Detenida en Alicante una ciudadana rusa por el asesinato de una amiga hace siete años
La arrestada está acusada por las autoridades de su país de golpear, quemar y arrojar por un barranco a una mujer con la que había discutido
Una fuerte discusión fue el motivo por el que presuntamente una mujer rusa asesinó a una amiga en mayo de 2015. Mientras viajaban en coche con destino a Moscú, la supuesta homicida golpeó a su acompañante, la quemó con gasolina y la despeñó por un barranco. Siete años después, la Policía Nacional ha detenido a la puerta de su domicilio en Alicante a la supuesta agresora, sobre la que pesaba una Orden Internacional de Detención. Si el Juzgado de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional valida su extradición a Rusia, la arrestada se enfrentará a un juicio que podría acarrearle una pena máxima de 15 años de prisión.
La orden de búsqueda no detalla el motivo de la discusión, que tuvo lugar en el apartamento de la víctima en el municipio de Pochinki, una población rural de unos 11.000 habitantes a 600 kilómetros al sureste de Moscú. Tras la pelea, la supuesta homicida propuso a su amiga viajar a la capital de Rusia en su propio vehículo, en lo que parecía una aparente tregua. Sin embargo, justo a mitad de camino, en los alrededores de la aldea de Lazarevo, de apenas 500 habitantes, la conductora detuvo repentinamente su vehículo y golpeó a la víctima en la cabeza. Luego, la sacó del coche, la arrastró hacia un barranco, roció su cuerpo con gasolina, le prendió fuego y despeñó a su amiga en llamas montaña abajo.
Tras el crimen, la presunta autora se desvaneció. Tras una infructuosa búsqueda por parte de los investigadores, Rusia emitió una orden de detención el pasado mes de julio. El 5 de septiembre, la Oficina Central de Interpol se puso en contacto con el grupo de Fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial, en Madrid, para comunicarle que la sospechosa podría encontrarse en la provincia de Alicante, por lo que se hizo cargo de las pesquisas el grupo de Crimen Organizado (Udyco) de la comisaría alicantina.
Durante dos semanas, los agentes siguieron el rastro de la fugitiva rusa, que actualmente tiene 40 años y que finalmente localizaron en una vivienda situada en Alicante, sin que haya trascendido cómo se la logró identificar. “Generalmente, se les encuentra porque inscriben a un hijo en algún colegio o porque efectúan pagos con una tarjeta de crédito a su nombre”, explican fuentes policiales.
El 19 de septiembre, los agentes establecieron un dispositivo a la salida del inmueble en el que vivía la presunta homicida y la detuvieron en cuanto pisó la calle, a las ocho de la mañana. Tras su arresto, fue puesta a disposición del juzgado de la Audiencia Nacional, que deberá determinar su traslado a su país de origen, donde tendrá lugar el juicio que puede condenarla a un máximo de 15 años de prisión, según la legislación rusa.
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