El alcalde eterno, encarcelado por ofrecer dinero a cambio de sexo a una niña de 14 años
Cecilio Lera, regidor de Castroverde de Campos (Zamora) durante 42 años, cumplía una condena por violencia machista con un tratamiento de desintoxicación al alcohol
Los pueblos funcionan por rituales. Hasta aquellos tan particulares como Castroverde de Campos (Zamora, 272 habitantes), que tiene por hijo predilecto al expresidente de los Estados Unidos Barack Obama desde 2010 y que está regido por el mismo alcalde, Cecilio Lera, desde las primeras elecciones municipales, en 1979. El hábito sagrado de tomar el café, chupitos o copas y echar la partida en los bares después de comer cuenta en los últimos días en esta localidad con un desagradable tema de conversación a costa del propio primer edil. Lera se encuentra en prisión preventiva acusado de ofrecer dinero a una niña de 14 años a cambio de mantener relaciones sexuales. El hombre, de 68 años, cuenta con una condena previa por violencia machista, cuya denuncia provocó que lo expulsaran del PSOE en 2020. También tiene otra, por agresión, y recientemente le retiraron el carné por conducir ebrio.
Los vecinos revisan la portada y las páginas interiores de La Opinión de Zamora, el medio local que adelantó el caso el pasado miércoles por la noche. Según el relato de este medio, basado en la denuncia ante la Guardia Civil, el 24 de noviembre, víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el alcalde zamorano se acercó a una menor de 14 años de Castroverde, y le ofreció unos 200 euros por mantener relaciones sexuales con él.
La chica se lo contó a sus padres y estos lo denunciaron a la Guardia Civil, que detuvo a Lera por un supuesto delito de corrupción de menores, según constaba en las diligencias previas. Finalmente, ha ingresado en prisión por un delito de inducción a la prostitución, que puede suponer penas de entre cuatro y ocho años de cárcel si la víctima tiene menos de 16 años. Lera aseguró en sede judicial el 24 de noviembre que había bebido cuando le hizo el ofrecimiento a la menor. El fiscal de violencia de género ha considerado que hay “pruebas claras” del delito. Mientras el regidor esté en prisión, le sustituirá en el Consistorio el teniente de alcalde, Diodoro Conde (PSOE).
La tensión se aprecia entre estas pequeñas calles donde a los forasteros se les mira con recelo, sobre todo al ver cámaras o libretas. La charla con los vecinos de Castroverde arroja una sucesión de silencios, caras de circunstancias y petición de anonimato para quien se atreve a hablar de la personalidad de Cecilio Lera y sus múltiples incidentes de los últimos años. Un compañero de quinta, que nació poco antes que él, en 1953, resume las charlas por los dos bares del pueblo. Lera tiene problemas con el alcohol desde hace años, se encuentra en una situación emocional complicada y se había “echado a perder”. Una vecina que también lo conoce desde hace tiempo arquea las cejas al insistir en que no hay justificación para los hechos por los que ha sido denunciado. Jesús Martínez, un vecino al que no le importa dar su nombre, defiende la “presunción de inocencia” de Lara hasta que haya sentencia.
La familia de la menor reclama la máxima discreción para evitar que sepa que ella ha sido la víctima. Uno de sus familiares se muestra compungido por la situación en la que se ha visto envuelta la menor, que intenta mantener una vida normal, haciendo planes con sus amigas, y recalca que el regidor, conocido en la zona por su buen hacer como cocinero, ha protagonizado toda clase de incidentes.
La circunstancia más grave en la que se ha visto implicado el regidor de Castroverde es una condena de dos años de prisión por violencia machista contra su expareja, de 2019. La pena fue sustituida por un tratamiento de desintoxicación de su alcoholismo, una medida de la que aún le restan meses por cumplir y que, según los clientes de los bares, no estaba cumpliendo. Le habían retirado el carné tras ser detenido por conducir ebrio y en 2018 fue condenado por lesiones leves y amenazas a un hombre.
Este hostelero dejó en manos de su hijo el restaurante familiar que puso en el mapa a Castroverde gracias a visitas de renombre. En el local, una de las empleadas recalca, mientras varios comensales apuran sus platos, que Lera lleva ya unos dos años sin vínculo alguno con el restaurante.
Fuentes socialistas zamoranas que han tenido amistad con el acusado narran que ya se le había abierto expediente por motivos internos antes de la denuncia por violencia machista. “Ha vivido un declive emocional enorme desde hace siete u ocho años”, destaca esta fuente. La detención, asegura, le ha causado sorpresa, pero tampoco le ha extrañado demasiado.
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