La policía detiene a cinco miembros de una presunta célula yihadista en Barcelona y Madrid
Los investigadores consideran que los detenidos, que estaban “preparados para cometer un atentado”, trataban de adquirir un fusil de asalto. El juez ha decretado ya su ingreso en prisión
La operación antiyihadista Arbac, que han culminado este miércoles los agentes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional con cinco detenciones —que se suman a otras tres realizadas en enero—, evidencia que presuntos excombatientes del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) están tratando de asentarse en distintos países de la Unión Europea, crear nuevas células y capacitarlas para atentar. La vía de entrada de varios de ellos fue a través de las redes de inmigración clandestina por el sur de España, en patera, desprovistos inicialmente de documentación.
La doble célula desarticulada ahora, que los investigadores califican de “muy peligrosa porque había logrado capacitarse e iba a hacerse con un fusil de asalto Kaláshnikov”, estaba formada por un grupo de jóvenes argelinos, entre los que se encuentran dos presuntos excombatientes del ISIS. El primero de ellos había luchado con la organización yihadista en Siria y provenía de la zona de conflicto, y de su entrada en España —que se produjo junto a otros dos compatriotas— alertaron en el mes de diciembre pasado los servicios de información de terceros países “gracias a los canales de cooperación internacional”, señalan fuentes de la investigación. “Fueron detectados enseguida en Barcelona, en el barrio de la Barceloneta y detenidos en enero”, explican las mismas fuentes.
El análisis de la documentación encontrada a esos tres detenidos iniciales condujo a los agentes a un cuarto individuo. “Se trataba de otro ciudadano argelino al que se referían los entonces arrestados como “Sheikh” (“Jeque”, en árabe). Un tipo que no formaba parte del espectro policial español hasta que entró, también en patera por el sur de España, dos meses más tarde, en marzo, pese a conocer las detenciones de sus colaboradores, que habían sido publicadas. “Este hombre fue quien les facilitó los contactos en Barcelona cuando llegaron a España los primeros tres detenidos, les ayudó a instalarse”, señalan fuentes de la investigación. Y, curiosamente, él siguió sus pasos unos meses mas tarde: “Se asentó en Barcelona”, en el mismo barrio, donde fue detenido el pasado lunes: en la Barceloneta.
Es un joven argelino convertido en “captador profesional” del ISIS, según los agentes. Fue detenido en 2016 en Turquía cuando intentaba entrar en la zona de conflicto, y devuelto por las autoridades a Argelia, donde fue condenado por terrorismo y estuvo en prisión. Tras salir de la cárcel, comenzó un periplo por Malasia, Tanzania, y la zona del Sahel, donde contacta con el Estado Islámico del Gran Sahara y sigue realizando labores de captación, hasta que entra en España en marzo en otra patera, según las pesquisas. “Mantenía contacto directo con miembros del ISIS en zona de conflicto”, aseguran fuentes de la investigación, que le consideran el cabecilla de la célula.
Jóvenes delincuentes
El Sheikh logró rodearse de un grupo de otros cuatro jóvenes delincuentes argelinos de la zona, especializados en robos a turistas, a los que supuestamente adoctrinó y radicalizó y ahora son los últimos cuatro detenidos. Uno de ellos, de hecho, se encontraba ya en una prisión catalana por otros delitos no relacionados con el terrorismo yihadista. Y otro, se hallaba “coyunturalmente” en Madrid, donde había recalado en un centro de internamiento de extranjeros. “Puede decirse que el grupo formaba parte de una célula radicada en Barcelona”, aseguran fuentes de la investigación. El saldo total de detenidos, por tanto, entre la primera y la segunda fase de la operación Arbac, es de ocho presuntos yihadistas: tres en enero y otros cinco ahora.
“Al poco tiempo de conocer al Sheikh, un tipo con una enorme capacidad de influencia”, describen los investigadores, “comenzaron a consumir materiales y contenidos específicos del ISIS, como vídeos capacitantes”. Por eso todos han sido acusados de integración en organización terrorista, tenencia ilícita de armas, pero el cabecilla está acusado de “adoctrinamiento activo” y el resto de “autoadoctrinamiento”.
El magistrado Joaquín Elías Gadea dirige la investigación desde el Juzgado Central 6 de la Audiencia Nacional. En los registros ordenados, los agentes localizaron varios machetes y unos setenta cartuchos. Ante la posibilidad de que adquiriesen, por vía de sus contactos directos, un arma de guerra se precipitó la segunda fase de la operación. “Estaban capacitados para poder cometer un atentado en España o fuera, aunque el objetivo no haya sido detectado”, aseguran los investigadores. Los cuatro arrestados que han pasado este miércoles a disposición judicial (el que estaba ya en la cárcel no lo hizo), fueron enviados a prisión.
Pateras como transporte y vía de camuflaje
Las recientes operaciones antiyihadistas realizadas en España confirman uno de los temores manifestados por las fuerzas y cuerpos de seguridad: que los excombatientes yihadistas traten de entrar en los países de la Unión Europea usando los canales de las redes clandestinas de la inmigración. Así lo constatan los hechos. En la operación Arbac, desarrollada en dos fases en Barcelona y culminada ayer con cinco detenciones, había dos presuntos excombatientes de origen argelino que entraron en patera por el sur de España. Pero también, uno de los yihadistas más perseguidos de Europa, el rapero británico Abdel-Majed Abdel Bary, fue arrestado en Almería en la primavera de 2020, en plena pandemia. Según recoge el sumario de la detención, los agentes vaticinaban lo peor: “El hecho de que pretenda llegar al margen de cualquier medio de viaje regular hace pensar que su objetivo es el de cometer cualquier tipo de acción relacionada con su militancia terrorista o recabar apoyo para viajar por Europa”.
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