Una familia salva la vida gracias a las maletas de la baca de su coche al sufrir un accidente
El vehículo se despeñó por un barranco de Granada y rodó dando vueltas a lo largo de 40 metros, pero la carga amortiguó los golpes y las seis personas que viajaban, entre ellas dos menores, resultaron casi ilesas
El kilómetro 14 de la autovía A-92, en la provincia de Granada, ha cambiado la vida para las seis personas que sufrieron en ese punto un accidente de tráfico este lunes. De nacionalidad francesa, viajaban hacia Marruecos cuando el coche golpeó el lateral izquierdo de la carretera, salió rebotado hacia la derecha, superó el guardarraíl y cayó por un barranco de fuerte pendiente, donde el vehículo dio vueltas a lo largo de 40 metros. Más allá de algunos cortes y magulladuras, y una pequeña fractura en el brazo de un menor, los seis salieron ilesos gracias a un aliado inesperado de cinturones de seguridad y airbags: las maletas y bolsas con ropa y enseres que portaban en la baca. “La carga hizo de amortiguador de los golpes y, gracias a eso, están con vida”, sostiene Miguel Pérez, jefe del parque de bomberos perteneciente a la Agencia Provincial de Extinción de Incendios, dependiente de la Diputación de Granada.
El accidente se produjo sobre las siete de la tarde de este lunes. Por un motivo que se desconoce, el conductor del vehículo sufrió un despiste y durante una curva golpeó el quitamiedos izquierdo de la autovía A-92. El coche salió disparado hacia la derecha, atravesando la carretera y cayó por un largo barranco a la altura del kilómetro 14, en el término municipal de Gor. El servicio de Emergencias 112 Andalucía recibió varias llamadas alertando de lo ocurrido y avisó a la Guardia Civil y un equipo de sanitarios. Estos se pusieron en contacto con los bomberos porque pensaban que alguno de los viajeros había quedado atrapado en el interior del monovolumen y porque necesitaban ayuda para llegar lo más cerca posible, campo a través, con su ambulancia.
El parque de Guadix envió dos dotaciones, que facilitaron al vehículo sanitario a descender para atender a los accidentados, aunque todos pudieron salir por su propio pie e incluso caminar unos metros hacia la ambulancia. Eran cuatro adultos y dos menores de cinco y siete años, que estaban aturdidos por los golpes y presentaban algunas heridas causadas por los múltiples cristales que resultaron de la rotura de las lunas y, uno de ellos, una pequeña fractura en el brazo. Todos fueron trasladados al Hospital de Alta Resolución de Guadix, donde fueron atendidos. “Habéis tenido suerte, mucha suerte”, comentaba Miguel Pérez al conductor cuando se repuso del susto inicial. “Mucha, mucha”, respondía el hombre, que apenas conocía alguna palabra en español y que conducía en dirección al Puerto de Motril para embarcar hacia Marruecos.
Según sostienen los bomberos, las maletas y ropas con enseres y ropa que la familia acumulaba en la baca suavizó los golpes del coche en cada tumbo. “El techo, que en otras circunstancias similares hubiera estado totalmente hundido, solo presentaba un pequeño bollo”, cuenta el máximo responsable de los bomberos de Guadix. Relata además que en sus 18 años como profesional ha visto numerosos accidentes y que, a veces, un golpe mucho más pequeño tiene consecuencias fatales para quienes viajan en el interior del vehículo. “Si hubieran hincado el morro o se hubieran topado con algo que les hubiera impactado, estaríamos hablando de otra cosa”, señala Pérez, quien subraya que apenas 50 metros antes del lugar del accidente hay una caída libre de 100 metros.
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