Los cambios de última hora en las listas del PSOE tensan el ambiente previo al comité federal

El comité federal de este sábado, en el que el PSOE aprobará sus listas para las elecciones generales del 23 de julio, no se presenta ni pacífico ni de trámite. La paz que hasta los sectores más críticos con Pedro Sánchez por la debacle del 28-M auguraban —apelando al cierre de filas en las elecciones generales— ha quedado enturbiada este viernes. La que iba a ser una jornada sin sobresaltos tendrá aristas. La comisión federal de listas, que pretendía tocar al cabeza de lista por Toledo, Sergio Gutiérrez, número dos de Emiliano García-Page, alimentó la tensión latente entre Ferraz y uno de los pocos barones que le quedan a los socialistas. La modificación de las listas también soliviantó a la dirección de Castilla y León, uno de los contados refugios que se mantuvieron del lado del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE en sus horas más bajas, entre 2016 y 2017, cuando tuvo enfrente a la práctica totalidad del establishment socialista antes de su reelección por la militancia. Los componentes de la lista por Ávila al Congreso han renunciado y también ha desistido parte de las de Aragón.

El malestar por las modificaciones de última hora de las listas ha afectado a las baronías más distanciadas con Sánchez, pero también a algunas de las más afines. La intención de Ferraz de no respetar como cabeza de cartel por la provincia de Toledo a Gutiérrez, secretario de Organización del presidente de Castilla-La Mancha, encrespó los ánimos horas antes de la reunión del principal órgano de decisión del PSOE entre congresos. Y ni más ni menos que con García-Page, uno de los escasos presidentes autonómicos que le quedan a los socialistas tras el desastre de las últimas elecciones autonómicas y municipales —Adrián Barbón (Asturias) gobernará con pactos y María Chivite (Navarra) depende de la abstención de EH Bildu— y el único que puede presumir de haber sido reelegido por mayoría absoluta. El presidente castellano-manchego, que no sabía si iba a acudir al comité federal debido a que coincide con el Corpus, una fecha muy importante en su comunidad, tiene previsto asistir, según fuentes de su entorno. “Agradezco el diálogo cordial con la dirección federal del PSOE, para aclarar un error en el cabeza de lista de la candidatura por Toledo, y que nos permite centrarnos en la campaña y en que se hable de lo que realmente interesa a la ciudadanía”, tuiteó García-Page tras el paso atrás de Ferraz.

La comisión federal de listas, bajo el control de Sánchez, había optado por colocar en primer lugar en la circunscripción a la alcaldesa de Toledo las dos últimas legislaturas, Milagros Tolón, una de las damnificadas por la pérdida de casi todo el poder territorial que acaba de sufrir el partido. La mano derecha de García-Page iba a ir, por tanto, de número dos, un puesto que no debería correr peligro —en las generales de 2019 el PSOE, PP y Vox obtuvieron dos escaños cada uno en la circunscripción—, pero el mensaje lanzado en clave interna provocó una marejada en una de las principales federaciones socialistas y tampoco se entendió en otros territorios. Tanto, que Ferraz tuvo que rectificar y volvió a aceptar a Gutiérrez encabezando la lista provincial. “Existe mucho malestar ante la decisión de la dirección federal de cambiar la lista de Toledo al Congreso. Ferraz está cambiando las listas mediante imposiciones, y por lo que muchos interpretamos, como caprichos personales. De tal modo, que el comité [federal] no va a ser lo pacífico que debería. El PSOE de Castilla-La Mancha defenderá sus intereses en el comité federal”, trasladaron fuentes del PSOE de Castilla-La Mancha, que recalcaron que las listas fueron aprobadas por unanimidad en el comité provincial con más de 300 asistentes de la provincia de Toledo representando al 90% de las agrupaciones locales. Tolón sí contó con el respaldo de su agrupación.

Las novedades que la comisión federal de listas resolvió en las listas de Castilla y León tampoco sentaron bien en la dirección autonómica del PSOE. Javier Izquierdo, secretario de Estrategia y Acción Electoral de la dirección nacional, fue incluido como número uno de la lista de Valladolid al Senado. Un movimiento que implica que Sara Galván, que en la propuesta enviada por la federación aparecía como número uno a la Cámara alta, quedó desplazada a la segunda posición. “Es una decisión que no tiene justificación, Izquierdo no fue propuesto por ninguna de las asambleas”, reprocharon fuentes de la cúpula castellanoleonesa en conversación con EL PAÍS. Tampoco se entendió el cambio en Ávila, donde ha renunciado la decena de componentes de la lista al Congreso y será candidato Manuel Arrivas, en lugar de la secretaria de organización provincial, Yolanda Vázquez. Fuentes de la dirección de Castilla y León ven muy difícil revalidar el escaño por esa circunscripción y anticipan que el comité federal de este sábado no será plácido.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, otro de los referentes críticos con Sánchez y de los más afectados por los cambios en las listas, será uno de los grandes ausentes del comité federal. Susana Sumelzo será número dos por Zaragoza al Congreso en lugar de Óscar Galeano, algo que tampoco estaba previsto, según fuentes del partido en Aragón, que califican los cambios de “escabechina”. Ferraz ya se impuso al PSOE de Teruel vetando a Ignacio Urquizu, exdiputado nacional y alcalde de Alcañiz, para la lista del Congreso. Urquizu, que se quedó fuera de las listas al Parlamento en 2019, fue propuesto por las 33 asambleas de la provincia. Lambán aceptó que Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz de la dirección estatal, sea cabeza de cartel al Congreso por Zaragoza. Galeano, que según la propuesta inicial del PSOE de Zaragoza iba a ser número uno al Congreso, queda relegado al tercer puesto en el Senado.

“La comisión ejecutiva regional del PSOE de Aragón manifiesta su profunda disconformidad con la decisión de la comisión federal de listas en relación con las candidaturas al Congreso y al Senado de las provincias de Zaragoza y de Teruel, cuya composición apenas tiene nada que ver con las propuestas de los correspondientes comités provinciales y, por tanto, con la opinión de los militantes. Lamentamos profundamente esta decisión que va a producir, con toda seguridad, un profundo desánimo entre los militantes a pocas semanas de las elecciones”, emitió un comunicado de protesta la federación de Aragón. Los miembros de las candidaturas al Congreso por Aragón Noemí Villagrasa, José Antonio Remón, Ángeles Malo, Abraham Martínez, Ángeles Pérez, Manuel Morte, Virtudes Borque y Adrián Gimeno, y al Senado Ana Isabel Villar, Óscar Galeano, Mar Bruna, María Pilar Capdevila, José Ignacio Andrés, Eugenio Torrubia y Raquel Naranjo renunciaron a formar parte de las candidaturas por “no compartir los criterios seguidos”. No se descartan más renuncias en las próximas horas.