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Cuatro bebés murieron y fueron arrojados al mar durante la travesía de una patera llegada a Canarias

En la embarcación perdieron la vida también varias mujeres y un hombre, y un niño de seis años falleció cuando era trasladado al muelle

Llegada al puerto de Arguineguín (Gran Canaria) del buque de Salvamento Marítimo 'Guardamar Polimnia' el 24 de octubre con cerca de 50 migrantes de origen subsahariano rescatados.
Llegada al puerto de Arguineguín (Gran Canaria) del buque de Salvamento Marítimo 'Guardamar Polimnia' el 24 de octubre con cerca de 50 migrantes de origen subsahariano rescatados.Quique Curbelo (EFE)

Al menos cuatro bebés, un hombre y varias mujeres murieron el pasado 24 de octubre durante la travesía de una patera rescatada en la ruta que conduce desde el sur del Sáhara a Canarias. La embarcación partió de Dajla con agua y víveres para tres días, pero pasó 10 en el océano y seis de ellos a la deriva. Las declaraciones recogidas por la Policía de los supervivientes de ese bote, localizado a la deriva a 185 kilómetros de Gran Canaria el mismo día 24, comienzan a arrojar luz sobre lo que ocurrió aquella noche en alta mar. Cuando recibieron la ayuda del buque Guardamar Polimnia, a bordo quedaban 52 personas, todas de origen subsahariano: 24 mujeres, 18 hombres y diez menores —cuatro no acompañados—.

Un helicóptero de Salvamento Marítimo evacuó de urgencia a las ocho personas en estado más grave: un hombre, una mujer, dos bebés y cuatro niños, uno de los cuales, de seis años, murió antes de llegar a tierra y de poder recibir ayuda médica en un hospital, como publicó entonces este periódico. Los relatos de los ocupantes de esa patera, ya en Gran Canaria, no aclaran del todo cuántas personas salieron de Dajla el 13 o 14 de octubre ni cuántas fallecieron en el trayecto. Pero sí coinciden en algo: A partir del cuarto día se quedaron sin combustible, en medio de un fuerte oleaje que obligaba constantemente a los ocupantes de la patera a achicar agua. Más de siete personas, entre ellas cuatro bebés, perecieron en la travesía y el resto se quedaron perdidos en el Atlántico, bebiendo orina y agua del mar.

El primero en morir fue un hombre que cayó desfallecido por la borda. Dos testigos han contado que sus compañeros de patera intentaron ayudarlo y subirlo a bordo, pero fue inútil. Luego comenzaron a morir las mujeres y los niños, entre ellos, los bebés. Los supervivientes han contado que uno de los patrones arrancó los cuerpos de los pequeños de los brazos de sus madres para tirarlos al mar, porque los cuatro llevaban al menos un día muertos. Una de las menores que sobrevivió, Amina, tiene seis años y es de Costa de Marfil. Según un reportaje de la Agencia Efe, no ha articulado ni una palabra desde su rescate hace ya dos semanas. Está ingresada en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, con un alto nivel de sodio en sangre por la cantidad de agua de mar que bebió durante la travesía. Enrique, director del Centro de menores del Gobierno canario que ayuda al hospital, afirma: “Está flaquísima”. Según los testimonios de los supervivientes, su madre fue una de las mujeres que falleció en la embarcación y fue arrojada al mar: El director asegura a Efe que la pequeña “sigue en shock”.

La tragedia de esa patera había comenzado a fraguarse días antes; para algunos, semanas. El grupo que organizó el viaje fue llevando a sus ocupantes en vehículos todoterreno a unas chozas sin techo en la costa del Sáhara. Algunos testigos han señalado que pasaron allí más de una semana a base de pan y agua, lo mismo que luego comieron en la patera mientras hubo víveres. Pero otros aseguran que les tuvieron recluidos en esa espera en el desierto durante un mes. Los organizadores de la patera les cobraron cantidades que oscilan entre los 1.500 y los 1.800 euros, según han citado varios supervivientes.

El control en los principales países de origen y tránsito de los migrantes, como Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia, han evitado de media casi un 40% de los intentos de salida hacia España. A pesar de ello y según el cómputo del Ministerio del Interior, a 31 de octubre habían llegado a las islas casi 17.000 personas, prácticamente el doble que el año pasado en las mismas fechas. De ellas, han fallecido algo menos de 900, según las cifras más prudentes que maneja la Organización Internacional para las Migraciones.

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