La autopsia indica que Edwin Arrieta murió degollado por Daniel Sancho, según la policía tailandesa
El número dos de la policía explica la causa de la muerte del cirujano colombiano a manos del cocinero español
Los resultados de la autopsia indican que el cirujano colombiano Edwin Arrieta murió tras ser degollado por el joven español Daniel Sancho, según ha asegurado el número dos de la policía de Tailandia, Surachate Hakparn, a cargo de la investigación del crimen, cometido el día 2. “Tenemos ya los resultados definitivos de la autopsia. Primero se pelearon, según las pruebas en el lugar (del crimen). Daniel le dio un puñetazo, luego el doctor (Arrieta) se cayó y se golpeó la cabeza contra el lavabo, pero no murió en ese momento, sino cuando (Sancho) comenzó a cortarle el cuello, según los forenses”, ha dicho el subdirector de la policía tailandesa.
Sancho ―hijo y nieto de los actores españoles Rodolfo Sancho y Sancho Gracia, respectivamente― está en prisión provisional en la cárcel de Koh Samui, al sur de Tailandia, desde el día 7, tras confesar el asesinato de Arrieta. El martes, la policía tailandesa concluyó en una conferencia de prensa que el asesinato del cirujano fue premeditado y que Sancho lo había apuñalado antes de descuartizarlo. “Hemos consultado al fiscal sobre algunas de las pruebas y son suficientemente consistentes para acusarlo de asesinato premeditado, lo que conlleva la pena de muerte”, afirmó entonces Hakparn. Aunque no es extraño que la justicia tailandesa imponga la máxima pena, en la mayoría de los casos no se ejecuta y se conmuta por cadena perpetua. Los investigadores tienen que entregar su informe a la Fiscalía, que decide el tipo penal por el que será acusado durante el juicio.
“El caso se ha resuelto rápido. Ahora la policía está preparando el informe final para enviarlo a la Fiscalía antes de este viernes”, ha apuntado el oficial que supervisa la investigación. Durante la entrevista, el número dos de la policía tailandesa ha negado que ofreciera “incentivos” a Sancho para que confesara, algo que, según sus palabras, prohíbe la legislación de su país. Según el parecer de este mediático agente, que suele ocuparse de los casos de mayor difusión y en los que hay extranjeros implicados, “la única razón” por la que Sancho confesó es porque no quería enfrentarse a la pena de muerte. “Como en muchos países, cuando alguien confiesa, el tribunal puede reducir la pena de muerte a cadena perpetua. Sin embargo, la policía no se involucrará en este aspecto. No prepararemos ningún informe para pedir una reducción de la condena. No lo hemos hecho y no podemos hacerlo”, añadió Hakparn.
En la convocatoria de prensa del martes, en la que dieron el caso por cerrado, reconocieron que todavía quedaban algunos flecos en la investigación, como los resultados de la autopsia o el análisis de los mensajes de móvil entre Arrieta y Sancho. El viernes, Suteep Chadakarn, un agente involucrado en la investigación, aseguró que seguían buscando los restos del cuerpo de la víctima y que ya se habían encontrado 8 de las 17 partes en las que en principio fue descuartizado. El torso del fallecido todavía no ha sido hallado. “Se ha confirmado que la causa de la muerte fue el corte en el cuello y no una puñalada en el pecho. Por lo tanto, la parte torácica ya es secundaria respecto a la causa principal de la muerte. Aunque no tengamos esa parte, el tribunal todavía puede determinar que no fue accidente”, ha considerado el policía. El mando policial también ha asegurado que están listos para repatriar los restos mortales de Arrieta a Colombia: “Entiendo la necesidad de hacerlo lo antes posible, para que puedan llevarse a cabo las ceremonias y rituales necesarios”. La identificación de los restos se ha hecho con el ADN de su hermana, facilitado por la embajada.
El móvil: “Una aventura amorosa”
El número dos de la policía tailandesa mantiene que el “móvil del asesinato fue la aventura amorosa” que, afirma, mantenían Sancho, de 29 años, y Arrieta, de 44 años, quienes se conocieron hace un año a través de Instagram. “Daniel quería empezar una nueva vida con su novia, pero el doctor Edwin (cirujano plástico de profesión) le amenazó con que, si rompían, compartiría fotos íntimas”, ha añadido. El policía señaló que no se ha realizado una evaluación psiquiátrica sobre el estado de Sancho cuando se produjo el asesinato: “Es difícil determinar durante una investigación cómo se sentía Daniel antes de lo ocurrido”. El joven, chef de profesión, reconoció a Efe haber asesinado y desmembrado a Edwin Arrieta porque aseguraba que este lo tenía “en una jaula de cristal” y lo acosaba para que fuera su pareja.
La policía no contempla que ninguna otra persona haya participado en el crimen, dado que no han encontrado ni restos de ADN ni imágenes en las cámaras de los alrededores, ni tampoco que su muerte fuera accidental. Tienen imágenes de Sancho comprando en supermercados de la isla diversos útiles de limpieza, como guantes o bolsas de basura, cuchillos y una sierra antes de que muriera Arrieta y un ticket de compra de esos productos. La semana pasada también mostraron en una tableta electrónica fotografías de una camiseta de la víctima con cortes a la altura del pecho del tamaño de un cuchillo.
Sancho y Arrieta habían quedado el día 2 en Koh Phangan, una isla muy turística conocida por albergar la fiesta de la luna llena, en la que las playas se abarrotan de personas celebrando con música hasta el amanecer. Al día siguiente, varios medios locales publicaron que un recolector de basura había encontrado en un vertedero de la isla una pelvis seccionada e intestinos en una bolsa de fertilizantes. Horas después, se hallaron más restos humanos en el mismo vertedero, entre ellos parte de las extremidades inferiores de Arrieta. Otros restos del fallecido han sido hallados en el mar, donde la policía sigue buscando.
Los investigadores expusieron la semana pasada una serie de paneles explicativos sobre su trabajo. En ellos aparecían fotogramas de cámaras de seguridad de supermercados de la zona en las que aparecía una persona con características similares a Daniel Sancho; también había fotografías en el apartamento de vacaciones en el que ocurrió el crimen, como un baño, una cocina o el interior de un armario, en el que se encontraba una caja fuerte en la que la policía asegura que intervino 9.000 dólares. En una de ellas se aprecia a Daniel Sancho sentado en cuclillas y de espaldas, mientras otra persona del equipo de investigadores, con camiseta roja, aparece tendida en el suelo. En otra, el investigado está de pie, vestido y metido en una ducha.
Silvia Bronchalo, la madre del acusado, visitó el pasado viernes a su hijo en la prisión tailandesa. “Nadie está preparado para recibir una noticia así”, mantuvo a la salida. “Daniel está bastante mejor, está tranquilo, lo están tratando muy bien, y bueno, solo esperar que se resuelva todo con mucha tranquilidad”, añadió Bronchalo. Sancho acabó el jueves el periodo de cuarentena de 10 días estipulado por el protocolo covid-19, y desde entonces puede recibir una visita diaria de unos 15 minutos.
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