Sumar se juega su extinción

La crisis de Sumar pareció alcanzar su pico de fiebre tras las elecciones europeas de junio, con su marcador en apenas 811.000 votos y tres representantes, a muy poca distancia por encima de Podemos, que obtuvo 571.000 y dos actas. La líder de ese espacio, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, asumió la responsabilidad por el mal resultado y abandonó los cargos orgánicos en Sumar, aunque los puestos en el grupo parlamentario se mantuvieron bajo su control. Díaz nombró portavoz parlamentario a Íñigo Errejón y también ella le indicó sin otra opción la puerta de salida de manera inmediata una vez que este reconoció la veracidad de un testimonio anónimo contra él —aunque no le nombraba directamente— por presuntos comportamientos de violencia machista, y al que, tras su renuncia a la política, le siguió una denuncia por agresión sexual de la actriz Elisa Mouliaá ante la Policía Nacional.

A partir del pasado jueves, con la vicepresidenta ya en viaje oficial en Colombia, Sumar y sus componentes han vivido, juntos y por separado, un auténtico infierno. Acusaciones de saber, callar y tapar los comportamientos de Errejón. También con insinuaciones soterradas de que los impulsores de destapar el caso hay que buscarlos en Podemos, en tanto que, desde fuera del ámbito de los partidos de izquierda, unen los destinos de Iglesias y Errejón por su amistad pasada, pero rota y muy rota desde hace cinco años. Ese lustro de distanciamiento feroz no impide que el caso Errejón haya abierto un debate en el que se juzga tanto a Podemos como a Sumar. Es una acusación de la que participa el PP y que, de paso, utiliza para endosar a la parte socialista del Gobierno la culpa por la naturaleza moral de sus socios, en general. El hecho de que la mezcla de ingredientes no termine de casar o ajustarse entre sí, no impide que Sumar viva una crisis hondísima en la que está en duda su supervivencia. No supieron tomar las medidas necesarias, han fallado, reconoció el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

Desde este lunes, con la reunión de todo el grupo parlamentario de Sumar, empieza la catarsis, con la elección del nuevo portavoz que sustituya a Errejón, sin garantías de que pueda resolverse en esta primera reunión. Sí se debatirá sobre nuevas formas de funcionamiento dentro del grupo y de la plataforma Sumar. Ahora, según Izquierda Unida (IU), pero también otros partidos que fueron a las elecciones bajo la marca, como Compromís, quieren aclarar el reparto de papeles y preeminencias. En esta primera discusión, IU discutirá a Sumar, es decir, a Yolanda Díaz, la forma de actuar en este primer año de legislatura. Podemos también concurrió a las elecciones generales con toda esa pléyade de partidos, pero se fue al Grupo Mixto del Congreso nada más iniciarse la legislatura con la denuncia de que Sumar no les daba papel alguno.

Izquierda Unida iba a abrir este debate antes del caso Errejón, pero ahora lo hará sin la menor dilación y con rotundidad. Desde la elección de Antonio Maíllo como coordinador general de IU, en un proceso de primarias el pasado julio, empezaron los anuncios de cambio dentro del espacio Sumar, además de la determinación de intentar “la unidad de la izquierda”. Los malos resultados en las europeas y en las anteriores elecciones autonómicas dieron alas a la nueva dirección de IU para tratar de impulsar cambios. El destinatario de los mensajes, y de la acción política, era y es Sumar.

Con el caso Errejón, desde IU se ha puesto el foco en las víctimas y en los fallos que pudiera haber en la fuerza política a la que pertenecía Errejón. En la rendición de cuentas también entra Más Madrid, aunque Errejón llevara meses alejado de la fuerza que él mismo creó.

No ha habido tapujos, por lo que la vicepresidenta segunda sabe qué es lo que se va a encontrar este lunes en la reunión con los componentes del grupo parlamentario de Sumar. La comisión colegiada de IU se reunió este fin de semana para definir la posición que esta formación llevará a la reunión convocada por Díaz. No solo se trata de sustituir a Errejón por otro portavoz, sino que IU pedirá “una reorganización del grupo parlamentario”, además de un método de trabajo en el que “las decisiones sean consensuadas”, señalan fuentes partícipes de esta reunión. Con o sin Errejón, esas demandas estaban ya en el orden del día de IU, ahora con más premura.

Desde Sumar, no se tira la toalla, aunque reconocen que aún no saben la magnitud del daño político que puedan sufrir derivado del comportamiento de Errejón. No hay duda de que el PSOE, como ya ha expresado su líder, Pedro Sánchez, va a apoyar a Yolanda Díaz. Los socialistas también conocen la posición de IU y del resto de los miembros de Sumar: mantener el Gobierno de coalición y trabajar para que las previsiones de victoria del PP y posible Ejecutivo con Vox tras las próximas elecciones no se cumplan. Eso dicen como antesala de exigir mover el árbol de Sumar.