El piloto vinculado al narco que arrolló mortalmente a un menor en Algeciras, condenado a cuatro años de prisión

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a cuatro años de prisión a Pedro Manuel B. F., el piloto vinculado al narco que arrolló mortalmente a un menor en una playa de Algeciras. El suceso, ocurrido en mayo de 2018, fue la gota que colmó el vaso de la paciencia —junto a otros de gravedad sucedidos poco antes— de los ciudadanos del Campo de Gibraltar y desembocó en un plan especial de lucha contra el narcotráfico que ya suma miles de detenidos. Casi cuatro años después de aquello, la sentencia confirma el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular que considera al encausado responsable de un delito de homicidio por imprudencia grave. El pronunciamiento, que no es firme, ha sido recurrido en apelación por la acusación particular ejercida por la familia del niño.

Los hechos se produjeron el 14 de mayo de 2018 cuando, el pequeño M. M., de nueve años navegaba en una embarcación recreativa junto a su padre en la playa algecireña de Getares. En las inmediaciones se encontraba Pedro Manuel, que viajaba a bordo de una lancha semirrígida mientras realizaba maniobras “peligrosas a velocidad superior a la permitida”, pese a no tener titulación y sin atender a los avisos que le realizaban los bañistas, tal y como recoge la sentencia fechada el 18 de abril y a la que ha tenido acceso EL PAÍS. Cuando se encontraba cerca de la embarcación de la familia —y aunque ambos también le recriminaron su conducta—, el piloto realizó una “arriesgada” aceleración mientras hablaba por el móvil que le hizo perder el control, que su lancha pasase por encima de la del padre y alcanzase al menor, que falleció en el acto por “un shock traumático por atropello náutico”.

El juicio, celebrado el pasado mes de abril, estuvo centrado en determinar si tras el suceso se ocultaba un presunto delito de homicidio doloso —como sostenía la Fiscalía, que solicitaba 15 años de prisión— o un homicidio imprudente, tesis sostenida por la defensa y a la que, al final, se adhirió el jurado popular. Estos entendieron que Pedro Manuel —que, en el momento de los hechos tenía 37 años— ”era sabedor del riesgo que producían sus maniobras”, pero con la creencia de que “iba a poder controlar su embarcación” y no actuó aceptando el resultado mortal que acabó provocando. Es decir, que el pilotaje temerario del acusado fue fruto de imprudencia grave que no buscaba el desenlace ocurrido.

Los antecedentes por tráfico de drogas de Pedro Manuel —aunque no era un destacado miembro de los clanes del hachís de la zona— originaron una ola de indignación en el Campo de Gibraltar, harto de graves incidentes, como la fuga de un narco en el hospital de La Línea que se había producido apenas tres meses antes. Pocos días después de la muerte del menor —que llevó a la Policía y a la Guardia Civil a reforzar su vigilancia durante días para evitar venganzas entre bandas de la droga—, una multitudinaria manifestación congregó a miles de personas en Algeciras, cansadas de la impunidad con la que el narco operaba en el Estrecho.

Después de todos aquellos sucesos, el Ministerio del Interior aprobó su plan especial de seguridad contra el narco que, por ahora, se extenderá hasta 2023. En estos años, el refuerzo policial se ha ido ampliando hasta alcanzar seis provincias andaluzas y sumar miles de detenidos. Solo desde mayo de 2020 hasta el mismo mes de 2022, el plan llevaba 60.573 sospechosos detenidos, de los cuales 6.056 han sido por tráfico de drogas y contrabando. Además, los agentes habían aprehendido 814 toneladas de droga, según datos difundidos el pasado mes de marzo por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.