‘El Pollo’ Carvajal viaja ya hacia Estados Unidos para ser juzgado por narcotráfico

El periplo judicial y penitenciario de cuatro años en España del que fuera jefe de la contrainteligencia militar venezolana, el exgeneral Hugo Armando Carvajal, El Pollo, ha llegado este miércoles a su final. El exmilitar venezolano vuela desde este mediodía rumbo a EE UU, país que había solicitado su extradición para juzgarlo por narcotráfico, blanqueo y colaboración con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para introducir cocaína en el país. Carvajal viaja custodiado por agentes de Interpol. La expulsión se produce seis días después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, rechazara la última maniobra jurídica del ex alto cargo del régimen chavista para impedir su entrega a las autoridades de Washington al concluir que el argumento esgrimido por el Pollo Carvajal de que va a ser condenado en Estados Unidos a cadena perpetua sin posibilidad de acceder a la libertad condicional, una pena que considera contraria al artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, no es “un riesgo real”.

El exmilitar abandonó a primera hora de la mañana el Centro Penitenciario Madrid VII, en la localidad de Estremera, donde ocupaba una celda desde septiembre de 2021, cuando se produjo su segunda detención en España tras permanecer huido cerca de dos años. Allí ha estado recluido en el módulo destinado a presos miembros de las fuerzas de seguridad, dada su condición de exmilitar, donde coincidió con el comisario jubilado José Manuel Villarejo, con el que entabló amistad. Desde la prisión, ha sido trasladado al aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid escoltado por agentes españoles, para tomar un vuelo rumbo a EE UU cerca del mediodía, según detallan fuentes policiales.

Con su entrega, se pone punto y final a un largo proceso judicial repleto de requiebros y tretas por parte del ex alto cargo chavista para impedir su entrega desde que, en abril de 2019, la Policía española lo detuviera en Madrid, donde el exmilitar había llegado un mes antes utilizando un pasaporte falso a nombre de Adolfo José Mouriño. Con su arresto se activó el proceso de extradición, al que la Audiencia Nacional dio luz verde en noviembre de ese mismo año, aunque entonces no pudo ejecutarla porque el ex alto cargo chavista se había fugado aprovechando que estaba en libertad mientras se resolvía la causa.

Carvajal permaneció dos años en paradero desconocido hasta que en septiembre de 2021 fue arrestado de nuevo en Madrid. Desde entonces, se encontraba encarcelado y ha visto como todas sus solicitudes de puesta en libertad eran rechazadas por la Audiencia Nacional al estimar que, con este antecedente, existía riesgo de que volviera a fugarse. En este tiempo, la justicia española ha aprobado definitivamente su extradición a Estados Unidos tras resolver toda una batería de alegaciones y maniobras de la defensa del exgeneral venezolano. Entre ellas, la presentación de recursos ante el Tribunal Supremo y el Constitucional para oponerse a las decisiones administrativas que daban luz verde a su entrega y dos solicitudes de asilo ante el Ministerio del Interior, todo ello rechazado.

El Pollo Carvajal incluso pidió declarar como testigo protegido en la causa que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón tenía abierta para investigar las presuntas irregularidades en la financiación de Podemos. Aseguraba entonces que tenía documentación comprometedora para la formación política que, finalmente, resultó irrelevante. Su penúltima treta jurídica había sido, precisamente, el recurso ante el Tribunal de Estrasburgo que fue rechazado la semana pasada. Se puso en marcha entonces el trámite judicial que desembocó este martes con una providencia de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, la que ha llevado todo el proceso de la extradición, por la que ordenaba a Interpol la entrega “de manera inmediata” del Pollo Carvajal a las autoridades de los Estados Unidos. Los magistrados rechazaban también la última maniobra de la defensa del exmilitar que había solicitado paralizarla.