El presidente de Aragón pide al papa Francisco que rehabilite al Papa Luna en el 600 aniversario de su muerte
Javier Lambán ha dirigido la petición al pontífice en un encuentro entre ambos este jueves en el Vaticano
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha pedido a Francisco que “rehabilite” al Papa Luna para que deje de ser considerado como el antipapa o el pontífice del cisma de Occidente y le ha invitado a visitar la región con motivo del 600 aniversario de su muerte. “Refrendando una petición que habían hecho con anterioridad los obispos aragoneses, he venido a pedir al Papa que teniendo en cuenta que al año que viene es el 600 aniversario de su muerte, que definitivamente rehabilite la figura del Papa Luna”, ha explicado Lambán ante los periodistas a la salida de la audiencia en el Vaticano.
El encuentro, el primero entre ambos, y en el que también ha participado el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, se ha producido a primera hora de la mañana antes de que el Papa presidiese la catequesis pública de los miércoles en la plaza de San Pedro.
Lambán, que se ha declarado “un privilegiado por ser recibido por una figura de la talla histórica, mundial y moral que tiene el Papa Francisco”, se ha mostrado “impresionado” por la “altura moral del Papa”, así como por “su sencillez y su manera tranquila y sencilla de comunicar”.
Durante la reunión, que se ha extendido durante unos 45 minutos, también han hecho un repaso de las “cuestiones de actualidad del mundo y de España”. Lambán ha asegurado que comparte con el Papa “muchas de sus preocupaciones”, así como su apelación a que “el mundo —en el tiempo que está viviendo— deje un tanto de lado las ideologías y busque los grandes acuerdos entre las gentes y los grandes propósitos compartidos por todos”.
El presidente aragonés ha manifestado que los 600 años del fallecimiento del Papa Luna en Peñíscola es una ocasión oportuna para reivindicar su figura, incorporarlo “con normalidad a la serie de los papas que ha tenido la Iglesia” y recuperar para él “el respeto que se tiene a cualquier pontífice pasado”. “El Papa Luna era un papa terco como buen aragonés, pero era un tipo de los más sabios y cultos de su tiempo. Un tipo de una inteligencia sobresaliente y que se empeñó en mantener contra viento y marea aquello en lo que él creía”, ha manifestado. “Ha registrado la imagen de ser antipapa, de ser un papa contra la Iglesia, aunque fue el artífice del gran compromiso de Caspe a principios del siglo XV que es de alguna manera el embrión de la futura unión de España entre Isabel y Fernando”, ha agregado.
El Papa Luna, de nombre oficial Benedicto XIII, fue pontífice de 1394 a 1398, oficialmente, y hasta 1423 como antipapa después de que un cónclave lo declarase depuesto. Vivió en los convulsos años del Cisma de Occidente, durante el cual llegó a haber tres pontífices al mismo tiempo. Fue declarado hereje, pero se negó a aceptar su destitución. De hecho, siempre defendió que su autoridad era superior a la del cónclave y que él era el único papa legítimo, aunque al final ya solo la Corona de Aragón lo reconocía como tal, lo que habría dado origen a la expresión ‘mantenerse en sus trece’, tal y como ha recordado Lambán. “El tiempo y la Historia le han dado la razón”, ha asegurado el presidente aragonés, quien también ha dado cuenta de la vinculación de las tradiciones y costumbres de Aragón con la Santa Sede al explicar que en el año 1069 el rey Sancho Ramírez visitó al Papa Alejandro II para pedirle que legitimara políticamente el naciente reinado de Aragón.
“El Papa accedió a esa legitimación y desde ese momento el rey de Aragón se convirtió en vasallo del Papa a cambio de la entrega anual de 500 mancusos de oro”, ha rememorado para ilustrar que ha obsequiado al Papa con dos de esos mancusos, acuñados en Jaca en 1089, como testimonio de los vínculos históricos de Aragón y Roma. Estas dos monedas son las primeras de una serie única de siete del mismo tamaño, peso y aleación del mancuso aragonés de Sancho Ramírez. Además, el presidente ha entregado una medida de la virgen del Pilar. En el texto que acompaña a la medida, se recuerda que la primera data de 1621 y que las cintas nacieron para sustituir a los mantos de la virgen que eran solicitados de manera masiva por enfermos de toda España para cubrirlos con ellos y ayudarles durante su enfermedad, de forma que se popularizó. Como anécdota, Lambán ha explicado que el Papa, recordando su infancia argentina, ha comentado que en casa “se aprendió y cantó hasta la saciedad la jota que dice: “La Virgen del Pilar dice que no quiere ser francesa, que quiere ser capitana de la tropa aragonesa”.
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