Ciudadanos expulsa del partido al antiguo alcalde de Granada
El líder de la formación en Andalucía, Juan Marín, anuncia la salida del exregidor de la ciudad, Luis Salvador, y del concejal José Antonio Huertas
El vicepresidente de la Junta de Andalucía y coordinador de Ciudadanos en la región, Juan Marín, ha confirmado este viernes la expulsión del partido de Luis Salvador, exalcalde de Granada y actual concejal delegado para cometidos estratégicos Granada para el 2031, y de José Antonio Huertas, tercer teniente de alcalde de la ciudad a cargo, entre otros cometidos, del área de Hacienda. Ambos estaban sometidos a un expediente disciplinario que conllevaba la baja temporal del partido, que desde ahora es definitiva, por votar hace algunas semanas a favor de que el socialista Francisco Cuenca se convirtiera en alcalde de Granada, en contra de las instrucciones del partido.
Al conocerse la noticia de la expulsión, Salvador ha explicado que su expulsión “no es aún efectiva”, ya que aunque la comunicación de la baja definitiva se decidió el jueves y se le informó esa misma tarde, él ha presentado alegaciones que no la convierten en definitiva hasta que no obtenga respuesta a ellas. Huertas también ha presentado alegaciones. Salvador, además, ha insistido en que él sigue siendo el portavoz de Cs en el Ayuntamiento. El exalcalde se ha agarrado al formalismo de que la pérdida de esa condición tiene que realizarse en pleno municipal y no habrá uno hasta septiembre.
Por su parte, el PSOE local ha respondido al anuncio de Cs considerando que estos dos expulsados “no son tránsfugas”, dado que, explican fuentes del partido, “han sido expulsados” y “tránsfuga es que te vas de un partido a otro o promueves una moción de censura cambiándote de partido”. Además, explican esas mismas fuentes a este diario, ”se entiende que tránsfugas son concejales que cambian su condición para obtener un beneficio y Huertas ha mantenido su concejalía y Salvador ha dejado de ser alcalde y cobra menos ahora, por lo que en ninguno de los dos casos hay beneficio”.
El pacto por la estabilidad institucional, conocido como pacto antitransfuguismo, firmado en noviembre pasado –y que el PP dio por abandonado hace pocos meses– considera tránsfugas “a los y las representantes locales, autonómicos y estatales que, traicionando al sujeto político (partidos políticos, coaliciones o agrupaciones de electores) que los y las presentó a las correspondientes elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes”. El texto continúa diciendo que “cuando surgiesen dudas sobre qué personas han incurrido en transfuguismo, será el sujeto político que los ha presentado y/o el partido que los y las propuso para el supuesto del párrafo anterior quien aclarará por escrito quiénes han abandonado la formación, han sido expulsados o se han apartado de su disciplina, a efectos de su calificación como tránsfugas”.
Marín ha señalado en una visita a Granada que los dos concejales están “obligados a devolver el acta” para que Ciudadanos elija quién representa a la formación en el Ayuntamiento granadino. Además, si no lo hacen, ha instado al PSOE a que cumpla el pacto antitransfuguismo.
La crisis en el Ayuntamiento de Granada se inició en mayo, con la dimisión de quien fuera candidato del PP a la alcaldía, Sebastián Pérez, del equipo de gobierno. Este dimitió ante la negativa del entonces alcalde, Luis Salvador, a cumplir el pacto existente entre ambos por el que el popular tomaría el mando de la ciudad en la segunda parte de la legislatura. Días después, los seis concejales del PP y dos de los cuatro de Cs que estaban en el Gobierno local dimitieron, dejando a Salvador y Huertas en solitario al mando de la ciudad. Estos aguantaron algunas semanas hasta que Salvador finalmente dimitió y, días después, dio su voto favorable a Francisco Cuenca en la elección de nuevo alcalde.
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