La Policía precipita el arresto de un presunto yihadista en Burgos al sospechar que buscaba una pistola

Agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad de Briviesca (Burgos, 6.675 habitantes) a un joven de 19 años acusado de autoadoctrinamiento yihadista, de propagar el radicalismo religioso y de manifestar abiertamente su disposición a cometer un atentado terrorista “en España o allí donde fuera posible”, según ha informado el Ministerio del Interior en una nota. El arresto ―que se produjo en la madrugada del pasado martes aunque no se ha informado sobre ello hasta este jueves― se precipitó tras considerar los investigadores que existía un “riesgo alto” de que cometiera un acto violento tras haber manifestado a varias personas su interés en conseguir un arma corta de fuego, tipo pistola. En el momento de su arresto, la Policía halló en su domicilio un cuchillo de grandes dimensiones. Tras pasar a disposición de la Audiencia Nacional, el juez Santiago Pedraz ha ordenado su ingreso en prisión.

La operación que ha desembocado en el arresto del presunto yihadista se inició a comienzos de este año, cuando agentes de la Comisaría General de Información, especializada en la lucha antiterrorista, detectaron la presencia en la red social Tik Tok de un joven domiciliado y nacido en la localidad burgalesa que “consumía gran cantidad de material radical y violento de corte yihadista”, señala la nota policial. “Ni trabajaba ni estudiaba. Se pasaba hasta altas horas de la noche conectado a internet”, añaden fuentes cercanas a la investigación.

Las pesquisas permitieron corroborar que el joven mostraba ya entonces un “avanzado estado de radicalización” y que, además de visionar el material yihadista, intentaba captar a otras personas con las que interactuaba en la red social. “En esos contactos, les intentaba atraer hacia la visión más rigorista del Islam”, añaden las fuentes consultadas. Para ello, les mostraba vídeos elaborados por el Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés) en los que se mostraban “decapitaciones, ejecuciones individuales y en grupo”.

El seguimiento al que el joven fue sometido en los últimos meses permitió a la policía constatar como, en los últimos meses, “había endurecido su discurso radical alentando [a sus interlocutores] a llevar a cabo atentados terroristas” y, sobre todo, mostrando su disposición a “hacer la yihad” con una acción violenta. “Para entonces ya se habían recopilado suficientes pruebas de su presunto radicalización, por lo que se acordó con la Fiscalía y el juzgado precipitar el arresto para evitar riesgos”, detallan fuentes policiales.

En el momento de la detención, al joven, que mantenía un aspecto occidentalizado, se le intervinieron en los dos domicilios que su familia ocupaba en la localidad, y que él alternaba para pernoctar, varios teléfonos móviles, cuyo contenido está siendo analizado por la Policía. El presunto yihadista está acusado de los delitos de autoadoctrinamiento con propósito terrorista, adoctrinamiento a terceros y enaltecimiento del terrorismo.

El amplio despliegue policial desplegado para su detención sorprendió el martes a los habitantes de Briviesca. El alcalde de la localidad, José Solas (PP), ha asegurado que desconocía que el operativo se iba a realizar. Fuentes del entorno familiar del arrestado se muestran “anonadados” ante lo sucedido: “Está todo el pueblo flipando. Yihadismo es una palabras muy grande”, aseguran, aunque también admiten que el joven “alguna pequeña había liado”, sin concretar. “No era conflictivo pero tampoco era un santo”, rematan.

Tras la detención del joven burgalés, ya son 21 los presuntos radicales islámicos arrestados en España en lo que va de año. Otros 10 lo han sido en otros países, principalmente Marruecos, en el curso de operativos conjuntos. El pasado martes, la Guardia Civil detuvo en Vitoria a una mujer acusada de un delito de colaboración terrorista por adoctrinar en la ideología yihadistas a, entre otras personas, sus hijos menores de edad. A comienzos de septiembre, la Policía detuvo en Pamplona a un veinteañero acusado de realizar labores de adoctrinamiento, captación y reclutamiento yihadista para el Estado Islámico. Entonces, entre el material intervenido en sus equipos informáticos, la policía localizó más de 200 manuales de auto capacitación, entre ellos algunos para aprender a elaborar explosivos, usar venenos o engañar a las fuerzas de seguridad si entraban en su domicilio a detenerlo.