La Guardia Civil detiene a miembros del clan Farruku por introducir 10 toneladas de cocaína en España
El instituto armado despliega 250 agentes en las provincias de Madrid, Málaga, Toledo, Barcelona y Cádiz en uno de los mayores golpes al narcotráfico de los últimos años
La Guardia Civil ha propinado este miércoles un importante golpe a las redes del narcotráfico. Más de 250 agentes del instituto armado se han desplegado en las provincias de Madrid, Málaga, Toledo, Barcelona y Cádiz para detener a una veintena de personas y desmantelar con ello parte del llamado clan Farruku, una organización criminal de origen albanés al que fuentes de la investigación vinculan con asesinatos y con la introducción en España de cerca de 10 toneladas de cocaína intervenidas en los últimos años en varias aprehensiones. Entre los detenidos, además de miembros del clan, se encuentra un abogado de Málaga, Juan Fernández, cuyo bufete en el centro de esta ciudad ha sido registrado por la Guardia Civil.
Las pesquisas se iniciaron hace más de un año tras ser incautadas en el puerto de Algeciras algo más de 2 toneladas de esta droga que venían ocultas en un cargamento de merluza congelada procedente de Ecuador. Entonces, la Unidad de Análisis de Riesgos (UAR) de la Aduana de esta localidad, que realiza controles sobre contenedores procedentes de Sudamérica, detectó uno cuyo cargamento resultaba sospechoso de poder ocultar droga. El registro que hizo la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera permitió entonces descubrir 1.741 pastillas de cocaína ocultas en palés de pescado. Aquella intervención no estuvo acompañada entonces de detenciones, pero permitió al instituto armado recopilar los primeros datos que han permitido ahora lanzar la operación para desmantelar el grupo criminal.
Las actividades delictivas del clan Farruku, al que además del tráfico de cocaína se le relaciona con robos en domicilios y con varios asesinatos relacionados con el narcotráfico, es conocido en España desde 2008. Su presunto líder, Kreshnik Farruku, fue detenido por primera vez en 2019 en Madrid tras cursar Italia una orden de detención contra él. Para entonces, la policía española ya le había investigado por su posible relación con el grupo de albaneses que en 2007 asaltó la casa del empresario José Luis Moreno y por la muerte a tiros, en 2008 en El Molar (Madrid), de Mendzici Nurarin, supuesto miembro de su organización. Sin embargo, finalmente nunca fue imputado por ninguno de estos hechos.
También se le vinculó con la muerte, en 2010, del que hasta ese momento había sido el cabecilla del clan, un crimen cometido en Madrid. Tras la muerte de este, Kreshnik Farruku asumió el mando de la organización, aunque poco después fue arrestado, junto a otros miembros de su organización, en Barcelona cuando transportaba en su coche 20 kilos de cocaína que supuestamente pretendía llevar a Italia y entró en prisión. Dos años después huyó al aprovechar un permiso penitenciario y abandonó España, aunque volvió. Hace cuatro años fue de nuevo arrestado, esta vez en un hotel del madrileño barrio de Tetuán, cuando se encontraba junto a su hermano pequeño Erniu, quien supuestamente había asumido el liderazgo del clan durante su ausencia. El presunto cabecilla del grupo utilizaba entonces hasta una decena de identidades españolas y albanesas para eludir la acción policial.
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