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Marlaska alude al papel de Pérez de los Cobos en los fondos reservados del ‘caso Kitchen’ para sugerir que volverá a cesarlo

El ministro recuerda en el Congreso que el coronel de la Guardia Civil era el responsable del control de esta partida cuando se produjo el espionaje ilegal a Bárcenas

Fernando Grande-Marlaska, salía este miércoles del hemiciclo del Congreso tras participar en la sesión de control al Gobierno. Foto: JESÚS HELLÍN (EUROPA PRESS) | Vídeo: EFE
Óscar López-Fonseca

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, deslizó este miércoles en el Congreso de los Diputados una de las razones por las que, en los dos últimos días, ha afirmado de manera reiterada que aún se mantienen “las razones objetivas” que determinaron la pérdida de confianza en el coronel Diego Pérez de los Cobos que desembocaron, en mayo de 2020, en su cese fulminante como jefe de la Guardia Civil en Madrid. Esta destitución fue anulada el martes por el Tribunal Supremo. Grande-Marlaska, que respondía a una pregunta del PP sobre la reciente dimisión de la directora general del instituto armado, María Gámez, vinculó esa falta de confianza al papel que el alto mando tuvo en el control en los fondos reservados durante la llamada Operación Kitchen, el espionaje ilegal al extesorero de Génova Luis Bárcenas organizado, entre 2013 y 2015, por Interior en la etapa como ministro del popular Jorge Fernández Díaz, y que fue financiada precisamente con el desvío irregular de cerca de 60.000 euros de esta partida.

“¿Usted tendría confianza en aquellas personas que gestionaban los fondos reservados sin el debido control [...] y permitieron con ese no control de los fondos reservados que se utilizaran para destruir pruebas para que el PP pudiera ocultar sus responsabilidades?”, le espetó Grande-Marlaska a la diputada Ana Vázquez, en clara referencia a Pérez de los Cobos, quien, entre 2011 y marzo de 2018, fue el director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, puesto desde el que visaba el uso que se hacía de esta partida. “En ese tipo de personas es, al menos, en las que este ministro del Interior no tiene, no ha tenido y no tendrá confianza”, añadió.

Cuando Grande-Marlaska asumió la cartera de Interior, Pérez de los Cobos ya no se ocupaba del control de esta partida. Unos meses antes, aún con Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa, había dejado el puesto de director del Gabinete de Coordinación para hacerse cargo de la Comandancia de Madrid. En ese destino se mantuvo algo más de dos años, hasta que en mayo de 2020 fue cesado de manera fulminante por el ministro por “pérdida de confianza” tras conocer por un periódico que agentes a sus órdenes investigaban al director del centro de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, dentro del caso 8-M por la celebración de manifestaciones feministas días antes del primer estado de alarma por la covid-19. En el escrito de cese se detallaba que la destitución se había acordado por “no informar del desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil, en el marco operativo y de Policía Judicial, con fines de conocimiento”, en referencia a aquellas pesquisas, que finalmente fueron archivadas por la jueza que instruía la causa. Desde entonces, Pérez de los Cobos ha permanecido destinado en la Intervención de Armas y Explosivos.

El reciente fallo del Tribunal Supremo que anula esta decisión obliga al ministro a restituirlo en su puesto como jefe de la Guardia Civil en Madrid y a pagarle una indemnización por el dinero que ha dejado de percibir desde su destitución, ya que la retribución como jefe de la Comandancia es superior a la que percibe en su actual destino. Sin embargo, Grande-Marlaska ha insistido, desde que se conoció el sentido del fallo, que va a esperar a que se conozca la literalidad de la sentencia para saber qué hará. “Cuando la resolución llegue se dictará, en ejecución de la misma y de conformidad a lo que declare el Tribunal Supremo porque todavía no conocemos el contenido, lo que proceda” afirmó este miércoles en el Congreso para recalcar inmediatamente que “la falta de confianza [en el alto mando] queda”. Fuentes de su departamento insisten en que una vez se conozca la sentencia, se sabrá si el fallo ha sido motivado por una cuestión de forma en el cese ―y, por tanto, subsanable en su opinión― o de fondo, y en qué términos.

No es la primera vez que Grande-Marlaska esgrime el caso Kitchen para hacer frente a los ataques del PP a su gestión. El lunes, durante su comparecencia en la comisión de Interior del Congreso por el llamado caso Cuarteles, en el que se investigan supuestas irregularidades en la adjudicación de obras en cuarteles de la Guardia Civil, el ministro recordó que el último director general de la Guardia Civil con el PP, José Manuel Holgado, ordenó archivar, en diciembre de 2017, las pesquisas que había iniciado Asuntos Internos sobre la existencia de esta trama. “Ustedes lo paran y lo mandan archivar”, afirmó antes de ligar esa actitud con el espionaje ilegal a Bárcenas y el uso irregular de fondos reservados para ello.

“Durante el periodo 2011-2018, los gobiernos del PP utilizaron de forma inadmisible los recursos públicos y los medios, que deberían haberse destinado a la seguridad de todos, con fines partidistas y espurios de una manera inaceptable en una democracia”, recalcó. Grande-Marlaska también recordó aquel día que dos de los máximos responsables de Interior en aquellos años, Fernández Díaz y quien fuera su número dos, Francisco Martínez, pueden “ser condenados a elevadas penas de prisión” después de que la Fiscalía haya pedido 15 años de cárcel para cada uno de ellos por el espionaje ilegal a Bárcenas.

Sin embargo, hasta ahora Grande-Marlaska no había apuntado al papel de Pérez de los Cobos en el control de los fondos reservados en aquellos años para explicar, al menos en parte, su pérdida de confianza en él. De hecho, el coronel nunca ha estado imputado por estos hechos, pero sí tuvo que declarar en la Audiencia Nacional como testigo en noviembre de 2020. Entonces, el alto mando de la Guardia Civil aseguró que él nunca tuvo conocimiento ni de la Operación Kitchen ni de otras y que su misión era, exclusivamente, autorizar las entregas de dinero a las diferentes unidades de la Policía Nacional y el instituto armado para el pago de confidentes y otros gastos previa justificación de los mismos, aunque sin entrar en los detalles pormenorizados de esas partidas.

El coronel también afirmó que las veces que despachó con Jorge Fernández Díaz nunca hablaron de seguimientos sin control judicial a Bárcenas y su entorno. Pérez de los Cobos redujo entonces su papel al de un “tesorero” al que llegaban una serie de carpetas con informes sobre las necesidades de fondos reservados de las diferentes unidades, que él iba autorizando. Él simplemente revisaba que se cumplían los requisitos de carácter formal exigibles, pero no recibía información del origen o alcance de las operaciones, ya que estas habían sido autorizadas previamente por los responsables de las unidades.

Meses después, en marzo de 2021, Pérez de los Cobos volvía a declarar por el caso Kitchen, pero en esta ocasión no en la Audiencia Nacional, sino ante la comisión de investigación del Congreso por aquellos hechos. En esta ocasión, y ante las preguntas de los diferentes grupos parlamentarios sobre el uso y gestión de los cerca de seis millones de euros anuales de esta partida, el alto mando de la Guardia Civil se escudó en que los fondos reservados tenían la consideración de materia clasificada como secreta por la ley para no contestar. “No puedo responder a esa pregunta”, respondió de manera casi automática a la mayor parte de las cuestiones que le plantearon.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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