Page, sobre el liderazgo de Sánchez: “Solo hay un jefe para toda España, los demás estamos de monaguillos”

Los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero no lograron tener un control interno del PSOE como el que Pedro Sánchez ostenta desde su reelección en las primarias de 2017 y, sobre todo, desde la moción de censura a Mariano Rajoy que lo llevó a La Moncloa un año después. A ese hiperliderazgo de Sánchez en el partido se ha referido este miércoles Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, cuando le han preguntado si se presentará a la reelección en las autonómicas de mayo de 2023. “No tengo decidido nada. Y hablo con mucha franqueza. Además, no soy ni siquiera dueño de mis propias decisiones en este sentido porque eso lo tiene que decidir el partido. Es verdad que soy el jefe del partido aquí... pero eso ya no significa nada en el PSOE. Porque solo hay uno para toda España, los demás estamos aquí de monaguillos”. “Y no es broma, ¿eh?”, ha proseguido entre las risas de los asistentes a un desayuno informativo en Toledo. “Hemos conseguido la unanimidad perfecta: la de uno”.

“No lo sé, a lo mejor no me dejan, habría que preguntar de la M-30 hacia dentro”, ha concluido en tono irónico García-Page, uno de los dos únicos presidentes autonómicos socialistas que gobiernan con mayoría absoluta. El otro es el extremeño Guillermo Fernández Vara.

Fuentes de la dirección federal del PSOE afirman que el presidente castellano-manchego “tiene todo el apoyo” de Ferraz, destacan que Sánchez y él mantienen “muy buena relación” y circunscriben sus palabras al “discurso territorial”. Los estatutos del PSOE establecen que no hay primarias en las comunidades que se presiden si no hay un 50% de militantes que las soliciten. En la cúpula del partido no contemplan que pueda haber otra candidatura alternativa a la de García-Page en 2023.

Presidente de Castilla-La Mancha desde 2015, García-Page ha recalcado que no tiene “ambición ninguna nacional” y ha reivindicado su forma de hacer política, muchas veces a contracorriente de las tesis oficiales del PSOE, principalmente en relación con la gestión de la crisis territorial en Cataluña. El punto culminante de esa discrepancia fue la concesión en 2021 de los indultos a los líderes del procés condenados a prisión: “Esos indultos pueden ser una condena para el PSOE”, afirmó entonces. Siempre se ha esforzado por mostrar, además, su incomodidad por el hecho de que el Gobierno dependa del apoyo parlamentario de ERC o EH Bildu.

“Muchos en Madrid se empeñan en decir que soy un socialista atípico y es mentira: yo soy un socialista típico, lo que es atípico es lo otro”, ha insistido. “Mucha gente me dice: ¿pero por qué tienes que decir que no te gusta esto o lo otro? Pues porque es mi obligación. Aquí hay mucha gente que se va a jugar las alcaldías y les afectan para bien o para mal muchas cosas que se decidan. Yo me he criado en un ámbito político donde se puede hablar y se tiene que hablar y opinar, ¿por qué no?”.

García-Page obtuvo 19 escaños en las elecciones autonómicas de 2019, dos por encima de la mayoría absoluta y cinco más que en 2015. En su primera legislatura había conformado el primer Gobierno de coalición en una administración autonómica con Podemos, después de que el partido entonces liderado por Pablo Iglesias les retirase su apoyo a los Presupuestos. En la legislatura actual Podemos no logró representación. El PP bajó de 16 a 10 escaños y Ciudadanos entró con cuatro diputados. El objetivo del dirigente socialista es crecer atrayendo a votantes de centro de Cs y del PP.