Zaragoza, preparada para la gran crecida del Ebro

La ciudad de Zaragoza se prepara desde el fin de semana para la crecida del Ebro, cuya fase más crítica estaba prevista para esta tarde. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), sin embargo, ha reducido este martes las previsiones del caudal máximo de la riada, para dejarlas en los 2.300 metros cúbicos por segundo, por debajo de los 2.448 alcanzados en la riada de 2015. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está viajando este martes a las zonas afectadas de Navarra, La Rioja y Aragón para supervisar los daños causados por la crecida, acompañado por los respectivos presidentes autonómicos.

Decenas de efectivos de Protección Civil de Zaragoza cerraron el lunes el Parque del Agua, el Parque Deportivo Ebro, la pasarela del Voluntariado y el parque de Macanaz, ya que el agua anegó estas zonas. Durante la tarde se concentraron decenas de personas en el puente de Santiago de la capital aragonesa para contemplar cómo bajaba el cauce del Ebro. “Yo hace años vi cómo el agua tocaba el techo de ese arco, pero fue muy excepcional. Hoy baja muy rápido y mañana va a más. Seguro que será un día histórico”, advertía César mientras fotografiaba con su móvil cómo discurría la corriente.

El alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, ha recordado que este martes es el día más importante de la crecida, y aunque las previsiones de caudal se han rebajado y les hace estar “más optimistas”, ha insistido en que hay que estar más alerta y que la ciudadanía debe saber que va a ser una crecida importante.

Pedro Sánchez, durante su visita a la localidad zaragozana de Pradilla de Ebro, ha confirmado que el Consejo de Ministros declarará este viernes zona catastrófica el área afectada por esta crecida. Asimismo, ha transmitido la “solidaridad” del Ejecutivo central con todos los damnificados. Tras contemplar el río desde el puente, que actualmente se encuentra cortado al tráfico porque el nivel del cauce está a seis metros de altura, ha reiterado el compromiso del Gobierno para paliar las consecuencias “tan graves” sobre los cultivos y los hogares afectados por la riada “cuanto antes, de forma inmediata”.

Dos voluntarios de Protección Civil precintaban con una cinta el acceso al parque de Macanaz. “No se puede pasar. No sabemos hasta dónde va a llegar el agua, pero esperemos que haga cuanto menos daño mejor”, alertaba uno de ellos a dos niños que intentaban bajar al parque a ver de cerca el desbordamiento.

Varias zonas cercanas al río están especialmente controladas por los equipos de emergencias, como la residencia de ancianos Vitalia, que por el momento no se ha evacuado, aunque sí que se ha provisto de bombas por si se necesita achicar agua en la instalación. El Consistorio también cerró los aparcamientos de la Torre del Agua y de la Ciudad de la Justicia y el Palacio de Congresos por temor a que se aneguen.

El barrio rural de Alfocea fue desalojado el pasado domingo. Se trata de un lugar de segundas residencias, por lo que no hubo que buscarles techo en ningún polideportivo ni dependencia municipal a los 40 vecinos que se encontraban en sus casas. El lunes, el Ministerio de Defensa autorizó la creación de un paso alternativo por el campo de maniobras de San Gregorio, ya que la carretera que une este barrio rural con el de Monzalbarba quedó totalmente cortado por el agua.

Desde este martes, son varios los accesos que podrían quedar cortados al tráfico y el Ayuntamiento ha pedido a los vecinos que no circulen con sus vehículos por esta zona. El Consistorio también ha recomendado sacar los vehículos de las zonas inundables para evitar más daños materiales.

La principal atracción durante la noche del lunes de los zaragozanos fue contemplar el Ebro y recordar otras riadas históricas, como la de 2015. El punto máximo a su paso por Zaragoza se prevé que se registre pasado el mediodía, por lo que los equipos de emergencias, bomberos y cuerpos policiales, junto a la Unidad Militar de Emergencias, ya han destinado varios efectivos a la capital aragonesa.