Hallado un cadáver en la zona de Asturias donde se busca a Sandra Bermejo, desaparecida en noviembre

Un pescador ha encontrado este viernes por la mañana un cadáver flotando en el mar en las proximidades del cabo Peñas (Asturias), en el concejo de Gozón, la misma zona en la que el pasado 8 de noviembre desapareció Sandra Bermejo, una psicóloga madrileña de 32 años afincada en Gijón. Sin embargo, este sábado agentes de la Guardia Civil han confirmado que los restos encontrados no corresponden a los de la joven. El cuerpo se encontraban en una pequeña playa que se forma con la bajamar al pie de los acantilados y estaba en un avanzado estado de descomposición, por lo que ha sido necesario un cotejo de pruebas de ADN para identificar a quien corresponde. Fuentes policiales han recordado que en la misma zona hay otras personas desaparecidas desde hace tiempo.

Antonio Santamaría, pescador residente en Candás, suele acudir a pescar a la zona del cabo Peñas. Según ha relatado, ha sido al descender por tierra a la zona donde se forma una playa con la bajamar cuando ha visto unos restos, que estaban muy descompuestos. El hombre avisó al 112-Asturias, que puso en alerta a la Guardia Civil. Esta, tras comprobar el hallazgo, alertó a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, responsable de la investigación desde la desaparición de la joven, que llevaba dos años residiendo y trabajando en Gijón.

Los investigadores que llevan peinando las proximidades del cabo Peñas desde hace semanas han tenido que lidiar con las adversas condiciones meteorológicas de las últimas semanas en este lugar escarpado y de difícil y peligroso acceso. El oleaje y las borrascas sucesivas que han pasado por el norte peninsular han complicado la labor de las lanchas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que han navegado en esas aguas en busca de rastro o pistas sobre el paradero de Sandra Bermejo.

La principal teoría sobre la desaparición de la joven madrileña, que aparentemente se había hecho una vida rica en amistades y amigos en Gijón, ha girado entre la posibilidad de que sufriera un accidente, por tratarse de una zona muy abrupta o que se trate de una posible “desaparición voluntaria”, aunque la familia niega que tuviese ninguna razón para ello. De hecho, fueron sus compañeros de su clase de teatro quienes la echaron de menos el mismo día que dejó de responder a las llamadas. La asociación SOS desaparecidos difundió incluso la posibilidad de que hubiesen intervenido terceras personas en su desaparición, sin que la policía haya confirmado esa posibilidad.

La pista de Bermejo se perdió en la tarde del 8 de noviembre en la zona del cabo Peñas, cuyos acantilados de más de 100 metros de altura ofrecen un espectacular paisaje. El coche de la mujer, aficionada al senderismo y conocedora de ese paraje, fue encontrado allí, en un lugar habilitado para el aparcamiento, cerrado y sin signos de haber sido forzado. Su mochila estaba dentro del vehículo con sus cosas dentro, incluido el bolso con la documentación y las tarjetas bancarias.

Aparentemente, la mujer desaparecida solo llevaba su teléfono móvil encima. Pero, según fuentes policiales, dejó de emitir señal hacia las 17.00 del día 8 desde esa zona, según los datos de geolocalización analizados por la Policía. El día en que desapareció Bermejo no se reunió con su grupo de teatro, como tenía previsto, ni atendió las llamadas de sus amigos.

La policía y la Guardia Civil han rastreado los acantilados y las aguas cercanas con helicópteros, drones y perros, pero siempre con la hipótesis de que la joven pudo sufrir un accidente en ese lugar. Durante este periodo de búsqueda solamente se ha hallado una camiseta blanca femenina, aunque los familiares de Bermejo no pudieron confirmar si pertenecía a ella. El domingo siguiente de la desaparición de Bermejo fue hallado el cuerpo de un hombre de más de 80 años que se había precipitado al vacío accidentalmente el día anterior.

El cuerpo ahora encontrado será sometido a pruebas de ADN para concluir si se corresponde con la desaparecida. El juzgado de Gijón que instruye el caso ha ordenado el secreto de sumario ante el proceso, que comenzó cuando unas amistades de la psicóloga avisaron a sus familiares de que no lograban tener noticias de ella.

La familia se reunió hace unos días con responsables policiales para conocer de primera mano el desarrollo de las investigaciones al mostrarse disconforme con la hipótesis de la desaparición voluntaria, o con la del accidente, puesto que Bermejo conocía la zona de ir a pasear.