Casado y Rajoy se suman a Feijóo en su reelección al frente del PP gallego con el 98,3% de los votos
El líder del PP dice que Pedro Sánchez “ya no puede pisar la calle porque no lo respetan ni los suyos”
Un día después de exhibir su unión en el escenario con la mayoría de los representantes del PP en las comunidades autónomas y con el secretario general, Teodoro García Egea, el decano de los barones territoriales del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha sido reelegido sin contrincantes ni sorpresas, por quinta vez consecutiva y con el 98,3% de los votos (801 a favor, 1 nulo y 14 en blanco), como presidente de los populares gallegos. Lo ha hecho a ritmo de un himno del Boss, Glory days de Bruce Springsteen. Y en esta apoteosis, en la que el apoyo de la militancia da de nuevo el poder orgánico al mandatario de la Xunta hasta 2025, se han fotografiado hoy el líder nacional, Pablo Casado, y el expresidente del Gobierno central Mariano Rajoy. En su turno final, Casado ha asegurado que Pedro Sánchez “ya no puede pisar la calle porque no le respetan ni los suyos” y que el PP “ganará las próximas elecciones generales sean cuando sean”.
En su discurso, el presidente del PP nacional ha dicho que se había propuesto no citar por su nombre “al que habita La Moncloa”, y realmente solo ha mencionado un par de veces a Pedro Sánchez. Lo ha pronunciado casi al principio y casi al final de su intervención para indicar que “no hay que perder demasiado tiempo en lo que es”: “Todos lo han visto, escuchado, sufrido y ya no puede pisar la calle; ya no le respetan ni los suyos por la forma en que los trata”. No obstante, Casado le ha ofrecido “sentarse mañana mismo” para alcanzar acuerdos. Uno de ellos sería para sacar adelante una “ley de pandemias” que se puede tener lista “en una semana” o “en 15 días”, ha reiterado, porque “en la quinta ola el Gobierno tropieza con la misma piedra” y no tiene el marco legal que reclaman las autonomías.
Casado también ha asegurado que está dispuesto a hablar de la renovación de las instituciones cuyo mandato ha expirado, “cuando el Gobierno acepte dejar de atacarlas”. Y ha pedido “pactar una autoridad independiente” para “saber a dónde van los fondos europeos” Next Generation, que “no son del Gobierno”. Además, ha pedido al Ejecutivo que se “siente con el primer partido de la oposición” para abordar una reforma educativa y “suspender la ley Celáa, ya que no está Celáa”, en alusión a la exministra de Educación. Por último, ha advertido de que los populares “no van a tolerar” un referéndum ni que “a los catalanes que se sienten españoles se les haga extranjeros en su propia tierra”.
El líder del PP ha anunciado que la próxima convención nacional de su formación, prevista para octubre, tendrá su primera jornada en una ciudad gallega después de haberlo hablado con Feijóo. En ese encuentro, ha comentado de nuevo sin nombrar a Sánchez, “no queremos hacer una hoguera de las vanidades, en la que algunos van metiendo ministros, combustible para ir alumbrando su ego y calentando este invierno sanitario”.
Todos los asistentes en el Multiusos Fontes do Sar se han puesto en pie para recibir al que fue presentado como “Mariano Rajoy Brey, de Pontevedra”, en un mediodía en el que ninguno de los que han intervenido se ha referido a los casos judiciales que envuelven al PP. Rajoy ha participado en el 17º congreso de los populares gallegos ahora en calidad de presidente de honor de la formación autonómica y justo un día después de que la Audiencia Nacional anulase, por denuncias de Greenpeace y el gobierno nacionalista de Pontevedra, la polémica prórroga de 60 años dada por su Gobierno a la pastera Ence cuando estaba ya en funciones.
“En Galicia [con Feijóo] los ciudadanos pueden estar tranquilos, pero no ocurre igual a 600 kilómetros”, ha dicho Rajoy, refiriéndose al Gobierno central. “Porque esos, en lugar de poner a la gente tranquila, la ponen de los nervios; y lo único que puede ayudarnos en una circunstancia como esa es que sabemos que hay una alternativa sensata para el futuro con el PP y Pablo Casado, al que todos vamos a ayudar, cada uno en lo que pueda”, ha comprometido. “Aunque se haya ido Pablo Iglesias, sigue habiendo demasiados líos. Dentro y fuera, con el Supremo, con el Constitucional”, ha continuado el expresidente del Gobierno: “Así es muy difícil”, ha dicho, “ocuparse de la gente”.
“También hay mucha patada al diccionario, con el todes y el hijes”, ha ironizado sobre el lenguaje inclusivo, cuando “lo que le importa a la inmensa mayoría” son tres cosas: “que se acabe la pandemia”; “superar la crisis económica” con un “plan para reducir el déficit”, y que en Cataluña pueda haber un referéndum para ejercer el derecho de autodeterminación, ha enumerado. Este referéndum, ha remarcado Rajoy, “nunca lo va a haber porque es ilegal, va contra la Constitución y las leyes y contra el mundo en el que vivimos; y porque la soberanía es de todos los españoles. Solo iba a crear frustración y enfrentamiento”. “La única política sensata” con respecto a esto, ha zanjado el expresidente, es “la que se ocupa de hacer una Cataluña con más crecimiento, más empleo, más servicios y más concordia. Y si no se encargan de hacerlo ellos”, ha dicho por los actuales responsables del Gobierno, “lo haremos dentro de muy poco nosotros”.
El futuro político de Feijóo, “un debate que no ha llegado”
De nuevo, Núñez Feijoo, a dos meses de cumplir los 60 años, ha mantenido en su larguísimo discurso la incógnita sobre su futuro: “No adelantemos debates que aún no llegaron”, ha dicho quien a sí mismo se ha definido como “fondo de armario” del partido. Aunque, sobre este asunto, y con la ambigüedad que le caracteriza, ha dicho que tiene sus ambiciones personales “cumplidas” pero que se ha presentado otra vez como presidente del PP gallego porque tiene “ganas de más”. En la misma línea, ha pedido disculpas por la extensión de una intervención que no repetirá “hasta dentro de cuatro años” y ha defendido que, si Fraga empezó en Galicia a los 69, fue porque “era un gigante”. “Yo soy un sucesor”, ha comentado sin dejar claro si, como heredero, se plantea emular y ser tan longevo como el expresidente gallego que se retiró de la Xunta, camino del Senado, con más de 80 años.
En clave estatal, y ante Casado y los presidentes de otras comunidades autónomas, como la madrileña Isabel Díaz Ayuso, Feijóo ha asegurado que después de haberlo estado “reflexionando” ha llegado a la conclusión de que su actual jefe de filas es “el mejor presidente” para España. Y ha advertido de que sus enemigos políticos los “quieren enfrentar” porque los “ven competitivos”. “No entienden que somos un partido de alto espectro. Que hay compañeros más liberales, otros más conservadores, otros más reformistas y otros más centristas”, ha enumerado. “No entienden que en un partido puedan caber distintas sensibilidades. Y lo más importante, no entienden cómo estas sensibilidades se respetan porque suponen crecer y ensanchar el partido”, ha proclamado entre aplausos. Frente a esto, Feijóo ha contrapuesto la “tendencia” de “convertir la política en una jungla en la que uno va de liana en liana, sin detenerse”. “Dejemos a Sánchez en ello, que vaya de la liana de Junqueras a la de Otegi, pasando por la liana de Podemos”, ha abundado. Pero “no nos liemos con las lianas de Sánchez”.
Un PP gallego sin alcaldes en las ciudades
Alberto Núñez Feijóo presentó en este congreso una candidatura que tiene, según él, “dos únicos encargos para los próximos años”: preparar las Elecciones Municipales de 2023 y “ayudar a llevar” a Pablo Casado y al Partido Popular a La Moncloa. “Quiero un PP fuerte, ganador y con hambre”, clamó el primer día ante los cargos y las bases que acudieron a un congreso de acceso restringido por la pandemia. La cita, inicialmente, estaba prevista en Pontevedra, pero se trasladó en las últimas semanas a Santiago de Compostela porque la capital gallega es la ciudad con menos incidencia acumulada en la comunidad autónoma.
Las municipales son la espina clavada del partido que arrasó en las urnas hace un año, durante los comicios autonómicos en los que el BNG se convirtió en primera fuerza de la oposición y el PSOE quedó relegado al tercer y último puesto en el Parlamento gallego. Son los socialistas, sin embargo, los que tienen la alcaldía de cinco de las siete ciudades, y el PP no alcanzó ninguna. Feijóo ha dado una consigna en este congreso: busca que “en los 313 Ayuntamientos haya 313 candidatos dispuestos a darlo todo por sus vecinos, sin dar un voto por perdido”. Y hoy ha recordado a los presentes que su partido es el que llega a las puertas de las casas de las aldeas en cualquier campaña: “Los tuits no valen nada frente a un abrazo” al vecino en la calle. “El servicio público es la única manera de estar en política”, ha repetido Núñez Feijóo, como tantas veces en sus discursos. “Los populares nunca serán un partido a la moda, que no sobrevive a su fundador; un partido populista, que nace al calor de la indignación. Tampoco un partido sectario, como los nacionalistas”, ha criticado en este congreso, “que le prometen a sus seguidores que con la independencia van a llegar a un paraíso que no existe”.
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