El funeral por los náufragos del ‘Villa de Pitanxo’ se convierte en un acto reivindicativo de la búsqueda de los 12 desaparecidos
Centenares de vecinos arropan a los familiares de las víctimas en la ceremonia, presidida por los Reyes
“Los queremos en casa” o “Siempre con vosotros, pero sin vosotros” fueron algunas frases de las emotivas pancartas con las que familiares de las 21 víctimas del pesquero Villa de Pitanxo recordaron a los 12 marineros que siguen desaparecidos en aguas de Terranova (Canadá) donde se hundió el barco el 15 de febrero, durante el funeral colectivo que se celebró este martes en la localidad pontevedresa de Marín.
Los Reyes llegaron una hora antes de asistir al acto para reunirse con los familiares. Una ocasión muy esperada para seguir reivindicando la búsqueda de los náufragos que no han podido recibir sepultura. En el encuentro celebrado en el colegio Inmaculada Concepción, Felipe VI y doña Letizia arroparon a las familias que reclamaron que la búsqueda no quede en el olvido. Una proclama que volvieron a expresar ante los Reyes y en presencia del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, el ministro de Pesca, Luis Planas, y la alcaldesa de Marín, María Ramallo.
La víspera, los familiares recibieron una carta del presidente del Gobierno Pedro Sánchez en la que destacaba que el Ejecutivo seguía firme en su compromiso de continuar con las gestiones diplomáticas para reanudar la búsqueda de los marineros desaparecidos. “Confiamos en que, gracias al esfuerzo de todos, la búsqueda pueda dar los resultados que esperamos”, incidió Sánchez.
Con un templo abarrotado, numeroso público esperaba fuera la llegada de los Reyes, que fueron recibidos entre aplausos. Centenares de vecinos siguieron el funeral oficiado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, desde el exterior, a través de una enorme pantalla. Las fotos de los 12 marineros desaparecidos ocuparon un lugar destacado en torno al altar. En su homilía, Barrio incidió en que no se pueden entender “los envites de la naturaleza”.
La despedida multitudinaria se convirtió por momentos en la instantánea que resume una enorme tragedia. Todo ello en medio de las controversias que rodean el accidente y que han añadido más dolor a las familias que exigen al Gobierno que se baje al pecio, no solo para recuperar los cuerpos que supuestamente han podido quedar atrapados sino también para aclarar las causas del accidente.
Las versiones contradictorias en los relatos de los tres únicos supervivientes han supuesto un mazazo para las familias. “Solo queremos saber la verdad y que la justicia llegue hasta el final”, ha dicho María José de Pazo, hija del desaparecido jefe de máquinas del Villa de Pitanxo y portavoz de las víctimas.
La versión del patrón del barco, Juan Padín, y de su sobrino, Eduardo Rial, defiende que el accidente se produjo durante la maniobra de virada del parejo y que el pesquero se hundió “de forma muy rápida” por los golpes de mar que lo escoraron después de sufrir una parada en el motor principal.
Sin embargo, Samuel Kwesi Koufie, el tercer superviviente, señala al patrón como responsable del naufragio. Este sostiene que el patrón no habría atendido a las advertencias que desde el parque de pesca le habían hecho los marineros para que soltase la red, lo que podría haber permitido corregir la escora y haber evitado el naufragio.
Además de la investigación que está llevando a cabo un equipo de expertos designado por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), órgano dependiente del Ministerio de Transportes, la Audiencia Nacional también abrió sus propias diligencias. El titular del juzgado número dos Ismael Moreno tendrá que dirimir si ha existido responsabilidad penal en el hundimiento del pesquero, por lo que hace una semana ha consultado a la Fiscalía si la Audiencia es competente para iniciar una investigación sobre el suceso.
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