. “Nos estamos mordiendo la lengua, hay muchísima indignación”, señala un alto cargo socialista.
La Moncloa optó por una estrategia más suave: ofreció con detalle todos los datos, hora por hora, de lo que habían hecho los organismos estatales y los de la Generalitat, sin cargar las tintas, pero dejando claro que quien tomó la decisión más relevante, la de esperar varias horas antes de lanzar una alarma a móviles que llegó muy tarde en la mayoría de los casos, fue la Generalitat. Dentro de su discurso de unidad total y apoyo a las víctimas, Sánchez también trasladó de forma indirecta esa idea, al recordar que el Gobierno se puso a las órdenes y a disposición de la Generalitat, como indica el grado de emergencia que se activó: el 2, y no el 3, el de “emergencia de interés nacional”, que implicaría que el Estado toma el control de la situación, como pasó en la pandemia, y se lo quita a la Generalitat. Lo que sí se aprobó fue la incorporación a partir de este viernes del Gobierno al Centro de Coordinación Operativa Integrado de Valencia, una propuesta de Sánchez que Mazón aceptó.
El Gobierno estaba especialmente indignado por la actitud de Feijóo, que cree que ha quedado totalmente ridiculizado después de que Mazón rectificara su estrategia inicial de críticas y lanzara un mensaje de unidad en su comparecencia conjunta con Sánchez mientras el líder de su partido, solo una hora antes y con el valenciano presente, se había lanzando de forma muy dura contra el presidente y la Aemet. Mientras Mazón agradecía el apoyo del Gobierno y Sánchez ofrecía todos los medios disponibles, Feijóo pedía al Ejecutivo “alguna colaboración” con la Generalitat. Además deslizó que la ayuda europea llegaría porque él lo había gestionado con Úrsula von der Leyen, cuyo interlocutor natural es Sánchez, que había hablado con ella el día anterior. “Feijóo no asume que no es presidente, tiene un trauma desde julio de 2023″, se molestaban en La Moncloa.
La orden de no entrar al choque se respetó todo el día. “Es el momento de las instituciones, de la colaboración entre los presidentes de gobiernos autonómicos que han sufrido este fenómeno atmosférico y el presidente del Gobierno de España de la mano, poniendo los recursos que tienen cada uno en sus competencias. No voy a hacer ninguna intervención sobre ningún responsable de un partido político”, sentenció el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, tras la tercera reunión del comité de crisis. “Lo que sí sobra en estos momentos es una crítica cuando estamos empezando a darle respuesta a una situación extremadamente dramática. Los que suman son los que aportan y los que sobran son los que intentan dividir”, apostilló después, en una reflexión genérica. Pero el Gobierno ha decidido responder con datos a cómo sucedió todo y también con gestos e imágenes muy simbólicas: este viernes Sánchez visitará en Madrid la Aemet, como forma de trasladarles todo su apoyo frente a las críticas de Feijóo, y también Protección Civil.
En la noche del miércoles, Mazón intentó trasladar al Gobierno la responsabilidad por la tardanza con la que el sistema autonómico de Protección Civil mandó la alerta a la población en la ciudad de Valencia. Lo hizo pasadas las ocho de la tarde, cuando habían transcurrido más de 12 horas de la alerta roja de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por lluvias torrenciales en la provincia de Valencia y ocho horas después de que la lluvia comenzara a desbordar barrancos. La alerta a las poblaciones más afectadas, en la Ribera Alta, Ribera Baixa, Hoya de Bunyol y L’Horta Sud, no se lanzó hasta después de las nueve de la noche. Para entonces muchos cauces se habían desbordado y cientos de personas ya estaban atrapadas o trataban de ponerse a salvo de las riadas. “Las alertas que se han ido realizando desde el Cecopi [Centro de Coordinación Operativo Integrado], que es el órgano colegiado de todos, obedecen a los actos protocolizados y estandarizados [...] Es un protocolo previamente establecido y que además coordina la dirección general de Protección Civil del Gobierno de España. Es el protocolo que se ha venido siguiendo en todo momento”, sostuvo Mazón. Previamente se había reunido con los portavoces parlamentarios de los distintos partidos, en la que todos se comprometieron a trasladar un mensaje de unidad, según fuentes conocedoras del encuentro.
El Ministerio del Interior reaccionó con un comunicado en el que explicaba que en el nivel dos de alerta declarado por la Generalitat “corresponde a las autoridades autonómicas de Protección Civil la gestión del protocolo ES-Alert para enviar alertas a la población que se encuentre en una zona afectada por emergencias o catástrofes inminentes”. “En el caso de la dana que ha afectado a la Comunidad Valenciana, el envío de esta alerta masiva a la población era responsabilidad de la Generalitat, como ya hicieron los gobiernos de las comunidades autónomas de Madrid y Andalucía en pasadas emergencias de similares características”, recalcó. Sánchez, de forma velada, también quiso dejar claro el reparto de competencias y su compromiso para facilitar todos los recursos “que se requieran por parte de las autoridades competentes de Protección Civil, en este caso de gobierno de la Comunidad Valenciana”.
El intento de Mazón de eludir su responsabilidad indignó en La Moncloa, pero fue la intervención de Feijóo en su visita a Valencia, donde atribuyó la responsabilidad de la crisis al Gobierno y puso en duda la fiabilidad de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Conferencia Hidrográfica del Júcar, dependientes del Ejecutivo, la que terminó de enfadar al PSOE. “Un presidente autonómico gestiona en función de la información que recibe. Y la información que se recibe son informaciones que dependen de organismos con competencia exclusiva del Gobierno central. La Aemet es la que informa sobre la previsión de las horas o las precipitaciones y la Conferencia Hidrográfica es la que tiene competencia exclusiva en los cauces y en la gestión hidráulica de los ríos. A partir de ahí, hay un organismo, donde está también la Administración del Estado y la autonómica, que toma decisiones”, aseguró horas antes de la llegada de Sánchez a Valencia. En ese lapso de tiempo, fuentes socialistas explican que el partido se vio forzado a defenderse. Aun así, la respuesta fue contenida.
Defensa desde el PSPV
A diferencia de otras crisis políticas, como la última con Isabel Díaz Ayuso por no acudir a La Moncloa, en la que los pesos pesados del Gobierno salieron a criticar su decisión, el PSOE optó por limitar su reacción, sin meter a los ministros en la contienda. José Muñoz, exsecretario de Organización del PSPV con Ximo Puig y portavoz del grupo socialista en las Cortes de la Comunidad Valenciana, fue quien recibió el encargo de defender la gestión del partido y del Gobierno. “Feijóo no se equivoca. Carlos Mazón tomó las decisiones con base en información suministrada por el Gobierno de España. Información que le fue suministrada a las 7.31 [del martes], pero Mazón hasta pasadas las 20.00 no tomó las decisiones relativas a la respuesta de la emergencia provocada por la dana. Por tanto, si alguien llegó tarde a la respuesta ante la situación de emergencia que estábamos viviendo fue Mazón”, remarcó el dirigente socialista. Muñoz destacó además que “muchísimos alcaldes y alcaldesas” de las localidades afectadas —el PSPV gobierna en los municipios de Paiporta, Catarroja, Benetússer o Massanasa— “tomaron medidas preventivas en sus municipios para asegurar la integridad de sus ciudadanos sin ningún tipo de instrucción por parte de la Generalitat Valenciana ni de ninguna de sus conselleries”.
El PSPV-PSOE ha sido la excepción, el único que ha criticado abiertamente la gestión del presidente valenciano, mientras los ministros evitaban pronunciarse. De momento. “El ministro Ángel Víctor [Torres, de Política Territorial] hizo un relato muy pormenorizado, muy descriptivo, de cómo se produjo la situación y yo no voy a ir más allá. Yo creo que en este momento hay quien está en construir relato”, observó Óscar Puente, ministro de Transportes. “Nosotros, el Gobierno, estamos en atender a las personas y en resolver esto lo antes posible y de la mejor manera posible. Ya habrá tiempo, va a haber mucho tiempo para hablar de esta cuestión [de la responsabilidad en el aviso del servicio autonómico de Emergencias]”, abundó. “La gente no entiende que en este momento pueda haber un debate político, una controversia política. Cada uno sabe perfectamente lo que ha hecho bien y lo que no ha hecho bien y cada uno tiene que hacer una autocrítica. Yo me siento muy orgullosa de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de los militares españoles”, dijo la ministra de Defensa, Margarita Robles.
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