Nueva crisis en Vox Baleares tras dimitir en bloque la dirección del grupo parlamentario
Tres diputados dejan sus cargos orgánicos, aunque no el escaño, días después de crear una asociación al margen del partido. La cúpula nacional resta importancia al choque y descarta una ruptura
Nueva crisis en la extrema derecha de Baleares. La dirección del grupo parlamentario de Vox, formada por tres de los siete diputados que tiene el partido en la Cámara autonómica, ha dimitido en bloque este lunes. Así, la portavoz parlamentaria, Idoia Ribas; el portavoz adjunto, Sergio Rodríguez; y el presidente del consejo de dirección del grupo parlamentario, Agustín Buades, han renunciado a todos sus cargos orgánicos, aunque no a los escaños. Los tres habían impulsado hace días una asociación al margen de Vox, lo que suponía el segundo encontronazo directo con la dirección nacional en los últimos meses.
Los tres diputados que dimiten de sus cargos de dirección fueron los mismos que hace tres meses dinamitaron la formación expulsando de forma sorpresiva del grupo parlamentario a la presidenta del partido, Patricia de las Heras, y al presidente del Parlamento, Gabriel Le Senne. La maniobra abrió una enorme crisis con la dirección nacional de Vox, que inició los trámites para expulsar del partido a los diputados rebeldes. Finalmente ese expediente fue paralizado tras ser readmitidos De las Heras y Le Senne.
La renuncia de Ribas, Rodríguez y Buades llega después de que la semana pasada estos tres diputados anunciaran la creación de una asociación llamada Avanza en Libertad y dirigida por los dos primeros. Se trata de una entidad totalmente independiente de Vox y que pretende movilizar a la sociedad en defensa “de la libertad, la democracia, la unidad y la identidad cultural española”, según dijeron entonces. Fuentes de Vox afirman que la intención de la dirección nacional era presionar a los diputados para que dejaran el partido y el grupo, algo que de momento no ha ocurrido. Si los tres diputados terminaran pasando al Grupo Mixto como diputados nos adscritos, la formación de extrema derecha se quedaría con solo cuatro parlamentarios.
No obstante, unas horas después de anunciarse las dimisiones, el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fuster, les ha quitado importancia y las ha enmarcado en el “normal” funcionamiento de los grupos parlamentarios, donde se producen “movimientos”. “Nosotros aceptamos y comprendemos las razones que puedan llevan a esta dimisión de sus responsabilidades dentro del grupo parlamentario. Ellos van a seguir formando parte del grupo de Vox”, ha dicho Fuster, informa Efe. Tras las renuncias, Manuela Cañada y María José Verdú han sido designadas por el grupo parlamentario —con el aval de la cúpula nacional— como nueva portavoz y portavoz adjunta en el Parlament balear.
”Hemos renunciado a las portavocías porque hemos creado una asociación que pretende dar un impulso a la sociedad civil y creemos que se puede confundir el partido con esa entidad”, había explicado a las puertas del Parlamento regional la diputada Idoia Ribas, que ha asegurado, sin embargo, que la sintonía con el partido “es total”.
De hecho, los siete diputados del grupo han comparecido a última hora de la mañana para trasladar una imagen de unidad. La nueva portavoz, Manuela Cañada, ha hablado de “nueva etapa” y grupo “sólido y compacto”. Ha justificado la renuncia a los cargos de sus tres compañeros porque la asociación que han puesto en marcha les va a ocupar mucho tiempo, y ha añadido: “Si ellos después tienen mucho trabajo y consideran que tienen que irse, se seguirá con normalidad: subirán otras personas, como pasa en todos los partidos cuando una persona tiene otra actividad fuera del grupo parlamentario”. Cañada ha abierto también la puerta al regreso del exdiputado Xisco Cardona, que el pasado octubre abandonó Vox y se pasó al Grupo Mixto ante las desavenencias con sus compañeros. “En esta vida todos nos equivocamos o todos cambiamos de opinión” ha subrayado la portavoz.
El grupo parlamentario de Vox se dividió el pasado enero. Ribas, Rodríguez y Buades mantienen discrepancias con la dirección nacional, mientras que la presidenta de la formación, Patricia de las Heras, y el presidente del Parlamento, Gabriel Le Senne, son fieles al equipo de Santiago Abascal. En tierra de nadie han estado estos meses las diputadas Manuela Cañada y María José Verdú, que en enero se posicionaron junto a los diputados rebeldes pero en las últimas semanas han mostrado un acercamiento a la dirección nacional, participando incluso en los actos de campaña en el País Vasco.
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