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Detenido Paul Wouter, el exmilitar brasileño que fingió su muerte al caer en una redada con narcos gallegos

Considerado uno de los narcotraficantes que importa más cocaína a Europa, logró el certificado de defunción por infarto en una clínica estética de Marbella

Paul Wouter
Juicio por el alijo del 'Titán III' en la Audiencia de Pontevedra al que no acudió Paul Wouter, dado por muerto por el tribunal.Salvador Sas (EFE)

Sérgio Roberto de Carvalho, conocido bajo una de sus identidades falsas como Paul Wouter, exmilitar brasileño y uno de los mayores narcotraficantes sudamericanos, ha sido detenido este martes en Budapest (Hungría) por agentes de la Interpol tras permanecer casi tres años fugado y reclamado en varios países, entre ellos España.

Paul Wouter, de 64 años, nacido en Surinam, antigua colonia holandesa del norte de Brasil, fronteriza con Venezuela, utilizaba al menos cuatro pasaportes falsos para operar principalmente en Europa, donde movía cargamentos y blanqueaba dinero. En el momento de su captura llevaba documentación mexicana. Desde noviembre de 2020, también estaba reclamado por la policía judiciaria lusa después de que consiguiese huir de un operativo conjunto entre Portugal y Brasil.

Conocido en su país por su rango militar como Mayor Carvalho, el capo brasileño se había instalado en Marbella rodeado de lujos. Utilizaba un avión privado para desplazarse. En 2017 organizó un envío de al menos 1.700 kilos de cocaína con históricos narcos gallegos. Pero el alijo que transportaba el barco Titán III fue interceptado por el grupo Greco de la Policía y Paul Wouter fue detenido junto a otros 20 implicados en la operación que iba a reportar a la organización más de 60 millones de euros.

Meses después, en el transcurso de la instrucción judicial del caso, el abogado de Wouter logró sacarlo de la cárcel pagando una fianza de 20.000 euros. Pero cuando se acercaba el juicio, en el que el capo afrontaba una condena de 14 años de prisión y 340 millones en multas, llegó al juzgado de Vigo el certificado de su defunción por infarto en plena pandemia de Covid. Uno de los médicos de la costosa clínica estética que frecuentaba Wouter en Marbella, donde precisamente había sido detenido, acreditó su muerte e incineración.

El caso dio un giro y meses después el capo resucitó. Cuando la investigación sobre Wouter estaba ya archivada por fallecimiento, llegó al juzgado una comunicación judicial de Curitiba (Estado de Paraná, en Brasil) en la que se informaba de su falsa identidad. El documento precisaba que en realidad era el exmilitar Sérgio Roberto de Carvalho, nacido en 1958 y que estaba en busca y captura por narcotráfico y blanqueo de dinero desde 2009.

Curitiba avisó a las autoridades españolas de que había indicios de que este polifacético empresario seguía vivo, utilizando su verdadera identidad. Las huellas dactilares de ambos personajes coincidían. El Mayor Carvalho figuraba en numerosas requisitorias de su país por decenas de operaciones de narcotráfico. Sin embargo, el capo había pasado inadvertido pese a que en el sumario que se instruyó en Galicia aparecían las dos identidades.

El juicio arrancó en septiembre en la Audiencia de Pontevedra, sin rastro de Wouter, y está todavía pendiente de sentencia. El capo tendrá que sentarse ahora en el banquillo. Pese a su fuga, la Policía española sospechaba que seguía vivo, que viajaba por Europa del este con distintas identidades y que incluso llegó hasta Dubái (Emiratos Árabes Unidos), donde visitaba regularmente una de sus empresas de comercio exterior. Las investigaciones de la Policía Federal de Brasil atribuyen al Mayor Carvalho una estructura compleja de sociedades para operar en múltiples negocios ilícitos. Dirigía un entramado que supuestamente enviaba la droga desde puertos de su país de origen a Europa.

La Interpol buscaba a Sérgio Roberto de Carvalho como responsable de introducir medio centenar de toneladas de cocaína en los últimos cuatro años. Desde Marbella movía parte de los cargamentos y hacía gala de sus buenos contactos con carteles sudamericanos que le proveían de la droga. En uno de estos envíos entró en contacto con transportistas gallegos con los que mantuvo una estrecha relación, por lo que viajó a Pontevedra en varias ocasiones.

Para la unidad Greco de la Policía, Wouter era un empresario que tenía varios negocios de importación de mariscos en Marruecos y Dubái. Pero en el historial que enviaron las autoridades brasileñas a España se atribuía a la organización del Mayor Carvalho operaciones en Portugal, Bélgica, Alemania, Holanda y Algeciras.

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