El calor extremo afloja en el oeste y el centro pero arrecia en el este

Lo peor ha pasado para una parte del país, pero a otra le espera este domingo el pico del episodio de calor extremo que comenzó el pasado miércoles y que ha elevado los termómetros por encima de los 42° en mayo, mes en el que la media de las máximas es de 25°. Este día, las temperaturas aflojarán en el oeste y centro peninsular, pero subirán en el este. Las comunidades en alerta meteorológica se reducen de 11 a tres: hay aviso naranja ―o riesgo importante, el segundo nivel de una escala de tres― en Aragón por temperaturas de hasta 39 grados y amarillo ―el primer nivel del sistema de Meteoalerta― en Cataluña y Baleares por 38 grados. Además, hay avisos por lluvia y tormentas en Asturias, Galicia y Castilla y león, donde pueden caer 15 litros por metro cuadrado en una hora y acompañados de granizo.

El podio del calor extremo lo ocuparon el sábado Andújar (Jaén) con 42,1°, Montoro (Córdoba) con 40,5° y Almadén (Ciudad Real) con 40,2°, mientras que en otros puntos de Jaén y de Córdoba los termómetros llegaron a 39°. La estación de Daroca (Zaragoza) alcanzó su temperatura más alta, 36,2°, para un mes de mayo, un dato revelador teniendo en cuenta que su serie climatológica es centenaria. Y este es solo uno de los múltiples récords, tanto de máximas como de mínimas, pulverizados estos días. Redes como las de Meteocat informan de que 57 de sus 152 estaciones han batido sus marcas.

La noche ha sido, de nuevo muy cálida, con noches tropicales, en las que los termómetros no bajan de 20°, en puntos del Ebro, incluso en puntos del sur de la meseta Norte y, de manera más general, a orillas del Mediterráneo, Extremadura, Andalucía y meseta Sur. Zaragoza, según datos provisionales, ha tenido su primera noche tropical en mayo desde que hay registros y ha batido su récord de mínima con 20,1°. La anterior cota máxima estaba en 18,6°.

Este domingo se producirá, al fin, un alivio en el oeste a causa de “la entrada de un área de bajas presiones”, detalla Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Esta borrasca tumbará los termómetros de forma acusada, entre 8 y 10°, en el oeste de Castilla y León y Extremadura. Por contra, subirán algo más en las regiones mediterráneas peninsulares, en el extremo sur de Andalucía y en Baleares.

En Castilla y León y Extremadura ya no se pasará de 30°, pero en el interior del País Vasco, Navarra, La Rioja, buena parte de Aragón y Cataluña tendrán más de 35° e incluso cerca de 40° en Zaragoza y otros puntos del Ebro. Se espera, sin embargo, un ambiente muy cálido, con más de 36°, en el este de Castilla-La Mancha y de Andalucía, interior de la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares.

La presencia de esas bajas presiones dará lugar a tormentas en Galicia y zonas próximas de Asturias, León y Zamora, sin que se puedan descartar en otros puntos de montaña del norte, sobre todo en Pirineos, al tiempo que persistirá el polvo en suspensión, por la entrada el viernes de una masa de polvo africano.

El lunes seguirá la bajada de las temperaturas, más acusada en el Cantábrico y en el noreste, donde será de más de 10°. En las comunidades cantábricas puede hacer “hasta fresco”. Allí “habrá lluvias y chubascos”, así como en Galicia y Pirineos. Será “un día todavía muy cálido” en los tercios este y sur de la Península y en Baleares, con valores entre 5° y 10° por encima de lo normal y máximas de más de 34° en el sur de Cataluña, interior de la Comunidad Valenciana, Murcia, el sur de Andalucía y el valle del Guadalquivir.

El martes “seguirán bajando las temperaturas en toda España, especialmente en la mitad norte y en las comunidades mediterráneas”. Pero a partir del miércoles las temperaturas iniciarán una nueva escalada por el oeste, que se irá extendiendo durante los días siguientes al resto de la Península y Baleares.