Casimiro Curbelo, el socialista pragmático

A todo el que le preguntaba antes de las elecciones del 28-M, Casimiro Curbelo (La Gomera, 67 años) le aseguraba que su intención era la de repetir en un Ejecutivo liderado por el todavía presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, haciendo valer los tres escaños que con plena seguridad iba a lograr ―como así finalmente fue— el partido del que es dueño y señor, la Agrupación Socialista Gomera (ASG). “Ha sido el mejor Gobierno en la peor época”, sentenció en declaraciones a EL PAÍS.

Los resultados electorales han impuesto el pragmatismo y la búsqueda del poder en este exmilitante socialista, partido que abandonó en 2015 tras protagonizar junto a su hijo un altercado con la Policía Nacional en Madrid. El anticipado pacto anunciado el martes entre Coalición Canaria (19 escaños) y Partido Popular (15) dejaba a los dos socios a dos asientos de superar la mayoría absoluta en el Parlamento canario. Las miradas, una vez más, se posaron sobre el presidente del Cabildo gomero, senador y figura omnipresente en la segunda más pequeña de las islas canarias (22.100 habitantes), a quien la peculiar ley electoral de las islas confiere un poder inusitado. ¿Antepondría su socialismo confeso a un pacto con el centroderecha? ¿Renunciaría a una cuota de poder para, tal y como sostienen diversas voces, tratar de reintegrar su ASG en la casa madre del PSOE?

La intriga ha sido mínima. “Tienen que entenderlo”, ha afirmado Curbelo este jueves para justificar su posición tras firmar su incorporación al acuerdo. Su partido apoyará el Gobierno de Coalición Canaria y del Partido Popular, conjuntamente con la Agrupación Herreña Independiente (un escaño) y certifica el cambio de Ejecutivo en las islas, la octava economía autonómica de España por PIB, tras cuatro años de Ejecutivo liderado por el PSOE. La formación de Curbelo entrará en el Gobierno canario “por el interés general, el interés de Canarias y por el interés de La Gomera”, según sus palabras.

Legislatura tras legislatura, el líder gomero no parece perder las ganas por permanecer en la primera línea política. “Amo la política”, aseguraba a finales de mayo a este periódico. “Adoro el servicio público, la respuesta de los ciudadanos”. Esta respuesta la tiene garantizada, toda vez que a ojos de la mayor parte de la población gomera, el Cabildo insular no es una institución, sino otra forma de decir Casimiro Curbelo. “Él nos paga los entierros y nos ayuda con los libros”, explicaba hace dos semanas María González mientras paseaba su pequeño perro por un parque del municipio de Alajeró ―el único en el que no venció la ASG el 28-M―. “¿No, no me he planteado votar a otro”, responde sorprendida.

Es este personalismo el que critican sus detractores. Por ejemplo, a la hora de echar una mano a sus conciudadanos. El consejero de Coalición Canaria en el Cabildo, Christian Méndez, explicó recientemente a EL PAÍS el uso que hace de las empresas públicas. Sobre todo Gesplan, que se ocupa de las actividades de gestión, urbanización, planeamiento y medioambiente.“Se ha convertido en una agencia de colocación. Si necesitas trabajo acudes a la tercera planta del Cabildo o hablas con el representante de la Agrupación Socialista Gomera de tu municipio”.

La contraprestación de Curbelo a su apoyo al pacto entre Coalición Canaria y Partido Popular no es otro que, precisamente, la gestión de varias empresas públicas, entre ellas la propia Gesplan. “Ahí es donde se ven sus prioridades”, han afirmado este jueves detractores suyos en la isla. “La legislatura pasada pidió la Consejería de Turismo, y ahí no hizo nada. Ahora, no reclama direcciones generales interesantes para mejorar la vida de los gomeros, como pueden ser la transición ecológica o los transportes. Reclama lo que necesita para poder mantenerse, que es Gesplan, que supone el 60% o 70% del empleo en La Gomera”.

Más de 40 años de carrera política

Este personalismo en la gestión ha marcado una carrera política que se inició en 1982, excitada por la arrolladora presencia de Felipe González. El curbelismo arraigó fuertemente en su isla natal, a la que regresó tras estudiar Filosofía y Letras en la Universidad de La Laguna. En solo un año pasó de no ser ni siquiera afiliado a convertirse en el presidente de los socialistas gomeros y, un año después, alcalde de San Sebastián, la capital de la isla. Durante años, proporcionó al PSOE senadores, alcaldías, diputados y presidencias. Hasta el desafortunado incidente con la policía en Madrid, que le obligó a dimitir de su escaño en la cámara alta y llevó al PSOE a prescindir de él para sus listas. Su respuesta, montar la Agrupación Socialista Gomera. A partir de entonces, todo cambió y siguió igual. Volvió a salir elegido como senador, revalidó la presidencia del Cabildo...

Y le añadió el poder convertirse en una pieza clave en el Parlamento. Esta es, de hecho, la tercera legislatura consecutiva que la ASG sostiene a un Gobierno. Durante el pasado mandato, la formación apoyó al presidente Ángel Víctor Torres (PSOE). Entre 2016 y 2019, fue Coalición Canaria la que se benefició de sus escaños tras decidir romper el pacto con el PSOE, y expulsar a sus representantes del Ejecutivo.

Y es que el poder en las islas parece orbitar alrededor de la gravedad de Curbelo. Se beneficia de la peculiar ley electoral canaria, que trata de compensar a las islas menores respecto a las mayores (Gran Canaria y Tenerife): La Agrupación Socialista Gomera logró 6.112 sufragios el 28-M, que le otorgaron tres escaños en la cámara regional. En las islas, formaciones como PACMA (10.806 votos), Unidos Por Gran Canaria (16.760), Dragos Verdes Canarias (27.916) o Unidas Sí Podemos (34.531) lograron más apoyos el 28-M. Ninguno ha logrado entrar en el Parlamento. Nueva Canarias multiplicó por más de 10 los votos de ASG (71.021). Apenas tuvo dos representantes más.

Él sostiene que usa esta fuerza para el bien de sus vecinos. “Nuestro proyecto político es un proyecto político por y para las personas”, asegura. “Lo primero que hay que hacer es atender al conjunto de los ciudadanos. Pero en los otros partidos y los medios de comunicación se entretienen en lo menor”.