Reynders deja la Comisión antes de tiempo y vuelve a enfriar las negociaciones sobre el Poder Judicial
El comisario de Justicia, mediador entre el PP y el PSOE, ha adelantado diez días su anunciada excedencia. La vicepresidenta Vera Jourová asumirá sus expedientes, incluido el español
La Comisión Europea ha confirmado este lunes la partida antes de tiempo del comisario de Justicia, Didier Reynders, cuyas funciones asumirá la vicepresidenta para Valores y Transparencia, Vera Jourová, incluido el papel de mediación entre PSOE y PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Aunque la checa conoce muy bien el expediente español, la marcha del belga abre un nuevo interrogante sobre el futuro de las negociaciones sobre el órgano de gobierno de los jueces, que lleva cinco años con el mandato caducado. Desde la cancelación de la última cita mediadora, a finales de marzo, no se ha vuelto a realizar un avance visible en las negociaciones.
Bajo la batuta ahora de Jourova, “la Comisión sigue totalmente disponible para continuar el diálogo”, ha asegurado una portavoz del Ejecutivo comunitario tras confirmar el traspaso de carteras. No obstante, señalan fuentes conocedoras de las negociaciones, para ello, como dijo Reynders poco antes de partir, se necesitan “señales políticas” de Madrid que, hasta ahora, subrayan este lunes las fuentes, todavía “no se han recibido”.
La excedencia que había solicitado Reynders a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, para iniciar su campaña para convertirse en el nuevo secretario general del Consejo de Europa (una institución no ligada a la UE), debía empezar el 25 de abril. Pero el belga ha decidido adelantar su marcha: en la noche del domingo al lunes cambió su perfil en las redes sociales, anunciándose como “candidato a secretario general” del Consejo de Europa y “comisario de Justicia en excedencia”. Al ser una excedencia y no una dimisión, su cartera quedará en manos de Jourova hasta que Reynders decida volver o, si tiene éxito y cambia de puesto, sea nombrado un nuevo comisario en sustitución.
Reynders había indicado su voluntad de seguir hasta el último momento como mediador en las conversaciones para renovar el CGPJ español, una cuestión en la que estuvo muy implicado durante largo tiempo. De hecho, se interpretó su decisión de tomar una excedencia relativamente tardía como un intento de cerrar esta cuestión antes de irse: cuando aceptó participar, a petición del PP, como mediador de un “diálogo estructurado”, puso para esas negociaciones un plazo máximo de dos meses. Este concluyó en marzo, pero aun así Reynders fijó su marcha de la Comisión para un mes más tarde, dando de este modo más tiempo para poder concluir personalmente las negociaciones españolas.
Su decisión de adelantar ahora su excedencia no tiene que ver directamente con la mediación española sino con su postulación a Estrasburgo, subraya Bruselas. Para Jourová, el expediente español no es ningún misterio: dentro de sus funciones como vicepresidenta de la Comisión, supervisaba ya las cuestiones sobre el estado de Derecho que manejaba más directamente Reynders. Conoce así de primera mano, y desde hace años, las complejas negociaciones españolas en torno al CGPJ y otras cuestiones sobre las que previsiblemente tendrá que pronunciarse Bruselas en el futuro próximo, como la ley de amnistía, sobre la que la Comisión ha dicho que emitirá su análisis una vez esté aprobada.
Pese a ello, el cambio de manos en un expediente tan complejo ralentizará previsiblemente más aún las discusiones. Aunque la pelota por el momento no está en Bruselas: fuentes comunitarias han recalcado este lunes que el papel de la Comisión en la negociación del CGPJ es facilitar el proceso, no dirigirlo. El propio Reynders había subrayado que las negociaciones dependen sobre todo de una “voluntad política” que, reconoció entre líneas, no ha hallado en los últimos tiempos, o al menos no en todos los implicados. En sus últimas declaraciones públicas sobre el tema, insistió en que el acuerdo sobre la renovación estaba “muy, muy cerca” —cosa que el PP negó de inmediato—, pero insistió nuevamente en que “es cuestión de voluntad política saber en qué momento se quiere hacer” y recomendó a los dos grandes partidos españoles que “hablen” también entre sí.
Este lunes, la portavoz del PSOE, Esther Peña, ha valorado la salida de Reynders. “Esto no es una disputa”, ha observado. “Esto es velar por cumplir la Constitución y el PP bloquea la Constitución. Volvería a hacer un llamamiento a la responsabilidad. Peña ha considerado que la posición socialista es “clara” y que debería de ser el PP el que explicara los motivos de la no renovación. “Mucha intención [en renovar], no tienen”, informa Manuel Viejo.
El portavoz del PP, Borja Sémper, ha restado importancia a la marcha de Reynders al considerar que lo “relevante no es la persona” que ejerce la mediación, sino el “papel que juega en la Unión Europea”, en referencia a la vicepresidenta Jourová. “Nuestra posición sigue siendo la misma, no ha cambiado nada, seguimos comprometidos con esas conversaciones”, ha enfatizado Sémper en rueda de prensa en la sede nacional de la formación. El portavoz popular ha desligado las negociaciones del “calendario electoral”, pero no ha concretado ningún plazo para volver a sentarse en la mesa con el Gobierno, informa Virginia Martínez.
El Consejo General del Poder Judicial, que no es un tribunal sino el órgano de gobierno de todos los jueces de España, lleva más de cinco años con el mandato caducado por la resistencia del PP a negociar con el PSOE la renovación de sus vocales, que son elegidos por las Cortes. Reynders accedió a finales de enero, a petición del PP, a encabezar un “diálogo estructurado” para desbloquear esa negociación, y estableció un plazo de dos meses para lograrlo. La fecha pasó, Reynders se ha marchado ahora también y el acuerdo aún no se vislumbra.
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