Albares urge a la nueva jefa de la diplomacia británica a cerrar el acuerdo sobre Gibraltar

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se ha reunido este miércoles en Riga (Letonia) con su nueva homóloga británica, Liz Truss, que en septiembre pasado sustituyó a Dominic Raab, a quien le costó el puesto el mantener sus vacaciones en Creta en plena retirada de Afganistán. En su primera entrevista, celebrada en los márgenes de la conferencia de ministros de Exteriores de la OTAN, ambos han acordado dar un impuso a las negociaciones sobre las futuras relaciones de Gibraltar con la UE.

Albares ha pedido a la nueva jefa de la diplomacia británica que los equipos del Reino Unido y la Comisión Europea, que han celebrado ya varias rondas negociadoras, “den un salto [en el proceso de diálogo] con el objetivo óptimo de alcanzar un acuerdo definitivo” antes del 31 de diciembre, según sus palabras. Truss, que hasta hace tres meses era ministra de Comercio, se ha mostrado de acuerdo en alcanzar un acuerdo “lo antes posible”, aunque sin comprometer una fecha. La nueva jefa del Foreign Office visitará Madrid el próximo día 15, en devolución del viaje que Albares hizo a Londres en julio pasado, aún con su antecesor, lo que medios diplomáticos interpretan como un síntoma de su deseo de mejorar las relaciones bilaterales.

El problema es que las negociaciones sobre Gibraltar no las lleva el Ministerio español de Asuntos Exteriores, que llegó a un acuerdo con el británico el 31 de diciembre pasado, sino la Comisión Europea; y se mezclan con las conversaciones sobre el acuerdo general del Brexit, que se han complicado por la pretensión británica de revisar el protocolo sobre Irlanda del Norte. Tanto España como el Reino Unido se fijaron la fecha del próximo 31 de diciembre para cerrar un acuerdo sobre el futuro estatuto de Gibraltar en la UE. Fuentes diplomáticas admiten que no se trata de un límite infranqueable, sino solo de un objetivo, pero advierten de que es difícil prorrogar indefinidamente la situación actual, que deja a la colonia británica en un limbo: ya no forma parte de la UE, pero tampoco se aplican los controles previstos para la frontera exterior de la Unión.

Albares ha pedido a Truss que la negociación sobre Gibraltar no se mezcle con la del Brexit y ha subrayado que el objetivo de la primera es el beneficio de las personas que viven en la zona; tanto los vecinos del Campo de Gibraltar como de la colonia, según fuentes diplomáticas. Más allá del Peñón, los dos ministros han abordado los problemas de movilidad que el Brexit ha causado a residentes, turistas o estudiantes de los dos países y han coincidido en la necesidad de que trabajar para que su vida se vea afectada lo menos posible.

Entre otras bilaterales, Albares también se ha reunido con su colega francés, Jean-Yves Le Drian, con el que ha acordado culminar el nuevo tratado de amistad entre los dos países, que debe situar las relaciones bilaterales a un nivel similar al previsto en el acuerdo entre París y Roma o Madrid y Lisboa. Los dos ministros han repasado también la cooperación transfronteriza y la ratificación del tratado sobre doble nacionalidad y han abordado, al igual que con Truss, la tensión en el Este de Europa y los preparativos de la cumbre que la OTAN celebrará en Madrid en junio de 2022.