Argelia se prepara para una larga crisis con España
El Ejecutivo español se ampara en la Unión Europea para eludir las primeras represalias económicas, pero Argel mantiene su idea de aumentar el precio de su gas, aunque garantiza el suministro
El giro del Gobierno español respecto al Sáhara Occidental ha mostrado hasta el momento las fortalezas de Marruecos a la hora de conseguir sus objetivos y las debilidades de España para hacerle frente. Ahora es Argel la que también asume una posición de fuerza y ensaya medidas económicas de presión contra Madrid, aunque el viernes dio un paso atrás y negó el bloqueo de las transacciones comerciales.
El primer embate económico de Argel fue anunciado el miércoles por la tarde a través de una circular de la Asociación de Bancos y Establecimientos Financieros (Abef), donde se advertía de que se iban a congelar a partir del jueves las domiciliaciones bancarias en operaciones provenientes y destinadas a España. El Ejecutivo español recurrió por vía urgente ante la Comisión Europea, que emitió un duro comunicado el viernes en donde avisó a Argel de que sus medidas podrían violar el acuerdo de asociación entre la UE y Argelia, suscrito en 2005. Después, la delegación argelina ante la UE emitió un comunicado en el que negaba haber detenido las transacciones comerciales y, además, garantizaba el suministro del gas.
“El poder argelino ha reculado”, indicó un analista argelino con la condición del anonimato. “La reacción de la Comisión Europea ha sido muy fuerte. Pero la crisis está lejos de terminar. Argelia tiene resortes para seguir manteniendo el pulso”.
Estas son algunas de las principales preguntas que suscita la crisis entre Argelia y España:
¿Cómo ha conseguido la Comisión Europea hacer recular a Argelia?
La Comisión Europea amenazó con denunciar a Argelia por vulneración del Acuerdo Euromediterráneo de 2005, en el que se estableció un régimen de asociación preferente entre la Comunidad Europea y Argelia, país que destina a la Unión Europea el 47% de sus exportaciones.
Las autoridades argelinas no están nada satisfechas con ese acuerdo de asociación. El presidente argelino, Abdelmayid Tebún, declaró ya en octubre que deseaba revisar el acuerdo “cláusula por cláusula” para que las dos partes ganen y no solo la Unión Europea. Pero tampoco se pueden arriesgar a asumir sanciones económicas con su primer socio comercial.
Lounes Guemache, director del sitio digital argelino TSA, indica que el acuerdo fue “un desastre” para la economía argelina y fue negociado en una época en la que Argelia tenía necesidad de incorporarse a la escena internacional.
“Ese acuerdo con la UE”, añade Guemache, “permitió que la UE inundara el mercado argelino con sus productos mientras Argelia no exporta apenas nada. No afecta a las ventas de gas y petróleo. Yo no sé si la crisis será corta o larga. De lo que estoy seguro es de que Argelia no va a recular en el tema del Sáhara Occidental”.
¿Por qué Argelia apoya de forma tan decidida al Frente Polisario?
Marruecos suele referirse al Frente Polisario como un simple “títere” de Argelia. Y sostiene que Argelia solo persigue un interés económico y geoestratégico porque le gustaría tener una salida al océano Atlántico a través del Sáhara Occidental.
Sin embargo, los defensores de Argelia argumentan que este país siempre se siente muy orgulloso de su guerra contra Francia por la independencia y que siempre apoyó los movimientos descolonizares, desde los saharauis a los palestinos.
¿Está en riesgo el suministro del gas argelino a España?
En este punto, hay que diferenciar entre el corto, el medio y el largo plazo. Argelia siempre se ha preciado de ser un socioeconómico fiable, que cumple sus contratos. Y el comunicado que emitió la delegación argelina ante la UE el viernes insistió en que cumpliría sus contratos con España.
Pero a medio plazo hay contratos entre la empresa pública argelina Sonatrach y la española Naturgy cuyos precios están pendientes de renegociación. Y es evidente que Argelia pretende subirlos.
En el largo plazo, el gas también será un factor clave de las negociaciones. Tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, España tenía una posición privilegiada para suministrar en un futuro el gas proveniente de Argelia. Ahora, Italia es el país que se ha convertido en el gran socio estratégico europeo para Argel.
¿Está Rusia en el origen de esta crisis con Argelia?
No consta. La crisis con Argelia tiene una fecha de origen muy clara. Comenzó justo después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, enviase su carta del 14 de marzo al rey de Marruecos, en la que claramente optó por un plan de autonomía para el Sáhara Occidental. Y Sánchez nunca esgrimió que su decisión estuviera vinculada ni a Rusia ni a la guerra con Ucrania.
Pero Rusia sigue muy de cerca la crisis y es probable que intente sacar partido de ella. Rusia y Argelia mantienen relaciones estratégicas desde que Moscú apoyó al Frente de Liberación Nacional (FLN) durante la guerra de independencia contra Francia (1954-1962). Rusia no se encuentra ni entre los principales proveedores de Argelia —que son China, Francia, Italia, Alemania y España— ni entre sus principales clientes —Italia, Francia y España—, pero Moscú es el principal suministrador de armas del Ejército argelino y el principal valedor de Argelia entre los cinco países que forman el Consejo de Seguridad de la ONU, organismo que arbitra sobre el Sáhara Occidental. Muchos de los cuadros militares argelinos, así como cientos de ingenieros civiles, se han formado en Rusia.
Por todo eso, no era extraño que Argelia se abstuviese en la votación de la Asamblea General de la ONU que el 2 de marzo condenó la invasión de Ucrania. Sí sorprendió, en cambio, que Marruecos se ausentase de la votación junto a 12 países como Venezuela.
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