El secuestro de la concejal socialista de Maracena, dos horas con efectos políticos que durarán años
Tras el terremoto político y judicial que provocó el secuestro exprés de una concejala, la ciudad vive pendiente de los pactos que darán la Alcaldía al PP
Hay acontecimientos que duran mucho más de lo que ha marcado el cronómetro. Y la localidad de Maracena (Granada, 22.293 habitantes) puede dar fe. El caso Juana Rivas —la mujer condenada por secuestro de menores tras retener a sus dos hijos en España y no permitirles volver con su padre en Italia― surgió en Maracena en 2016, y su último eco informativo se escuchó en marzo de 2023, siete años después. Ahora, el municipio ha vuelto a convulsionar por otro incidente inesperado: el pasado 21 de febrero fue secuestrada durante dos horas Vanessa Romero, entonces concejal socialista del Ayuntamiento. El secuestrador fue Pedro Gómez, a la sazón pareja de la alcaldesa, también socialista, Berta Linares, con quien Romero tenía una relación difícil. Las dos horas de secuestro quedaron atrás, pero sus consecuencias, 110 días después, se han multiplicado no solo en el ámbito judicial sino en el político. Linares dimitió esta semana, y en el aire están las negociaciones que decidirán quién será su sustituto.
La justicia investiga si hubo o no participación en el secuestro de tres políticos: Noel López, exalcalde de Maracena y número tres del PSOE andaluz hasta que dimitió, por este asunto, el pasado 30 de mayo; Berta Linares, alcaldesa en funciones hasta este viernes, cuando también renunció al cargo; y Antonio García Leyva, concejal de Urbanismo en funciones. Un informe de la Guardia Civil apunta a la posible existencia de irregularidades urbanísticas en los años de gobierno de López y Linares.
El caso se ha llevado por delante la mayoría absoluta del PSOE en este municipio en el que, hace 16 años, otro incidente de muy distinto cariz motivó la caída del entonces alcalde, Julio Manuel Pérez, primer y único regidor del PP. Ahora, dados los resultados electorales, será su hijo, también llamado Julio Manuel Pérez, quien se hará con la vara de mando en Maracena.
El 23 de febrero de 2007, tres meses antes de las elecciones municipales de aquel año, Julio Manuel Pérez padre autorizó al periodista Federico Jiménez Losantos a emitir su programa de radio desde el nuevo edificio del Ayuntamiento de Maracena, que aún no había sido inaugurado oficialmente. El PP gobernaba en coalición con Agrupación de Maracena (ADM). Según avanzaba la emisión radiofónica, hasta 200 maraceneros se fueron agolpando a las puertas del Consistorio, protestando por el hecho de que la sede del gobierno municipal fuera utilizada como emisora de un programa de derechas. Aguantaron con sus pancartas en la puerta todo el programa. Cuando este terminó, acabó también la coalición de gobierno. El líder de ADM rompió con el PP por la “decisión errónea del alcalde en contra de las fuerzas políticas y sociales de Maracena”. Tres meses después, el PP perdió la Alcaldía que tantos años le había costado conquistar. Desde entonces, el PSOE se había mantenido al frente del Ayuntamiento, pero el caso del secuestro de la concejal Romero se lo ha llevado por delante. De los 11 concejales que tenían, mayoría absoluta, los socialistas se han quedado con siete. El PP ha pasado de dos a seis. Vox tiene dos y dos partidos locales independientes han obtenido uno y dos asientos, respectivamente.
Acostumbrados a estar en el foco
La ciudad se ha acostumbrado ya a sentarse a ver qué pasa. Cuando las ascuas del secuestro iban apagándose con el paso de las semanas, la investigación sobre los responsables locales socialistas y el resultado electoral han vuelto a colocarlo en primer plano. José Antonio Osorio, presidente de la Asociación de Vecinos Tartesos, lamenta que “los políticos de derechas están aprovechando la situación para meterse en la Alcaldía”. Un paseo por el centro de Maracena muestra, sobre todo, el hartazgo que el asunto genera en buena parte de la población. Miguel, que lleva 23 años en la localidad, inicia su discurso con un “Yo no soy de ningún partido”, y a partir de ahí se dispara contra el PSOE. “Aquí se vota al PSOE porque la mitad de la gente está cobrando de trabajos en los que los han enchufado, o en el paro”. Antonio, de 57 años y nacido en Maracena, cree que lo ocurrido en las elecciones “era esperable con todo lo que ha pasado, pero aquí, por esas cosas de la tradición familiar, los socialistas siempre han conseguido muchos votos”. Maracena, con poca industria y gran parte de sus habitantes trabajando en Granada o en polígonos industriales de otras localidades, ejerce, en cierto modo, de ciudad dormitorio.
Almudena, por ejemplo, a sus 39 años trabaja fuera: “Lo que ocurre [en Maracena] no me afecta”, zanja. Ella es responsable de una asociación juvenil y siente, en todo caso, la caída electoral del PSOE porque augura que “a la juventud” le va a perjudicar. Antonio Luis Marín, presidente de Ecama (Empresarios, Comerciantes y Autónomos de Maracena), explica que ahora todos están “expectantes a ver quién asume la Alcaldía”. Con 450 comercios y empresas en la ciudad, Marín tiene una visión doble sobre los escándalos. “Da una imagen regular de la ciudad pero, por otro lado, se da a conocer”.
Silencio en los lugares vinculados con el secuestro
El silencio se hace muy profundo en los lugares relacionados, de un modo u otro, con el caso que ha conmocionado a la ciudad. Nadie quiere hablar en la gasolinera o en el gimnasio que hay a la entrada del pueblo, ambos mencionados en el sumario porque la concejala víctima del secuestro consideraba que se habían cometido irregularidades relacionadas con ambos negocios. Ni en la ferretería en la que Pedro Gómez, el secuestrador, entró a comprar un cuchillo y cinta americana para volver adonde había abandonado a la secuestrada, sin saber que esta ya se había liberado. Tampoco el dueño de la Taberna de Ángel, donde Gómez sitúa, siempre según sus declaraciones, la conversación donde se fraguó el rapto. “Ya declaré, no voy a decir nada más”, murmura.
Y así, de la digestión de un acontecimiento en otra, anda ahora Maracena. El viernes, tras la dimisión matutina por sorpresa de la alcaldesa Linares, el PP anunció un acuerdo con Vox y las dos formaciones locales Maracena Conecta y Quiero Maracena que le asegura una mayoría absoluta de 11 concejales en el Consistorio. Solo queda ver si a los números les acompaña la estabilidad necesaria para aguantar cuatro años. Porque eso también se comenta ya en algunas barras de bar. Pero eso, de ser, será otra digestión.
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