Hallados restos humanos en el lugar donde fue arrojado el cadáver del joven de Ceuta desaparecido hace un año

La Policía Nacional ha confirmado el hallazgo de restos humanos en el terraplén del monte de Ceuta donde fue arrojado el cuerpo sin vida de Mohamed Ali Lamsseyeh, de 17 años, hace ahora un año, aunque deberá cotejar si se corresponden con los del joven. Este extremo ha sido confirmado por el comisario jefe de la Policía Nacional, Daniel Nogueroles, quien este mediodía ha puesto estos hechos en conocimiento de la madre del joven, Asma, la cual ha acudido a las dependencias policiales para ser informada sobre esta situación.

El hallazgo se ha producido esta mañana en el lugar donde dos de los detenidos indicaron que habían arrojado el cuerpo del menor. El lugar, situado en el monte de García Aldave, permanece totalmente acordonado por la Policía Nacional en lo que ha sido este jueves la tercera jornada de búsqueda en esta zona, donde el mismo lunes por la tarde fueron trasladados los detenidos.

Mientras tanto, los tres supuestos autores del asesinato —un adulto, una joven de 18 años y un menor de 17 años— ya se encuentran en prisión preventiva, según dictaminó el juez. La Policía Nacional se mantiene en el lugar donde fue arrojado el cuerpo, a la espera de lo que dictaminen los jueces, así como las pruebas de las muestras que se han recogido en las últimas horas.

Más de una treintena de agentes, acompañados por perros especializados en la búsqueda de personas y con el empleo de un dron, trabajan en este lugar con numerosa maleza que ha obligado a los agentes forestales a tener que desbrozar la misma para facilitar el trabajo policial. Una discusión entre la víctima y uno de los jóvenes parece ser el desencadenante de la muerte del joven, que al parecer fue golpeado por un bate de beisbol que ha sido localizado en la casa de uno de los arrestados.

A Mohamed Ali se le perdió la pista el 13 de enero de 2022. Pese a que, inicialmente, se pensó que su desaparición podía ser voluntaria, su madre y su familia, residentes en la barriada de El Gallo, siempre insistieron en que el chico no podía haberse ido solo. Los tres detenidos eran supuestamente “amigos” del desaparecido, residentes en los barrios de El Príncipe y Los Rosales, en la frontera de la ciudad autónoma con Marruecos, y en la misma zona donde hace una semana la policía detuvo al presunto asesino de un niño de ocho años.