La tragedia de Nador estremece a la izquierda
La actuación de Marruecos en la valla de Melilla abre otro frente en el Gobierno de coalición
Los tiempos no son favorables para las organizaciones de la izquierda, pero todos creen que aún hay tiempo para revertir la situación. Con esta determinación afrontaban, por separado, el PSOE, Unidas Podemos (UP) y la cúpula de La Moncloa el mazazo del resultado electoral de hace una semana en Andalucía. Nuevas medidas salidas del Consejo de Ministros para cubrir a amplias capas de la sociedad estaban ya en el horno, pero hubo añadidos en las últimas horas y, sobre todo, conflicto y forcejeo en el Gobierno de coalición. Se rozó el drama pero, una vez más, llegó el pacto interno. Solo había que hacer frente a otro problema: el “no a la OTAN” en las calles de dirigentes de Unidas Podemos.
Mientras Pedro Sánchez se preparaba para acoger la cumbre atlantista con decenas de mandatarios en la capital de España, sin margen para el fallo y con un contenido de calado, un elemento inesperado perturbó al Ejecutivo. El Gobierno de Marruecos impidió el viernes el salto a España, por la valla que separa Nador y Melilla, de casi 2.000 inmigrantes. Aún se cuentan los muertos, no menos de 23, según la versión oficial marroquí, y hasta 37, según organizaciones humanitarias. Marruecos ha cumplido con España al evitar que pisaran suelo español. Sánchez se congratuló de la actuación de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas, al tiempo que manifestaba el carácter violento de los migrantes. No hubo mención a los muertos, aunque sí culpó a las mafias que trafican con seres humanos.
No hay día tranquilo para el Gobierno. En una semana ha trabajado a toda velocidad para arbitrar medidas de alivio a millones de españoles ante el encarecimiento de los precios. Nada va a impedir al presidente que siga el trayecto hasta las elecciones municipales y autonómicas de mayo próximo —y después las generales— cargado de medidas urgentes, extraordinarias y temporales para tratar de convencer de que su Gobierno ayudará a quienes más lo necesitan. Medidas “para las clases medias trabajadoras”, puntea Pedro Sánchez volviendo al mensaje de las elecciones de 2019, cuando se dirigía exactamente a esas amplias capas sociales.
El batacazo de las elecciones andaluzas incrementó la ambición de la propuesta que el propio presidente presentó el sábado tras la reunión del Consejo de Ministros. De ambición a ambición, la de UP fue mayor. No resultó fácil. Interlocutores de la coalición reconocen que se produjeron situaciones de alta tensión entre los representantes de ambos socios del Gobierno. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y su equipo tenían al otro lado a los ministros de la Presidencia, Félix Bolaños, y Hacienda, María Jesús Montero. Detrás estaba la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. Hubo bastantes noes iniciales por ambas partes y, al final, cesiones mutuas.
Al Parlamento llega un paquete de medidas de 9.000 millones de euros para contener la inflación en 3,5 puntos, desbocada desde la guerra de Ucrania. El cheque de 200 euros, la bonificación del transporte, la protección a colectivos concretos, el impuesto a las energéticas… Todo fue discutido y motivo de enfrentamiento. La parte socialista constató muy pronto que esta vez Yolanda Díaz hablaba en nombre de todo UP, que, pese a sus diferencias internas, en esta cuestión mostró unanimidad. Sánchez supervisó toda la negociación y los acuerdos fueron por él decididos. En el debate con los grupos parlamentarios no debería de haber mucha dificultad. El PP no las rechaza sino que se proclama autor de muchas de ellas, aunque las considera insuficientes. Falta por ver si entra en el detalle de los números.
Tampoco el PP fija una posición sobre la tragedia de los migrantes muertos en la valla de Melilla y la fuerza con la que fueron repelidos por Marruecos. El grupo popular pide explicaciones al Gobierno por “el asalto a la valla” y la “terrible” situación del fallecimiento violento de, al menos, 23 subsaharianos. Al presidente aún no se le han escuchado muestras de pesar. La vicepresidenta Díaz ha mostrado sus condolencias a las familias de los fallecidos y aboga por una política migratoria con respeto a los derechos humanos. No le ha pedido explicaciones a Sánchez como sí ha hecho la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que tilda de “vergonzosas” las palabras del presidente por sus felicitaciones a la gendarmería marroquí y a las fuerzas de seguridad españolas, con abstracción de la violencia letal contra los inmigrantes.
España ha conseguido incluir en la agenda de la reunión de la OTAN la amenaza migratoria del sur, aunque sin mencionar por su nombre a Marruecos y Argelia. Las organizaciones humanitarias y los medios de comunicación, como EL PAÍS, informan sobre las fosas cavadas en Nador para enterrar a los subsaharianos que no llegaron a Europa, vía Melilla.
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