Tudanca, a Mañueco: “Le suplico que no mercadee con los derechos de la mujer”
La oposición se enfrenta al PP por convertirse en el “caballo de Troya” de Vox y “portavoz de la extrema derecha” en Castilla y León
La unión entre PP y Vox en Castilla y León ha provocado un contundente rechazo de la oposición. La sesión de investidura del próximo presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (PP) se desarrolló bronca y reflejó el distanciamiento enorme entre los bloques. El PSOE, por medio de su secretario general autonómico, Luis Tudanca, acusó a su rival de actuar como “portavoz de la extrema derecha” por la inclusión en su discurso de tesis ultras como el “decreto de concordia en vez de Memoria histórica, la “violencia intrafamiliar” o “la migración ordenada”. El presidente acusó a Tudanca de ser “el culpable de la inestabilidad” y defendió su proyecto frente al de su adversario: “El PSOE no se reconoce”.
El hemiciclo de las Cortes acogió, tras el discurso de investidura que el presidente en funciones desgranó durante la mañana, un enfrentamiento intenso a cuenta del ingreso por primera vez de la extrema derecha en un gobierno autonómico. Tudanca, cuyo partido logró 28 escaños, miró a la primera ronda de las elecciones francesas para ejemplificar cómo ante el auge de la ultraderecha de Marine Le Pen, las fuerzas parlamentarias conservadoras y progresistas se han aliado para pedir un “cordón sanitario” contra la derecha radical. “Señor Mañueco, ha abierto de nuevo las puertas a la extrema derecha, ha abierto las puertas de Castilla y León y de su gobierno a quienes quieren cuestionar los derechos de las mujeres. Y pasará a la historia por ello. Pagará ante la historia por ello”, anunció el líder de la oposición, que reprochó al dirigente del PP haberse convertido en “caballo de Troya” de los ultras.
Asimismo, censuró al mandatario por acudir al estrado con la respuesta ya redactada. “Le suplico que no mercadee con los derechos de la mujer”, le reclamó ante la nueva legislación que Mañueco anunció para combatir la violencia intrafamiliar.
“Es el mayor retroceso en términos históricos de Castilla y León”, incidió Tudanca sobre la coalición PP-Vox, con 31 y 13 representantes respectivamente. Sin embargo, Mañueco cree que será un Gobierno “sólido y fuerte”. “Las urnas han dictado sentencia, pierde Pedro Sánchez y gana Castilla y León y gana España”, respondió el presidente, a cuyo discurso matinal asistió el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, que justificó su presencia así: “Este es un gobierno que va a tener muchos enemigos, y por eso es una buena razón para estar defendiéndolo hoy aquí”. El futuro vicepresidente, Juan García-Gallardo, aplaudió “una prueba de la madurez de ambas formaciones, que han aceptado que las negociaciones no son un concurso”. “Los únicos vencedores han sido los ciudadanos”, sostuvo el futuro vicepresidente desde el estrado, y agradeció a Mañueco “haber estado a la altura” y le ha emplazado a estar tranquilo: “Tendrá un socio leal, pero no tendrá temor a ser traicionado”. El líder de Vox en la región ensalzó que el PP y Vox mantendrán sus principios, pero podrán llegar a acuerdos, además de pedirle confianza para la “coherencia” de Vox. “Es para mí un honor formar parte de esta coalición entre ambos partidos”.
García Gallardo también defendió el decreto de concordia que ha impulsado su formación y la ley de violencia intrafamiliar que han reclamado y ahora promete Mañueco: “La izquierda odia el abrazo que se dieron nuestros abuelos”. Y definió el proceder de su formación ante nuevos comicios: “Vox tiene el deber de concurrir a todas las elecciones y gobernar en las instituciones donde se decide el devenir de los compatriotas”.
Las réplicas y las dúplicas entre los oponentes políticos se caracterizaron por los reproches mutuos, la misma línea que siguió Mañueco con los demás partidos de la oposición. Las fuerzas provincialistas Unión del Pueblo Leonés (UPL) y Soria ¡Ya!, con tres procuradores cada una, reprocharon al PP que durante sus 35 años de mandato en la comunidad se han mantenido las desigualdades que perjudican a sus respectivos territorios.
Mañueco respondió crítico con lo que consideró “frivolidad” de sus oponentes. “Conmigo no valen ni chantajes ni prebendas, no soy el Sánchez de Castilla y León”, le espetó al soriano Ángel Ceña tras reprobar al leonesista Luis Mariano Santos su regionalismo provincial.
Es un pacto de la infamia con la moderna reencarnación del fascismoPablo Fernández (Unidas Podemos)
Las palabras más duras procedieron de Pablo Fernández, representante de Unidas Podemos, quien cargó contra la alianza que regirá la comunidad: “Es un pacto de la infamia con la moderna reencarnación del fascismo”. Fernández ha censurado que el PP “da cobijo a la xenofobia y homofobia sin pestañear, son cómplices del odio”. Mañueco le respondió: “Usted representa las políticas de Groucho Marx”. La ironía la puso el exvicepresidente de la Junta y hoy único procurador de Ciudadanos, Francisco Igea, que saludó burlón a quien lo expulsó de su cargo: “Un gusto volver a vernos, señor Mañueco”.
Tras esta presentación, Igea recitó los “engaños” del dirigente, a quien tildó de “tránsfuga” y de mirar encuestas durante la pandemia. “Se ha aventurado con pactar con la ultraderecha”, avisó Igea. Y zanjó su intervención con un rotundo mensaje al PP: “Han introducido la peste verde en las instituciones”. Además, arrojó a Mañueco un duro reproche: “no le merece ni su familia”. El presidente le instó a aceptar la irrelevancia: “usted está solo, señor Igea”, y le afeó sus resultados electorales.
Pedro Pascual, de Por Ávila, señaló a Mañueco por la “pasividad” hacia distintas provincias, así como las ausencias de infraestructuras o conexiones telemáticas mencionadas en el discurso de investidura. “Lo que ha hecho es de vergüenza”, incidió Pascual señalando al futuro presidente. Y le recordó que el PP adelantó los comicios para gobernar en solitario y acabó junto a Vox.
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